«Si López Obrador no hubiese llegado al poder, México se habría desmoronado»

raquel C. Pérez SANTIAGO / VOZ

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Paco rodríguez

Sosa Maldonado huyó en 2013 del país centroamericano y se instaló en Galicia

08 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde mayo del 2014 el abogado mexicano Juan Sosa Maldonado vive en Galicia junto a su familia. Oaxaqueño de nacimiento, tuvo que huir en el 2013, tras sobrevivir a un intento asesinato, debido a su actividad a favor de la liberación de los presos políticos oaxaqueños y de los derechos indígenas en el país. Desde Galicia continúa con su lucha a favor de los derechos humanos, con charlas y presentaciones como la que el Bloque Nacionalista Galego organizó en Santiago de Compostela.

«En 1996 se da una represión enorme en contra de los indígenas zapotecos de Oaxaca», explica Sosa Maldonado, «dos años después me detienen y me desaparecen miembros de la policía». Durante ese tiempo, añade, «me torturan y tratan de que firme unos documentos en los que acepto mi culpabilidad de actos que ligan al Ejército Popular Revolucionario», una organización guerrillera mexicana. Se negó a firmar, por lo que fue encarcelado durante tres años.

Tras demostrarse su inocencia decidió «luchar por la liberación de otros presos políticos», como el maestro indígena Damián Gallardo García, opositor a la reforma educativa que Peña Nieto impulsó en el 2013. «Recortó derechos a los educadores, no daba recursos a las escuelas».

Estos años en España han sido duros. «Llegamos sin apenas documentación, yo no he podido ni acreditar mi educación y así es difícil encontrar trabajo».

Sosa Maldonado arroja varias cifras para describir el escenario mexicano. «En la última década más de 300.000 personas han sido asesinadas, 40.000 permanecen desaparecidas y hay seis feminicidios cada día». El acceso a la sanidad pública, a la seguridad social o a la educación son, en ocasiones, imposibles. Sobre todo para los indígenas como los de Oaxaca, donde siete de cada diez personas son pobres. La salida es a menudo el tráfico de drogas. «El narcotráfico es un problema global. En Europa, en los paraísos fiscales, se lava dinero del narco. México tiene una sociedad corrompida. A los indígenas se les obliga a traficar, a cultivar», asegura. Existe una cultura del narco. «Los niños solo conocen la violencia», se lamenta.

Respecto a la victoria de Andrés Manuel López Obrador, se muestra cauto. «Esperamos que el pueblo siga presionando de manera que las promesas de campaña -recortar la desigualdad, terminar con la corrupción y la violencia- se conviertan en hechos». «El PAN y el PRI han dejado un México violento. Es verdad que tiene el apoyo del pueblo, pero si no le dejaban llegar al poder el país se desmoronaba. Es poco lo que se puede hacer en un país sin democracia, sin un poder judicial autónomo».