La Voz de Asturias

¿Feminismo anticuado?

Opinión

Jessica Castaño

24 Aug 2016. Actualizado a las 05:00 h.

Parece que en algún momento en que yo no estaba atenta feminismo pasó a ser sinónimo de anti-hombre, a parte de marimacho, poco femenina, amargada y no sé cuantas cosas más. Algo poco deseable para la mujer moderna que ya no está atada a la pata de la cama, que tiene su trabajo, que se ha liberado y que, si se esfuerza, puede ser igual que cualquier hombre. Igual que el hombre. He aquí la cuestión.

Yo creía que «ser como los hombres» era una fase superada, cuando todavía no nos habíamos dado cuenta de que «ser como un hombre» no era la manera «buena» de ser. Que «ser como un hombre debe ser» hace desgraciados a muchos hombres. Que no hay una manera de «ser como un hombre» ni «ser como una mujer», y que hay muchas maneras de ser, todas válidas.

Es  posible que no compartamos muchos puntos de algunas de las teorías feministas, pero me pregunto quien podría oponerse a la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. Quien se opondría a cuestionar la dominación y la violencia. Quien está a favor de la asignación de roles sociales según el género? bueno, creo que en este último punto está la cuestión: la asignación de roles sociales. Seguimos pensando en clave de roles sociales y para muchas mujeres conseguir la igualdad es conseguir que les sean asignados roles masculinos.

Yo cuestiono los roles sociales asociados al género, que hacen infelices a hombres y a mujeres. ¿Cuantos hombres son desgraciados intentando aparentar fortaleza, ocultando sus sentimientos y rechazando actividades consideradas femeninas por miedo a ser ridiculizados? Tantos como mujeres son infelices «haciendo de mujeres», o mujeres son infelices intentando «hacer de hombres».

Yo cuestiono la percepción subconsciente de que ser hombre es la manera neutra de ser humano y que ser mujer es lo peculiar. Porque no es normal que siempre que en la ficción hay un grupo de amigos, tengamos al simpático, al listo, al guapo, al raro y a la chica. Como si ser chica fuera una característica más, igual que ser listo o guapo. Como si todas las chicas fueran parecidas e intercambiables.

Yo cuestiono que se use lo femenino como sinónimo de inferior y ridículo. «¡Eres una nenaza!», «Corres como una niña»? Ser cojonudo es estupendo, ser un coñazo, lo contrario. Y así, podríamos seguir? Todo un ataque a la autoestima, un continuo condicionamiento subconsciente.

El feminismo no es la batalla de las mujeres contra los hombres. Es la lucha de hombres y mujeres para huir de las etiquetas que les hacen infelices, para ser libres de SER ,para tener los mismos derechos. En definitiva, mujeres y hombres que luchan por una sociedad más justa, más equitativa, más feliz.


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