Axel, cantante: «Siento que cuando pise Asturias va a vibrar algo muy especial en mi corazón»
Gijón
El artista argentino iniciará en unos días la gira 25 Tour Íntimo, que lo llevará por catorce ciudades españolas. El 9 de noviembre actuará en Gijón, donde promete un concierto cargado de emoción y cercanía
22 Oct 2025. Actualizado a las 05:00 h.
Con una carrera que supera el cuarto de siglo y una trayectoria marcada por la emoción, la sensibilidad y el contacto directo con el público, el cantante argentino Axel celebra sus 25 años en la música con la gira 25 Tour Íntimo, una propuesta que recorrerá catorce ciudades españolas en formato acústico y cercano. El artista, autor de éxitos que han acompañado a varias generaciones, regresa a España, país que sólo visitó en una ocasión anterior hace siete años, con la ilusión intacta y el deseo de darse a conocer y dar a conocer al público nacional las canciones que han marcado su evolución musical. Así, el 9 de noviembre, el cantautor llegará por primera vez a Gijón, una cita muy esperada por sus seguidores, pero también por él, que reconoce que Asturias es una tierra fuertemente vinculada a Argentina. De hecho, en la entrevista concedida a La Voz de Asturias, Axel vaticina que «cuando pise esa tierra va a vibrar algo muy especial en mi corazón», confiesa con emoción.
—Este año celebra 25 años de carrera con el tour ‘Íntimo 25’. ¿Qué significa para usted mirar atrás y ver todo lo que ha recorrido desde tus primeros pasos hasta hoy?
—La música me ha dado todo. Vengo de una familia de clase media trabajadora, y cuando empecé no conocía ni siquiera mi propio país. La música me permitió viajar, conocer Argentina, recorrer América y llegar a lugares como España o Italia. Le debo absolutamente todo. No solo vivo de lo que amo, sino que también me abrió la cabeza, me permitió conocer culturas y personas diferentes. Mirar atrás me confirma que aquel niño que apostó por sus sueños no se equivocó. Pese a las dificultades, a quienes decían que era imposible, lo logré. Hoy, cuando veo a mi padre orgulloso en mis conciertos, siento que valió la pena creer. Traer ahora esta gira a España, con tanta ilusión, me emociona y me demuestra que todavía hay mucho camino por recorrer.
—Pero no es la primera vez que hace gira por España…
—No, estuve hace siete años, pero solo hicimos cuatro ciudades: Málaga, Sevilla, Madrid y Barcelona. Después vino la pandemia y no pudimos regresar. Esta vez el enfoque es distinto: queremos abrir verdaderamente este país que para todos los argentinos es tan anhelado. Porque para los argentinos, España es un destino muy especial, hay una conexión profunda.
—¿Qué le une con el público español para querer reencontrarse con él?
—Más allá de con España, con Europa siento una conexión muy especial, porque mi papá es europeo, mi papá es belga, nació en Bruselas, mi padre nació en Bruselas. Y mi madre tiene ascendencia española, porque sus abuelos eran españoles y tenía sus tías españolas. Entonces cuando uno llega a España siente que hay una familiaridad. Creo que todos los argentinos tenemos algo de España en la sangre y yo siempre sentí que Europa, y especialmente España, era un lugar donde pertenezco. Me crie escuchando a Serrat -mi madre era fanática- y, con el tiempo, tuve el honor de cantar con él varias veces. También colaboré con muchos artistas españoles a quienes admiro profundamente. España es una tierra de grandes cantautores y poetas, y me llena de ilusión volver con esta gira que recorrerá 14 ciudades.
Parada en Gijón
—Una de esas paradas será Gijón, el 9 de noviembre. ¿Qué sensaciones le genera presentarse por primera vez en Asturias, una tierra que tiene tanta vinculación con Argentina?
—Sí, efectivamente, es la primera vez que voy a Gijón, primera vez en mi vida y primera vez que voy a cantar allá y me emociona mucho. Sin duda, Argentina tiene un fuego interno muy marcado por Asturias, porque está lleno de gente que se vino de esa tierra hace unos 60, 70 u 80 años, antes y después de la Segunda Guerra Mundial. Argentina fue un país construido a partir de españoles e italianos, lo sabemos y, en concreto, este país tiene una conexión muy fuerte con Asturias: muchos asturianos emigraron a nuestro país hace décadas, y eso dejó una huella profunda. Siento que cuando pise esa tierra va a vibrar algo muy especial en mi corazón y, de alguna forma, me va a sacudir, porque realmente tenemos mucho de Asturias en nuestra sangre. Además, me ilusiona el reencuentro con los argentinos que viven allí y con el público asturiano en general.
—¿Tendrá tiempo para conocer algo de Asturias o la agenda de este tour es demasiado ajustada?
—La gira está muy ajustada. A veces la gente cree que los artistas conocemos el mundo, pero la realidad es que vemos aeropuertos, hoteles, teatros y carreteras. Aun así, siempre intento reservar un par de horas para caminar por las ciudades y conectar con la gente, un poco con la idiosincrasia del lugar, poder respirar su aire, y eso lo voy a hacer siempre, pero en dos horas uno no puede conocer un lugar. Yo creo que más adelante tendré la posibilidad de volver con más tiempo. Y es que ahora la gira va muy ajustada de tiempo: antes de ir a España, hacemos cuatro conciertos en Perú, luego nos vamos a España el 29 de octubre y hacemos 14 conciertos en España en 18 días, y luego volvemos y tenemos otros 5 conciertos en Argentina en 10 días. Con lo cual, este tour será muy intenso: 23 conciertos en 37 días entre Perú, España y Argentina, así que por ahora me conformaré con sentir el pulso de cada ciudad.
—¿Cabe esperar alguna sorpresa especial en el concierto de Gijón, ya sea en el repertorio, colaboraciones o formato escénico?
—Sí, mi intención es tener algún invitado local en cada ciudad. En Gijón me acompañará una persona argentina que vive allí desde hace años, así que le daré un condimento especial a la noche. Además, el espectáculo repasa mis 25 años de carrera, será un concierto especialmente preparado para esa gira, donde las imágenes que acompañan cada canción fueron pensadas exclusivamente para esta gira. Y será un concierto muy íntimo, porque va a ser mi primera gira importante en España y, obviamente, no puedo llevar a todo mi equipo porque somos 22 personas, así que voy a hacer una gira más bien de cantautor. Yo estaré con mi piano, con mis guitarras, con mi armónica y con un equipo de gente de 6 o 7 personas, que serán las que viajamos para dar un concierto muy lindo. Pero va a ser muy íntimo, muy de tú a tú, mirando a los ojos a la gente, compartiendo todo mi repertorio de los 25 años de música.
Canciones que se resignifican con el tiempo
—A lo largo de estos 25 años, se puede decir que ha escrito canciones que ya han marcado a varias generaciones. ¿Hay alguna que sienta diferente con el paso del tiempo o cuando la canta en directo?
—La música se reinventa continuamente y las canciones van resignificándose todo el tiempo. Hay una canción muy particular que se titula Amo, que fue una canción que me cambió la vida realmente. Hace 21 años salió Amo, una canción muy íntima en la que solo suena el piano y mi voz. Esa canción la escribí pensando en el amor de pareja, pero con el paso del tiempo me di cuenta que dentro de esa canción también existía el amor a Dios, el amor a uno mismo, a los amigos, a la tierra… En 2015 falleció mi madre y cuando estaba cantándola en un concierto a los pocos días de haber muerto con los ojos cerrados, sentí absolutamente que había muchísimas frases de esa canción que eran para mi madre y nunca me había dado cuenta nunca. Hay tanto para ella… Luego, cantando en un concierto a los pocos días de ser papá de mi primera hija, internamente, mientras cantaba la canción, sentía que esa canción era para ella. Entonces, Amo es una canción mágica que amo realmente. Porque con el paso del tiempo siempre se fue resignificando. Y hoy me doy cuenta que esa canción también es para mí, para la aceptación propia, para el amor propio, para uno mismo. E igual me pasa con un montón de canciones que he escrito con una intención en su momento. Porque el 90% de mis canciones son mis historias reales, que las compartí en mi idioma, que es la música. Yo hice como catarsis con la música y transformé mi vida, lo bueno y lo malo, entre comillas, en canciones. Y todas las canciones van con el paso del tiempo resignificándose y cobrando otros sentidos.
—¿Cómo logra mantener la autenticidad y la energía después de tantos años de carrera?
—El motor que me mueve es la pasión. O por lo menos el combustible que alimenta mi motor es la pasión. Yo soy muy apasionado en la vida, en todo lo que hago, y la música es lo que más me gusta hacer, lo que más amo. A pesar de los 25 años de carrera en la música, siempre estoy con ganas de ir a una nueva ciudad, de componer una nueva canción, de grabar un nuevo disco, de salir, de hacer entrevistas… Entonces, amo la música, y puedo cantar para una persona, para mí mismo o para un millón de personas en simultáneo, y voy a cantar siempre dejando todo mi ser en cada canción, como si fuera la primera o la última vez que la cante. Creo que ese es el secreto.
—Comentaba antes que este tour tiene un formato más íntimo, más cercano. ¿Cómo cambia las canciones para adaptarlas a este formato? ¿Qué busca transmitir con ellas?
—Busco transmitir cómo nacieron. Porque cuando nacen las canciones, nacen en la soledad de mi piano, de mi guitarra o de cualquier otro instrumento, y no importa el lugar. Y este es un formato muy especial porque el formato íntimo acústico a mí me gusta mucho: cuando yo suspiro, el piano o la guitarra también lo hacen, y eso cuando estás con toda la banda en un escenario grande, con mucha gente delante, con más poder, con más rock and roll atrás, no sucede tanto. Entonces, los matices, cómo eriza la piel un concierto íntimo, posiblemente en el concierto «full», solamente se logre en un par de canciones que me siento al piano, después es «full banda». En cambio, en este tipo de formato, en este tipo de concierto, la gente tiene las emociones a flor de piel desde inicio a fin. Y eso para mí es lo máximo.
—¿Cuál ha sido el momento más emotivo que recuerda de su carrera en la música?
—En 25 años he vivido muchas cosas y hay muchos momentos emotivos. Tanto para la alegría como para la tristeza. Me ha tocado entender, como decía Queen, que The show must go on. El show debe continuar siempre. Me ha tocado hacer conciertos un día después de perder a un familiar muy cercano, como me pasó con la hermana gemela de mi madre, mi tía, que era como una segunda madre, y murió un día y al otro tuve que salir a tocar y poner la mejor sonrisa. Fue de gran enseñanza. Pero también poder compartir el escenario con un montón de colegas que admiré siempre, como decía antes, con Serrat, pero también puedo decir que he cantado un montón de veces con Alejandro Sanz, con Bisbal, con Vanessa Martín, con Dani Martín, con Antonio Orozco, con Malú, con India Martínez, con un montón de gente que me ha invitado o que yo he invitado y con algunos de ellos también he grabado. Siempre fue muy emocionante porque la música, como dije al principio, me ha dado todo. Pisar el escenario de ciertos lugares emblemáticos, llegar a hacer mi primer estadio de fútbol con 45.000 personas, hacer algún concierto en lugares especiales de Argentina o de América, cantar para 200.000 personas en simultáneo o cuando me tocó cantar ante el Papa Francisco en el Vaticano, en la Jornada Mundial de la Juventud, en la que había millones de personas delante flameando banderas de todos los países del mundo… Y yo cantando canciones mías como, por ejemplo, Celebra la Vida, que es una canción muy emblemática de mi camino en la música. De verdad, he tenido momentos muy emotivos.
—¿Cuál es su momento favorito sobre el escenario?
—Pues después de haber estado cantando con toda la banda, el momento en el que me siento al piano. En ese momento, hay una conexión con la gente muy fuerte. En el tour que vamos a hacer en España, ese momento va a ser muy prolongado porque la posibilidad de que yo esté solo con el piano o solo con la guitarra va a ser todo el concierto. Así que va a ser muy lindo poder vivirlo todo el tiempo del concierto en esta gira por España. Verán que van a ser momentos muy emotivos.
«El desafío más grande es no perder la pasión»
—Mirando hacia el futuro, tras 25 años de carrera, ¿qué nuevos retos o proyectos le motivan?
—Yo creo que el desafío más grande es no perder la pasión, espero que nunca se me borre esta pasión, que nunca se me vaya, porque es el combustible que me hace levantarme cada día con ganas de conquistar una nueva ciudad, un nuevo país, un nuevo público, mostrar más música mía en diferentes lenguas, hacer nuevas colaboraciones, pisar nuevos escenarios… Entonces, el desafío más grande siempre para un artista es no perder la pasión y poder reinventarse siempre. Y seguir sorprendiendo a la gente en cada disco y en cada canción con cosas nuevas. Que uno no empiece a repetirse en modo bucle... yo estoy siempre dando algo distinto y sorprendiendo a la gente con cosas nuevas, sin perder la esencia, por supuesto.
—¿Qué mensaje le gustaría dejarle al público asturiano que le espera con tantas ganas en Gijón el próximo 9 de noviembre?
—Primero invitarles a que vengan a descubrirme, que seguramente muchos no me conocen porque es mi primera vez en la ciudad, lo cual me llena de ilusión. Decirle a la gente que le gusta la música, que le gustan las historias transformadas en canción y que les gusta que toquen el corazón con una canción, que vengan a verme porque van a vivir una de esas noches que dejan huella para siempre. Ojalá que la gente de Asturias se anime, no solamente el argentino que vive en Asturias o el latinoamericano que vive en Asturias y que seguramente me sigue, sino que también los asturianos. Me hace mucha ilusión que puedan venir a escuchar mi música y a conocerme. Les puedo asegurar que vamos a dar todo ese día y que no se van a repetir nunca.