«Yosy», el pastor belga asturiano de un soldado que murió en la guerra de Ucrania, ya está «a buen recaudo»
Asturias

Eva Álvarez, la exmujer de Miguel Carmona, el asturiano que falleció en Donetsk, ha tenido que superar diferentes obstáculos para lograr que la mascota familiar pudiese regresar con ellos
17 Jul 2025. Actualizado a las 05:00 h.
El asturiano Miguel Carmona, exsoldado del Ejército de Tierra, viajó como voluntario hacia Ucrania para combatir en el frente de Donetsk. Llegó a tierras ucranianas en el mes de marzo acompañado por su perro «Yosy» y el 10 de junio, lamentablemente, Carmona falleció en combate tras ser alcanzado por una granada antitanque. Un suceso que inició un auténtico drama para su familia para recuperar su cadáver y lograr la vuelta de la mascota de la familia.
La exmujer del voluntario, Eva Álvarez, al conocer la noticia, solicitó la repatriación del cuerpo de Miguel y el regreso de «Yosy» a España, que asegura que pertenece a su hijo de 10 años. Esto se complica cuando entra en escena Leslie Wilson, una voluntaria estadounidense de 75 años de Ayuda Humanitaria que ofrece asistencia social en el regimiento de Carmona. Esta persona, según afirma Álvarez, «se autoproclamó como la madre en Ucrania de Miguel», a pesar de que afirma que «lo conoció en Pascua y él falleció dos meses después», así que desconoce «hasta qué punto fue sólida esa amistad».
«Tiene un año cumplido el día 2, pero es un cachorro grande, muy cariñoso y es un santo»
Cuenta su exmujer, natural de Avilés, que aún no han conseguido «las pertenencias de Miguel: un sueldo que tenía allí, el coche...». Además, explica que Wilson «decidió quedarse al perro en base a mentiras como que era un perro militar y que iba a matar a mis hijos», unas afirmaciones con las que Álvarez difiere completamente: «Tiene un año cumplido el día dos, pero es un cachorro grande, muy cariñoso y es un santo», apunta.
Este pastor belga, afortunadamente, ya está junto a la familia de Carmona, aunque ella aún no quiere desvelar cual es la ubicación exacta. «Reclamamos de forma oficial a las autoridades la devolución del perro y un sargento entendió que, tras el fallecimiento del dueño y con el informe del Colegio de Veterinarios de Asturias, «Yosy» debía pasar a sus familiares directos. Así que lo tengo a buen recaudo y pronto volverá», asegura la asturiana
Además de tratar de quedarse con «Yosy», según afirma la avilesina, Wilson quiso enterrar el cuerpo de Miguel en Ucrania. Un hecho que para Álvarez «no es posible porque decidimos la familia; pero es directamente miserable que aumente así nuestro dolor, en especial el de un niño de 10 años que se acaba de quedar sin padre», sentencia.