«La actitud punk sigue siendo necesaria, pero ahora tiene que golpearte aún más fuerte»
Cultura
Jason Williamson es la rabiosa voz de Sleaford Mods, el dúo británico que actúa el sábado como uno de los platos fuertes del Gijón Sound Festival '18
12 Apr 2018. Actualizado a las 10:31 h.
Jason Williamson es la voz airada de Sleaford Mods, el dúo británico el que, junto a Andrew Fern, protagonizará el sábado la noche grande del Gijón Sound Festival 2018. Sus crudas, inteligentes y malhabladas crónicas -a menudo autobiográficas- de la clase obrera británica bajo la férula de la austeridad han conseguido impactar en el público y la crítica con una discografía en la que el espíritu díscolo y furioso del punk se alía con una electrónica tan austera como los tiempos. English Tapas es su último y más trabajado álbum, y previsiblemente el núcleo de una actuación que tendrá lugar a medianoche del sábado en la sala Albéniz.
-Arreglos mínimos, historias propias o de gente cercana de la clase obrera inglesa de ahora mismo contadas en un inglés directo, nada fácil de seguir... y poco más. ¿Qué hace que esa fórmula esté funcionando tan bien dentro y, muy especialmente, fuera de su país?
-¿Quieres decir que por qué la gente conecta con esta música? Pues porque creo que hablamos de cosas bastante universales. La gente siente cosas parecidas en sitios muy distintos, no hay que ser necesariamente inglés, blanco y de clase obrera para encontrar una conexión con lo que nosotros contamos. El mensaje y las emociones se pueden aplicar perfectamente a las experiencias de la mayor parte de la gente. Vamos por el sexto álbum, y hemos escrito sobre gente que trabaja por sueldos miserables en trabajos no especializados, pero también hemos observado más cosas sobre la gente a nuestro alrededor, y la gente conecta con la mayor parte de ese espectro de cosas.
-Ya sé que detestan que se les considere portavoces de la clase obrera, pero mucha gente se siente representada en sus letras. ¿Aceptan, al menos, ser una especie de cronistas de este tiempo?
-Creo que simplemente somos una buena banda en un mal momento; una banda que ha tenido que funcionar en el contexto de los últimos cinco o diez años, así que hemos tenido que trabajar con lo que sucede en este tiempo, en la última década, en esta década precisa. Lo que está claro es que lo que hacemos no tiene que ver con mirar hacia el pasado o con aparentar ser algo que ya no somos. Eso no sería honesto ni auténtico. Es una posición artística, pero sobre todo, creo que es la posición más inteligente. Ser una banda de tu tiempo.
-Aun así, ¿les importaría que lo que hacen pudiese funcionar como combustible o munición para algún tipo de cambio social o político? ¿O esto es solo música?
-Es música, es solo música. No estoy seguro de que pueda provocar un cambio a mejor, ni siquiera de si los cambios que podría provocar serían necesariamente a mejor o volverían a ser lo mismo de siempre. En realidad, no me apetece nada provocar una especie de bucle histórico con lo de siempre. Vemos cómo los partidos políticos de siempre, los que siempre han estado en lo alto, son acusados de corrupción por partidos nuevos que dicen tener una nueva visión política, pero al final caen también en la corrupción. Yo no quiero ser parte de eso. Así que dejémoslo en que es música. Lo que hacemos es solo música.
-¿Dónde carga las baterías de la furia y la crítica que hay en sus letras?
-¿En el sentido de inspiración? Simplemente es algo que viene. Viene de cualquier parte, de ver la tele, de lo que vivo, de cualquier sitio, soncosas que van y vienen. Simplemente, las encuentro delante y veo que son útiles, que puedo transformarlas en una buena idea para una canción.
-¿Pule sus letras, les da vueltas, o son esos chorros de conciencia que parecen ser cuando las dispara?
-No, es todo muy directo siempre. Escribo la letra, grabamos la canción y ya está. Nos aprendemos la canción tal y como es, exactamente. La tocamos y luego se puede volver más algo más versátil algo -cómo diría- más animado cuando la tocamos en directo. Pero por lo general nunca nos apartamos mucho de la idea original de la grabación.
-¿Y musicalmente? Es pública la lista de todo lo que detesta. Pero, ¿qué le gusta, qué le inspira?
-Montones de cosas buenas. Depende de qué humor tenga. Cualquier cosa buena que me llame la atención. Los grandes, ya sabes.
-¿Quién es grande?
-Ahora mismo se me ocurre… qué se yo: Miles Davis.
-¿Se imagina Sleaford Mods algo más calmados, más melódicos, con más arreglos, haciendo alguna canción de amor...?
-No. No lo veo, no lo veo. No qusiera ser negativo al decir eso, pero no lo veo. No podría hacer un estilo de música completamente distinto. Es verdad que en cada álbum cambiamos un poco, pero somos lo que somos. Volviendo a lo que respondía a tu pregunta de antes: es música en su tiempo, sin más, motivada por la necesidad de encontrar un punto cero, de regresar a los orígenes, a los puros inicios. La gente necesita reconstruirlo todo a partir de ahí, de esas bases, volver a los inicios, pero pasando de toda esa mierda de recuperar la imagen de los sesenta, los setenta, los ochenta…
-El punk está en buena parte en ese «punto cero». Estalló bajo las políticas de Thatcher entonces. ¿Es incluso más necesaria esa actitud ahora?
-Sí, Pero no tiene sentido replicar las maneras del punk del 82, las cosas ya no funcionan así. Lo punk tiene que serlo ahora de forma más poderosa. No de la misma manera. Los tiempos han cambiado. Las cosas son más rápidas y más concentradas: las formas de la corrupción y su velocidad, lo que transmiten las redes de comunicación, uno se pierde más y más… Por eso la actitud punk tiene que ser ahora más poderosa, lo que escuchas tiene que atraparte de verdad, tiene que afectarte cuando lo escuchas, golpearte más fuerte... y a la vez tiene que estar bien pensado.
-¿Echan de menos más bandas que compartan esa creencia?
-Necesitamos más bandas, sí, una gran corriente de creación. Aunque es algo que, de hecho, tenemos en Inglaterra, como lo hay también en otros países, no siempre se escucha porque es difícil de comercializar. Lo que suena y se comercializa en tods las partes es la misma mierda.
-¿Y no se han sentido tentados por las ofertas del mercado?
-Qué va, en absoluto. Tenemos lo que se llama un contrato de 360º grados que proporciona a la discográfica un tanto por ciento de beneficios de todo lo que hacemos. No es algo muy sabido. A las discográficas no les apetece hablar de eso, pero desde luego no es algo tentador.
-¿Conoce los casos recientes de condenas a jóvenes raperos en España? ¿Qué opinión le merecen?
-Cuando estas cosas suceden, suceden de una forma tan rápida que cuesta trabajo creérselas, Las hacen para infundir miedo en la gente. Es un ejemplo de cómo los poderes reaccionan ante ese tipo de actitud. Lo que les ha sucedido a estos dos jóvenes raperos muestra lo fácil que es para la gente de arriba quitarte de en medio y joderte. Es muy desalentador. La gente cree que no puede pasar, pero en realidad sí que sucede.
-En su último álbum hay más complejidad en los arreglos, más melodía, incluso llega a cantar... ¿Qué es lo siguiente para Sleaford Mods?
-Hacer lo mismo, hacer lo mismo. Puede que sea algo más avanzado musicalmente, quizá, sobre todo porque mejoran las condiciones técnicas, pero en esencia es lo mismo.
-Oiga, ¿le importaría que le dijese que lo que hace es poesía?
-No, en absoluto. Muchas gracias. Si a ti te lo parece, fantástico. Puedes llamarme poeta. Ningún problema.