Coparticipación, unidades de convivencia, teleasistencia avanzada...: así es el nuevo modelo de cuidados de Asturias
Asturias
La estrategia CuidAs da un giro a la asistencia a personas mayores en un sector que precisará cerca de 12.000 profesionales adicionales hasta finales de la presente década
24 Aug 2025. Actualizado a las 05:00 h.
Asturias tiene la población más envejecida de España, lo que implica el empleo de mucho esfuerzo en cuidados, porque a partir de cierta edad, las necesidades de atención crecen para un gran número de personas. Teniendo en cuenta esta premisa, el Principado ha decidido tomar cartas en el asunto y hacer un planteamiento estratégico con una intención doble: por una parte, asistir de la mejor manera posible a las personas mayores y, por otra, convertir la economía de los cuidados en un sector con impacto económico y social.
El centro de esta transformación es la estrategia CuidAs para la transformación del modelo de cuidados de larga duración para personas adultas. Como explica la consejera de Derechos Sociales y Bienestar, Marta del Arco Fernández, la propuesta «sitúa en el centro a las personas mayores, a sus familias y a los profesionales, atendiendo sus demandas y sus deseos para que puedan tener una vida digna, plena y lo más autónoma posible».
Es un plan a largo plazo que cuenta con cinco áreas temáticas: de sensibilización, comunicación y participación; de planificación del sistema de cuidados; de apoyo a la transformación y gestión del cambio en centros y servicios; de innovación y conocimiento; y de evaluación de la calidad y transparencia. Para aplicar todo lo establecido en cada una de las áreas se llevan a cabo 20 líneas de acción y 105 medidas específicas.
El modelo tiene tres actores clave: las personas usuarias, las familias y los profesionales, y uno de sus objetivos más ambiciosos es conseguir que el mayor número de personas mayores puedan permanecer en sus casas y en su entorno el mayor tiempo posible. Porque esa es la preferencia de la mayoría de los según todas las encuestas.
Como complemento a la estrategia, se ha creado la Red CuidAs, que es un instrumento de coparticipación. La consejera señala que «vivimos en una sociedad que se hace mayor, que envejece» y esa Asturias senior «nos exige respuestas valientes, creativas y sostenibles». Y una forma de conseguirlo es la participación. La red permite que se incorporen al proyecto centros y servicios comprometidos con el cambio, que hagan propuestas innovadoras, y también que tanto organizaciones como profesionales particulares se conviertan en aliados del cambio. Actualmente, la red cuenta con 554 miembros.
Una de las propuestas más innovadoras de la nueva estrategia es el Centro de Competencia para la Economía del Cuidado de Larga Duración y el Envejecimiento Activo (CECOEC), que el Gobierno de Asturias ha puesto en marcha junto con las Cámaras de Comercio de Oviedo, Gijón y Avilés, con una inversión de casi 4 millones de euros de fondos europeos (2 millones de euros en la primera fase y 1,9 millones en la segunda).
El organismo promueve modelos de negocio innovadores y de calidad en los cuidados de larga duración, con actividades online, presenciales y mixtas. A raíz de un primer convenio, el centro ha asesorado a más de 200 personas y empresas de servicios de gestión privada e impartido formación a casi 900 personas.
Lo importante en este caso es el gran poder de convocatoria que está teniendo la iniciativa. Entre otras cosas, ha habido congresos con más de 1.200 participantes. En próximas fases se creará una oficina para dar cobertura al sector y se abrirá una línea específica para ofrecer apoyo a las cuidadoras a través de herramientas digitales de apoyo.
La economía de cuidados, uno de los pilares de la estrategia, aportó en 2021 más de 508 millones de euros al PIB asturiano y generó al menos 174 millones de euros de recaudación (69 millones directa y 104 millones indirecta o inducida). En ese mismo año, trabajaban en el sector 14.829 personas —7.309 de forma directa, 5.668 de forma indirecta y 1.852 de forma inducida—.
El sector de los cuidados ha aumentado su relevancia en los últimos años: entre 2015 y 2018 creció un 6,0 % anual y entre 2020 y 2022, un 5,0 %. Actualmente, representa un 3,7 % del empleo total del Principado, casi un punto porcentual más que hace una década, cuando estaba en el 3,0 %. Y según las previsiones, en los próximos años las necesidades aumentarán: para 2030 se precisarán unos 12.000 profesionales más, lo que supone un incremento de cerca del 88 % respecto a la plantilla actual.
Unidades de convivencia
Otra de las innovaciones significativas de la estrategia CuidAs es el desarrollo de unidades de convivencia. Son lugares residenciales diseñados para reproducir la estructura, ambiente y funcionamiento de un hogar. Espacios con capacidad para no menos de 12 personas ni más de 15, según establece la propia normativa, en los que hay un buen número de habitaciones individuales, espacios comunes para preparación de comidas, comedor y sala de estar. Actualmente hay dos unidades de convivencia en residencias de Arriondas y Pola de Siero, y está prevista una segunda unidad en Pola de Siero, así como el desarrollo de otras en Gijón, Oviedo e Infiesto.
Otras propuestas de la estrategia son la creación del Catálogo de buenas prácticas, el Proyecto LLAR —iniciativa de teleasistencia avanzada financiada con fondos europeos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia— o el proyecto tecnológico ARAMO.
Más allá de su potencial económico y estratégico, lo importante es, como señala la propia consejera, dar «una respuesta ética al desafío que supone el envejecimiento de la población asturiana y a las necesidades que deberemos satisfacer desde lo público y desde lo privado», teniendo en cuenta las expectativas de las personas «que queremos envejecer de un modo activo y saludable y con un modelo que combine tecnología, formación, bienestar y participación comunitaria».
Se trata, en suma, de unir economía, ética e innovación para mejorar la vida de las personas en un mundo que tiende cada vez más hacia la longevidad y donde Asturias, debido a sus índices de envejecimiento, tiene que prestar especial atención a su creciente población de más edad.