Dos íntimos de Trump testificarán contra él tras pactar su inmunidad

adriana rey NUEVA YORK / CORRESPONSAL

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Sessions, junto a Melania
Sessions, junto a Melania MANDEL NGAN | afp

Los autores de los pagos a las examantes del presidente acorralan al republicano

25 ago 2018 . Actualizado a las 09:26 h.

El enrevesado culebrón político que afecta al presidente de EE.UU. sumó ayer un nuevo nombre. Se trata de Allen Weisselberg, director financiero de Trump Organization, y uno de los ejecutivos que autorizó el pago de 420.000 dólares al exabogado del magnate Michael Cohen, para así reembolsar el dinero que este había pagado previamente, para silenciar a las examantes de Trump, Stormy Daniels y Karen McDougal. Según The Wall Street Journal, esta información fue fundamental para elaborar la acusación contra Cohen.

Por ello, Weisselberg consiguió la inmunidad por parte de las autoridades federales. Lo que todavía no está claro es si el ejecutivo señaló también al presidente como instigador de los desembolsos, como confesó Cohen. De ser así, la situación para el republicano se complicaría teniendo en cuenta que Weisselberg (además de sus hijos Eric y Donald) es a quien el magnate otorgó el control de sus activos financieros y sus intereses empresariales, tras su victoria en el 2016. Cohen se declaró culpable el pasado martes de ocho delitos entre los cuales estaba el de financiación irregular de campaña, un cargo al que hizo copartícipe al presidente, desatando así la peor tormenta política a la que ha tenido que enfrentarse Donald Trump.

La inmunidad no solo le llegó a Weisselberg. Otro de los beneficiados por colaborar en las pesquisas fue David Pecker, amigo personal del neoyorquino y consejero delegado de American Media, empresa dueña del National Enquirer. Pecker también tuvo un papel protagonista en el intento de silenciar a las mujeres y, además, habría compartido con los fiscales datos que demostrarían que Trump era conocedor de los pagos.

Mucho se ha hablado en las últimas semanas sobre la actuación del National Enquirer en el tratamiento de este tipo de noticias. Associated Press reveló que la revista conservaba en una caja fuerte historias perjudiciales sobre Trump que no publicaban para no dañarle. Esta práctica, denominada «catch and kill», consistía en comprar los derechos exclusivos de la historia para sepultarla y así proteger al afectado o pedirle favores a cambio.

Burla contra Sessions

Mientras el lío de las examantes crece, Trump se desquita en las redes cargando contra la investigación del Rusiagate, que es la trama de la que beben estas pesquisas. Uno de los más perjudicados por los ataques del presidente ha sido su fiscal general Jeff Sessions a quien sigue echando en cara que se recusase de las investigaciones. «Jeff, investiga la corrupción del otro lado», insistió ayer el republicano con tono burlón. Paralelamente, el multimillonario acusó a las redes sociales de censurar la voz de «millones de personas» después de que Facebook y Twitter anunciasen la cancelación de centenares de cuentas y perfiles falsos provenientes de Rusia e Irán y cuyo objetivo era desinformar política y socialmente. «La gente debe decidir qué es real y qué no ¡Sin censura!», protestó Trump.

McCain, uno de los azotes del magnate, renuncia a pelear contra su cáncer

El senador republicano por Arizona John McCain decidió suspender el tratamiento contra el cáncer cerebral que padece. Así lo anunció ayer su familia a través de un comunicado en el que destacan que «el progreso de la enfermedad y el avance inexorable de la edad dan su veredicto». McCain, de 81 años, ha estado luchando contra un agresivo gliobastoma durante más de un año, por lo que el anuncio no presenta el futuro del estadounidense como algo esperanzador. «Amo a mi esposo con todo mi corazón. Dios bendiga a todos los que le han cuidado en este viaje», escribió poco después su mujer Cindy McCain, en Twitter.

A pesar de haber estado ausente en el Congreso desde que le detectaron la enfermedad, McCain mantuvo su voz alzada en los principales debates políticos de los últimos meses, casi siempre contra la postura del presidente. Es más, el pasado mes de mayo se filtró que en ningún caso quería que Trump asistiese a su funeral. «Su plan actual para su funeral es que el vicepresidente Mike Pence asista al servicio, pero no Donald Trump, con quien McCain ha tenido una relación difícil», publicó The New York Times. El senador proviene de familia de militares y de hecho él es un veterano de la guerra en Vietnam donde pasó más de cinco años como prisionero, un suceso del que se mofó Trump durante la campaña electoral.