Arcelor se queda sin teléfono dos días por el mayor robo de cobre de su historia

En ArcelorMittal no se recuerda en toda su historia en Avilés un robo como el que sufrieron en la madrugada del domingo. Las sustracciones de cables de cobre son habituales en la planta avilesina, registran varias cada año, pero la de este fin de semana ha sido extraordinaria, por la cantidad y por los efectos que ha tenido. Les ha dejado sin teléfono durante dos días, algo que no ha supuesto un gran problema de operatividad, pero sí ha resultado incómodo y, cuanto menos, curioso. El robo es, además, el mayor de estas características que se recuerda en la fábrica. Los amigos de lo ajeno se llevaron 300 kilos de cable, algo que ya se ha denunciado ante la Guardia Civil a la espera de que la investigación dé con los responsables del delito. 

El cable de cobre es muy valorado entre quienes se dedican a vender chatarra, así que es bastante habitual en Avilés que de vez en cuando se produzcan robos de este material. Son varias las empresas que registran con mayor o menor asiduidad estos delitos que por lo general suponen más problemas de operatividad que pérdida del valor económico. Los ladrones suelen ser experimentados, actúan en grupo y por la noche, cuando más tranquilas están este tipo de instalaciones y es difícil que puedan ser sorprendidos. Se trasladan en vehículos de cierto tamaño, lo que les permite esconder lo robado y huir rápidamente. Eso fue lo que pasó el fin de semana en el entorno de la fábrica de ArcelorMittal en Avilés. Lo que probablemente no sabían estos delincuentes es que con su robo iban a dejar sin teléfono a buena parte de las instalaciones. 

Baterías, oficinas y talleres se vieron afectados

La sustracción de cable no afectó a todas las instalaciones avilesinas, pero sí a las baterías, los talleres u oficinas centrales, básicamente las que se encuentran entre Avilés y Trasona, según han indicado responsables de la multinacional del acero. Y aunque desconectar todas esas líneas de teléfono fue bastante rápido no ocurrió lo mismo con su recuperación. El lunes se empezó a trabajar en ello y no fue hasta ayer por la tarde cuando se restableció la normalidad en la telefonía fija de la empresa. La recuperación tuvo que hacerse línea a línea, lo que resultó bastante lento. 

Mientras tanto los trabajadores continuaron trabajando con normalidad, más allá de lo chistoso que pueda parecer no poder utilizar un teléfono fijo en unas instalaciones repletas de ellos y que este robo fuera la comidilla en todas las conversaciones de los últimos días. El teléfono móvil sirvió como sustituto y supuso que no hubiese ningún problema mayor. «No afectó al servicio, sólo supuso una incomodidad», explican desde la empresa.