La Voz de Asturias

A juicio por la muerte por imprudencia de una anciana en un geriátrico

Gijón

efe Redaccion

La directora y el médico del centro retrasaron la atención hospitalaria de la anciana durante un día que hubiera sido crucial en su recuperación

19 Feb 2018. Actualizado a las 14:28 h.

El Juzgado de lo Penal número 1 de Gijón acoge la vista oral contra la directora de un geriátrico de la villa y de uno de sus médicos por la muerte de una mujer de 97 años por imprudencia profesional grave. La Fiscalía pide para los acusados una pena individual de un año de cárcel, tres años de inhabilitación para sus respectivas profesiones y el pago de una indemnización conjunta de 16.000 euros a cada uno de los tres hijos de la anciana.

Los hechos ocurrieron en la Residencia Villa de Somió, ubicada en el Camino de la Gola de Gijón, en 2015, cuando una de las acusadas era la directora del geriátrico y el segundo procesado trabajaba en el centro como médico.

Según detalla el escrito de calificación provisional del Ministerio Público, la anciana, que vivía en la residencia, comenzó a sufrir fuertes dolores en la pierna derecha en la mañana del 31 de mayo de 2015.

Una de las cuidadoras, que le estaba dando el desayuno, avisó a la directora del geriátrico, si bien esta última optó por no llamar a los servicios médicos ni a la familia.

Al día siguiente, ante la persistencia de los dolores, la acusada llamó al médico para que la examinara pero no tomó ninguna decisión al respecto.

La situación se prolongó un día más, hasta que la acusada decidió informar a la familia de que la anciana tenía dolor en una pierna, «pero silenciando que la misma estuviera fría ni los días que llevaba prolongándose esa situación».

Los familiares decidieron trasladarla en su propio vehículo al hospital de Jove.

Nada más llegar al hospital, los facultativos diagnosticaron que la anciana padecía una isquemia aguda y acordaron el traslado inmediato al servicio de cirugía vascular del hospital de Cabueñes, dada la gravedad de la paciente.

Allí confirmaron el diagnóstico de isquemia arterial aguda irreversible en cuanto a la salvación del miembro afectado y cuya única opción terapeútica para tratar de preservar la vida de la mujer era la amputación, «pese a las pocas posibilidades existentes de supervivencia ante la tardanza en ser tratada convenientemente».

Ante estas indicaciones, la familia autorizó la operación quirúrgica, que se practicó el mismo día 2 de junio, si bien la anciana no pudo superar la intervención y el día 7 de junio falleció por un fallo multiorgánico.

Según la Fiscalía, de haber recibido atención médica precoz desde que se detectaron los fuertes dolores en la pierna el día 31 de mayo por la mañana y no haber esperado hasta el día 2 de junio por la tarde para su traslado al hospital, las probabilidades de supervivencia de la mujer, pese a la gravedad de la obstrucción arterial y su edad, hubieran aumentado considerablemente.

El Ministerio Público señala que fue la actitud de ambos acusados, pese a su experiencia profesional, al no hacer nada desde que tuvieron conocimiento de los dolores intensos, los que determinaron que la pierna no fuera susceptible de salvarse y que las posibilidades de sobrevivir de la mujer desaparecieran «prácticamente por completo».


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