El hijo pródigo ya está en casa

Nueve años después de su marcha el regreso a casa del hijo pródigo se escenificaba esta tarde-noche en el Carlos Tartiere. Presentado por el presidente del conjunto carbayón, Jorge Menéndez Vallina, Michu ya viste de azul. Lo ha hecho ante los suyos, alrededor de 3.000 personas se congregaron en el estadio para verlo, después de pronunciar sus primeras palabras tras el ansiado regreso.

 «Este es el día más especial de mi carrera. Siempre he sentido el calor de este público. Soy del Oviedo desde pequeño y me moriré siéndolo. Estoy emocionado y hasta un poco nervioso», destacó el delantero. 

El ya futbolista del Real Oviedo hizo las delicias de los más de 3.000 aficionados que le esperaban en las gradas del municipal ovetense. Risas, 'selfies', firmas de balones y camisetas para recibir al que sin duda es el fichaje de la temporada. 

La afición local desmenuzó cada una de las palabras de uno de los regresos más ansiados del oviedismo, especialmente ante la expectativa de cuándo se le podrá ver de nuevo en el Tartiere luciendo la camiseta azul. «Me encuentro bien físicamente. Estuve mucho tiempo tratándome para que se fuese el dolor del tobillo, ahora convivo con él. Creo que puedo competir». Quizá el primer encuentro en caso, el próximo sábado ante el Almería, o quizá entonces sea demasiado pronto. «Terminé de competir 15 días después que el Oviedo. Mi tobillo requiere un trabajo especial y por eso la tardanza», dijo Michu. Pero el futbolista, nuevo héroe local de la temporada, sabe que hay otro que tiene la última palabra para su regreso a la cancha. «Terminé de competir 15 días después que el Oviedo. Mi tobillo requiere un trabajo especial y por eso la tardanza».

Para despejar dudas sobre su estado físico, Michu declaró que «siempre he sido honrado y si estoy aquí es porque me veo bien». Prueba de que se valora esa honradez por parte de la afición, fue la enorme expectativa ante su regreso.