La Voz de Asturias

Detonar y sostener el crecimiento económico

Opinión

Manuel Hernández Muñiz
El economista Dani Rodrik, premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales 2020

14 Oct 2020. Actualizado a las 09:00 h.

Dani Rodrik (Estambul, 1957) pertenece a una generación, la de los nacidos en los cincuenta, que han contribuido a renovar la visión académica del crecimiento económico moderno, el santo grial que ha estimulado la investigación de tantas generaciones de científicos sociales preocupados por explicar el complejo funcionamiento de la economía. Lo ha hecho gracias a una mejor compresión de las interacciones entre los ingredientes claves, que Rodrik tuvo el valor de reunir en una sola página, una osadía que revela su enorme capacidad de comunicación. Licenciado en Ciencias Políticas por Harvard, es doctor en Economía por la Universidad de Princeton, bajo la dirección de Avinash Kalamakar Dixit, uno de los economistas que mayor impacto indirecto ha tenido en tres campos emergentes desde los años ochenta y que más afectan a nuestras vidas: comercio internacional, crecimiento económico, geografía económica. Desde la atalaya de Harvard y con colaboradores académicos de enorme valor, como Ricardo Hausmann y Andrés Velasco, ha logrado el reconocimiento de la comunidad académica y, no menos importante, del gran público, gracias a sus libros y columnas de opinión, divulgadas en medios de comunicación y varios idiomas, a través de Project Syndicate.

Rebelde con conocimiento y experiencia, ha dejado ideas que merecen toda la atención. Permítanme que escoja, subjetivamente, dos perlas de información de uno de sus libros (Una economía, muchas recetas, 2007) y que tal vez ayuden, con la humildad que reclama Rodrik, para abordar los problemas cotidianos de cada país. Advierte en su libro que detonar el crecimiento es una tarea distinta de sostenerlo en el tiempo: las reformas que cada generación ha de aplicar son diferentes. Un argumento muy pertinente para una economía como la española, que en su momento hubo de cambiar de rumbo (1959) y poner en marcha las reformas que detonarían el crecimiento y que lo sostuvieron, en parte (1977, Pactos de la Moncloa), a la luz de las nuevas circunstancias, del contexto macroeconómico que tocó lidiar en aquel momento. Y es que, como muy bien muestra el autor con sus investigaciones, las políticas que promueven el crecimiento tienden a ser específicas, dependen del contexto. Busquemos, en consecuencia, nuestras propias recetas, en estos tiempos de enorme aflicción.

*Profesor de Economía Aplicada, Universidad de Oviedo

 


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