Así juega Pablo Vázquez, liderazgo y dominio aéreo para la defensa del Sporting

A falta de anuncio oficial, la dirección deportiva del Real Sporting de Gijón avanzó en las últimas horas en las condiciones del traspaso de Pablo Vázquez procedente del Deportivo de La Coruña. Un central que reforzará la zaga rojiblanca con un perfil que se ajusta al tipo de jugador que mejor encaja con el modelo de juego habitual de Asier Garitano para su demarcación.

Pablo Vázquez, nacido en Gandía, Valencia, el 7 de octubre de 1994, suma a sus 30 años amplia experiencia tanto en la categoría de bronce (150 partidos) como en Segunda División (98 encuentros). Unos galones que van acordes a su personalidad dentro y fuera del campo, como también aseguran quienes mejor lo conocen. De hecho, analizando sus partidos, una de las cuestiones que primero se percibe es su capacidad de mando, constantemente comunicándose con sus compañeros de la defensa, siendo un líder a la hora de organizar su línea.

Se trata de un perfil corpulento, de 1,87 metros de estatura y por encima de los 80 kilos, fuerte en los duelos y que destaca especialmente en el juego aéreo, tanto en área propia como en la contraria, contando con goles en su haber en las últimas 7 temporadas. Es un central que raya a un nivel constante debido a su concentración, estando habitualmente bien ubicado y manejando correctamente la orientación de su cuerpo con los perfiles que demanda la jugada en fase defensiva. En los uno para uno, más allá del choque, donde es contundente, suele aguantar bien a su par, sin ir fácil al suelo -al contrario que uno que podría ser su socio en el eje como Lucas Perrin-, y gusta de achicar espacios, encimando a su par para bloquear situaciones de pase o remate en el interior del área.

Por todo ello, se trata de un defensor que destaca especialmente en el trabajo en el entorno del área. Cuanto más tenga que salir de zona más podría llegar a sufrir, teniendo zancada para poder corregir al espacio y con capacidad para ir al corte, pero no es un central especialmente rápido a la hora de correr hacia atrás al espacio. Mismamente, suele ceder esos pocos metros de ventaja hacia su portería cuando detecta que pueden atacar su espalda para así tener algo más de tiempo para poder igualar su inferior velocidad respecto a los delanteros. Ahí puede tener su mayor déficit, si bien en modelos de juego más arropados para los centrales, en bloque medio o en repliegue, algo que suele caracterizar a los equipos de Garitano, sí es un central que se desenvuelve mejor por sus características.

Por último, con balón es un central cumplidor. No arriesga en exceso en el pase corto, aunque si ve una opción de dar un pase vertical con claridad jugará hacia adelante, pero no es habitual verlo cometer errores por pases demasiado complejos. Donde sí puede ser una alternativa a considerar es en el envío en largo, con buen golpeo para buscar situaciones provechosas al espacio o al duelo de los puntas, con un aceptable rango de pases. En estos parámetros, figura con datos muy destacados en el global de la categoría al no ser un defensa que eluda responsabilidad con balón. 

Se trata, por tanto, de una oportunidad de mercado para el conjunto rojiblanco a la hora de reforzar una posición muy necesaria este verano como es el centro de la defensa, con un futbolista contrastado, con personalidad dentro del campo y del vestuario, y que encaja a priori con la idea de juego del entrenador, Asier Garitano. Un futbolista con rendimiento demostrado especialmente este último año, en el que fue indiscutible en A Coruña, siendo el futbolista de campo con más minutos de la categoría. El valenciano buscará replicar en Gijón ahora este buen nivel reciente.