Cine peleón por una Concha de Oro que promete adrenalina

Hacía tiempo que este festival, que en tiempos aquí más tristemente agitados transfería a la pantalla tensiones políticas externas, no ofrecía un cartel tan abierto al cine que a priori pueda suscitar polémicas. La inclusión en el concurso de Nocturama, el filme de Bertrand Bonello que trata de un grupo terrorista en París y que Cannes rechazó en mayo por cuestión de sensibilidad exacerbada, es solo la bien llamativa punta de un iceberg que contiene vetas de películas con historias que han agitado aguas turbias: las del caso Roldán, que trata Alberto Fernández en El hombre de las mil caras, sobre el espía Francisco Paesa, o de las revelaciones de Edward Snowden, que dramatiza Oliver Stone.

También prometen remover butacas el godzilla sui generis con el que Nacho Vigalondo emparenta a Anne Hathaway en Colossal o las traumáticas pesadillas infantiles, dicen que con pinta de Óscar, del J.A.Bayona de Un monstruo viene a verme. Coinciden en la pugna por la Concha de Oro películas que auguran cine desasosegante: el thriller de Rodrigo Sorogoyen sobre un asesino en serie durante la visita del Papa a Madrid Que Dios nos perdone, con Antonio de la Torre. O la cinta polaca sobre crímenes infantiles Playground, de Bartosz Kowalski. Y también tempestades interiores: la del tan esperado debut de Ewan McGregor tras la cámara, adaptando la tormenta de la Pastoral americana de Philip Roth. O el Chile de juventud desgarrada de Jesús, de Fernando Guzzoni, quien triunfó ya aquí con Carne de perro.

También hay espacio para cine más intimista: de hecho, uno de los grandes nombres de esta competición es el coreano Hong-Sang soo, con Yourself and Yours y sus historias de amores cruzados. A la búsqueda de un romance de adolescencia parten también los protagonistas de La reconquista, con la que Jonás Trueba compite por vez primera en San Sebastián. Hay una destacada aportación de la producción gallega en la sección Nuevos Realizadores, donde la única película española en competición será María (y los demás), de Nely Reguera, producida por la compostelana Luisa Romeo, de Frida Films.

La nómina de figuras que cruzaran la alfombra del Kursaal eleva el tono de la pasada edición: dos premios Donostia inatacables, a Ethan Hawke y Sigourney Weaver. Y la presencia del ya citado Ewan McGregor con la protagonista de su largometraje, la mesmerizante Jennifer Connelly, o las de Richard Gere, Hugh Grant, Monica Bellucci o Javier Bardem, van a aportar abundantes nutrientes al photo-call. Y el que no se conforme, siempre podrá seguir la pista de Nacho Vigalondo en los karaokes o en el famoso piano-bar del Boulevard donostiarra. Aunque eso, desaconsejable, tiene más peligro que su seudo-Godzilla.