Ángel de la Fuente: «Es improbable que los fondos europeos se ejecuten al cien por cien»

El economista gijonés Ángel de la Fuente acaba de publicar un informe sobre el estado de ejecución de los fondos Next Generation. El experto asturiano, director ejecutivo de Fedea,ve luces y sombras en los fondos europeos, que pueden servir para moderar la desaceleración económica que se espera pero que la burocracia tanto europea como española puede restar agilidad.   

-Los Next Generation se crearon para salir de la pandemia. Ahora, con la guerra de Ucrania y la inflación, ¿Hasta qué punto condicionan la recuperación?

-Quizás más que contribuir a la recuperación per se, el objetivo de largo plazo era y es darle un empujón a la modernización de la economía, para hacerla más competitiva, productiva y sostenible. Con este fin, el plan contiene financiación para inversiones cuantiosas, pero también reformas estructurales tan importantes o más que las inversiones. En cuanto al impulso a la recuperación, las inversiones tardaron y no contribuyeron demasiado a la recuperación, que se inició en el mismo 2020. Por afortunada casualidad, van cogiendo velocidad en un momento en el que nos vienen bien para moderar la desaceleración económica que se espera.

-En su informe sobre el seguimiento de los fondos afirma que «preocupan la calidad de las reformas». ¿Está bien enfocado el destino de los fondos?

-Sí, me preocupa la calidad tanto de las inversiones como de las reformas, y por tanto el riesgo de desaprovechar una magnífica oportunidad para sentar las bases de un crecimiento sostenido y sostenible. Sobre las inversiones, es pronto para saber si hemos acertado. Tengo la impresión de que la selección de proyectos no se ha hecho con el cuidado necesario o con el suficiente input de las empresas y de otras administraciones. En cuanto a las reformas, me temo que el balance no es bueno, especialmente en materia de pensiones, pero también en ámbitos, como la reforma universitaria, los proyectos de ley de vivienda y movilidad sostenible, la evaluación de políticas públicas… La principal excepción es la ley concursal, y posiblemente, en parte, la reforma laboral.

-Constata una ejecución poco ágil...

-Invertir tanto dinero y hacerlo bien, es complicado. Parte del problema es que los plazos de la UE para ejecutar el gasto (hasta agosto del 2026) son apretados, especialmente en los proyectos más complejos. Dicho esto, las dos burocracias, la europea y la española, tienden a ser poco ágiles. Tendríamos que ir más hacia controles a posteriori y selectivos o por muestreo que permiten ejecutar las cosas con más rapidez.

-¿El reparto de los fondos sería más ágil si no estuviera centralizado, y si se diera más capacidad a las comunidades?

-La gestión de los fondos no está centralizada. Comunidades y Ayuntamientos ejecutan una buena parte, aunque no parece que tengan demasiado margen para ajustar el diseño de los proyectos y programas a las necesidades locales. Darles más margen podría mejorar la calidad del gasto, lo que es muy importante, pero no necesariamente aceleraría su ejecución. Más bien lo contrario, aunque aun así podría merecer la pena.

-¿España será capaz de ejecutar el programa completo? ¿Se perderá dinero?

-Al cien por cien es improbable, pero dudo que se pierda mucho dinero. Otra cosa es la calidad de las inversiones.

-Proyectos como el de Altri en Galicia no encuentran encaje en ningún PERTE y se pueden perder 800 millones...

-No todo tiene que ir a través de los PERTE. Me cuesta pensar que no haya ningún programa donde puedan entrar proyectos prometedores como podría ser este. En este caso, quizás podría encajarse en el apartado de gestión forestal sostenible. Es cierto, por otra parte, que el plan no deja el suficiente espacio para proyectos que no son ni verdes ni digitales pero que contribuyan de forma importante al crecimiento económico.