Cómo elegir el color perfecto de la alfombra para tu hogar

Ese es el poder del color. La alfombra se convierte en el telón de fondo de tu vida diaria: las risas en familia, las mañanas tranquilas con café o las reuniones improvisadas con amigos. Por eso, elegir su color no es un detalle menor: es decidir qué atmósfera quieres que te acompañe cada día en casa.

El color de la alfombra, una elección que transforma

Elegir el color de una alfombra no es una cuestión simplemente estética. Piensa que la vas a ver todos los días, que será ese telón de fondo sobre el que se escribe la historia de tu hogar.

El color es emoción, atmósfera. Es ese “no sé qué” que hace que tu casa se sienta como el lugar en el que quieres estar. Tu lugar seguro. ¿Te has parado a pensar cómo el color de la alfombra puede cambiar por completo la sensación que tengamos en un espacio?

Es como elegir la banda sonora de tu casa: cada color marca un ritmo distinto y te hace vivir la estancia de una manera única.

• Los tonos cálidos, como los rojos o naranjas, se asocian con el confort y la energía. Sin darnos cuenta, nos dan ese chute de felicidad que necesitamos para empezar el día.
• Los colores más claros, como el beige o los grises suaves, dan más luminosidad y amplitud al espacio. Evita que nos ahoguemos en nuestra propia casa porque la sensación visual de espacio es mayor.
• Los tonos oscuros proporcionan una sensación de intimidad y elegancia. Eso sí, procura no abusar para no crear espacios tan oscuros que parecen cuevas.

Las tendencias del momento

Igual que en la moda, en la decoración también hay tendencias, y las alfombras no son la excepción. Los colores que más vemos en catálogos y en casas con buen ojo son:

• Tonos tierra: color arena, terracota o de un marrón suave. Se asocian con el entorno natural y orgánico, y nos conectan con nuestros orígenes. Inconscientemente, esto nos hace sentirnos mejores personas, porque nos hace sentir más conexión y más necesidad de proteger el medioambiente.
• Colores neutros: una alfombra beige, color crema o de un tono suave de gris encaja siempre bien en todos los espacios. Son los comodines que siempre funcionan.
• Colores atrevidos: cada vez es más común encontrar alfombras en azul intenso, verde botella, o en tonos de rojo y naranja más brillantes. Se han ganado su lugar porque llenan de personalidad un salón sobrio. Eso sí, hay que tener buen ojo para combinarlos y no crear mezclas explosivas de las que luego nos arrepintamos.

Alfombras claras: luz y frescura

No es casualidad que las alfombras claras sean de las más buscadas: iluminan, agrandan visualmente el espacio y combinan con casi todo. En un salón minimalista contrastan con muebles oscuros, y en uno rústico resaltan la calidez de la madera.

Y, más allá de la sensación de amplitud, transmiten calma. Ver un espacio abierto reduce la sensación de agobio en casa y genera un ambiente que invita a compartir momentos con familia y amigos.

El lado menos romántico: son más delicadas. Si tienes mascotas o niños, prepárate para pasar la aspiradora con frecuencia. Cada manchita se nota más, aunque a cambio llenan de aire fresco cualquier habitación pequeña o con poca luz natural.

Alfombras oscuras: elegancia y carácter

Lo que para unos es problema, para otros es virtud. Las alfombras oscuras disimulan mejor la suciedad y dan un aire sofisticado al espacio. Son perfectas para salones grandes, comedores formales o despachos donde busques un toque de intimidad y estilo.

Eso sí, en espacios pequeños pueden “encoger” el ambiente y restar luminosidad. Y esto cambia por completo la manera en la que percibimos la casa: cuando un lugar se siente demasiado oscuro, puede generar incomodidad.

En cambio, en habitaciones amplias y con paredes claras, aportan una elegancia difícil de igualar y convierten el comedor en un espacio de reunión con carácter.

Preguntas frecuentes

Sabemos que, seguramente, tendrás dudas a la hora de escoger el color de tus alfombras. A continuación, vamos a resolver algunas de las más habituales:

¿Qué color de alfombra queda mejor en el dormitorio?

Si no tiene mucha luz natural, elige un beige o gris claro. Si la luz no es un problema, los tonos azules transmiten calma y funcionan genial.

¿Qué color queda mejor en un salón pequeño?

Sin duda, una alfombra clara para agrandar el espacio.

¿Dónde puedo poner una alfombra roja?

Por lo general, las alfombras en tonos rojizos quedan muy bien en salones o comedores, siempre que no estén demasiado recargados o que no tengan muebles de colores muy llamativos. Ahí se convierte en la gran protagonista.

¿En qué casos quedan mejor las alfombras de varios colores o estampadas?

Van perfectas en habitaciones con muebles neutros, o en espacios que se sienten un poco vacíos y necesitan un golpe de carácter.

Elegir una alfombra no es solo decidir si te gusta o no un color. Es elegir la emoción que quieres sentir cada vez que entras en tu casa: calma, energía, intimidad o luminosidad. En Tapeso creemos que el color de tu alfombra es casi como la firma personal de tu hogar.

Elegir una alfombra no es solo decidir si te gusta o no un color. Es elegir la emoción que quieres sentir cada vez que entras en tu casa: calma, energía, intimidad o luminosidad. En Tapeso creemos que el color de tu alfombra es casi como la firma personal de tu hogar.