El mundo en un tablero
Gijón

En 2017 nacía en Gijón Semper Ludens, un club de rol y de juegos de mesa que ya cuenta con dos sedes, más de un centenar de socios y que organiza jornadas, torneos y talleres para niños
29 Oct 2019. Actualizado a las 05:00 h.
Hace dos años nacía Semper Ludens, un club de rol y de juegos de mesa que buscaba, en esencia, dotar a sus socios de un lugar en el que poder jugar y encontrar otros aficionados con los que compartir horas de dado y tablero, en un ambiente agradable y acogedor. Apenas dos años después ya cuentan con dos sedes en Gijón y Oviedo, que aglutinan a más de un centenar de socios. La sede gijonesa, sita en la calle Peñalba, comparte espacio con el estudio y taller de pintura de figuras y miniaturas Play in Color.
Jaime Iglesias, tesorero de la sede de Gijón, recuerda que «fundamentalmente éramos un grupo de amigos que teníamos un local y a los que nos gustaba jugar a rol y echar partidas de juegos de mesa. El grupo se fue abriendo a más gente. Inicialmente éramos unas doce personas y pasamos a ser más de veinte. El local en el que estábamos lo teníamos que dejar y, a la vez, Play in Color iba a abrir una tienda y taller de miniaturas, por lo que decidimos hacer una refundación como Semper Ludens. Luego ya nos hicimos otra mudanza para acá y llevamos desde julio de 2017». «La asociación surge de la necesidad de varias personas de tener un sitio, gente con la que jugar y disfrutar de los juegos de mesa en todas sus variedades», añade.
El local del club ha pasado por toda clase de avatares y ha acogido infinidad de negocios, desde comercios hasta estudios de ingeniería. «De hecho tenemos un socio que vino aquí a la guardería», constata Iglesias.

Jesús de Albornoz, secretario, recalca que «al final el problema con el que te encuentras es que es una afición minoritaria. Sueles tener pocas personas conocidas con las que jugar y no todos tienen los mismos horarios. Además, no siempre quieres meter a gente en tu casa. Semper Ludens te da esa libertad y mucha gente entró por esas circunstancias». «En Oviedo también tenían estas necesidades, les gustó cómo lo hacíamos y se juntó un grupo de personas», añade.
Actualmente Semper Ludens cuenta con 63 socios en Gijón y 58 en Oviedo. «El club más grande de España, en Madrid, tiene unos 140 socios. Aquí tenemos 121. Es una cifra muy, muy digna», apostilla orgulloso Jesús de Albornoz y añade que el objetivo de crear el club era el de «tener un local que pudiera acoger a bastante gente. No se ha dado todavía la circunstancia de tener que limitar la asistencia. Si que intentamos organizar las partidas para saber cuándo hay gente. Se puede reservar si tienes algo en concreto, pero normalmente vienes y juegas. En cada sede tenemos seis siete personas en la junta que se encargna de las tareas más cotidianas»
El perfil de edades de los jugadores y socios que integran el club es de treinta años en adelante. Nuria Arias, de la junta de Gijón, explica cómo se metió en el mundo de los juegos de mesa. «Yo había tenido una pareja a la que le gustaban los juegos de mesa y, al final, me acabaron gustando a mí más que a él. Buscaba a alguien con quien jugar los encontré cuando estaban en la sede anterior. Si alguien quiere conocernos pueden venir al local a conocer el ambiente», recuerda.
David Muñiz, tesorero y miembro de la junta de Oviedo, se introdujo «por los juegos de rol. Poco a poco descubrí los juegos de mesa y ampliando mi ludoteca. En Oviedo vimos que no había Semper Ludens y comenzamos a hablar con gente a la que le gustaban los juegos de mesa y que estaban en otras asociaciones que se habían extinguido»
Víctor Crego, de la junta de Oviedo, comenta que a su grupo de amigos «no les gustan los juegos de mesa, pero a mí sí, desde pequeño. Fui creciendo e intenté convencer a mis amigos sin éxito. Me vi con esa necesidad de encontrar a alguien con quien jugar y el club es lo que me da esa posibilidad». Jaime Iglesias, por su parte, descubrió con «con 15 o 16 años algún juego, como el Hero quest. Mi hermano y mi primo también le daban al rol. Empezamos en un local, un garaje, y allí nos fuimos para luego saltar a los juegos de mesa».
Las personas que quieran pasar a formar parte de Semper Ludens pueden visitar libremente sus instalaciones y conocer cómo se organiza todo. Jesús de Albornoz recalca que «los interesados vienen unos días de prueba, para que vean cómo funcionan las instalaciones, el club y puedan echar una partida con los socios. La gente suele venir dos o tres veces a probar. Al final quieres conocer un poco a la persona, pero también que esa persona sepa si éste es su ambiente, porque igual tiene una imagen equivocada de lo que es esto».
En esta línea insiste en que «esto, al final, no es un negocio y lo que buscamos es mantener el local y las condiciones. A lo que aspiramos es a que la gente venga porque le gusta y que lo pase bien. El club son los socios y si no tienes gente que quiera venir a jugar y a pasárselo bien, esto se viene abajo, por lo que tienes que tener buen ambiente y personas para jugar a diferentes clases de juegos y disciplinas»
Jaime Iglesias añade que lo que se busca es «que la gente esté de manera más estable y que se muestre más comprometida. Aquí tenemos juegos de todas las variedades y dificultades; para grupos pequeños o más grandes. Con duraciones desde los veinte minutos a las cuatro horas». En esta línea interviene Jesús de Albornoz para decir que cuentan con «juegos de miniaturas, tenemos una liga de Blood Bowl, que es como si fuera una partida de fútbol americano; puedes jugar al rol o en muchas modalidades de tablero. Es un mundo muy desconocido, pero hay una inmensidad de títulos, temáticas, estilos, dificultades, complejidades y duraciones. La cosa es que la persona encuentre el mundillo que le gusta»
Al contrario de lo que podría parecer en un principio, no es en absoluto necesario tener una experiencia de años o un conocimiento enciclopédico de los juegos de mesa. De hecho, Jaime Iglesias comenta que «hay un socio que nos conoció a través de un cartel de unas jornadas de puertas abiertas que teníamos puesto en una tienda. No nos conocía de nada, vino a las dos semanas y nos dijo que nunca en su vida había jugado. Le sacamos algunos juegos sencillos para que viera la mecánica y el ambiente del local. Todavía el otro día me lo encontré por ahí y estaba jugando a uno bastante complicado»
Pese a todo, David Muñiz, apunta que muchos de los primerizos suelen buscar «algo sencillito y que no cueste mucho. Sin embargo, aprender es parte de la diversión y eso es lo que la gente descubre con el tiempo». Semper Ludens está abierto a las propuestas de los socios. Nuria Arias resalta que «las sedes tienen unas ludotecas, con una serie de juegos que están disponibles para todo el mundo y, además, los socios pueden traer los suyos propios».
Semper Ludens lleva un año y medio buscando socios de manera proactiva. El club organiza a lo largo del año jornadas de puertas abiertas, se promociona en redes sociales y se da a conocer en tiendas de Gijón y Oviedo como Capua Hobby’s, Identidad Secreta y Hangar Rebelde. También desarrollan demostraciones en otros locales. Jesús de Albornoz añade que también han comenzado a colaborar «con la biblioteca de La Camocha. Organizamos talleres para niños de entre 7 y 16 años. Intentamos enlazar la lectura de libros con juegos más narrativos. Llevamos un par de sesiones y la respuesta está siendo muy buena».
Además de ganar visibilidad, otra de las finalidades de las jornadas y demostraciones del club es acabar con la infinidad de clichés e ideas preconcebidas que existen en torno al mundo de los juegos de mesa. «No matamos gente ni hacemos sacrificios», explica entre risas Jesús de Albornoz. «Tampoco somos gente rara y frikis», añade David Muñiz. Víctor Crego resalta, de hecho, que «hay muchos profesores que tiran de los juegos para sus clases, por su temática histórica, contenido matemático, práctica del inglés o de gestión de recursos»