Los rusos vuelven a la calle contra la reforma de las pensiones

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

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KIRILL KUDRYAVTSEV | afp

Protestas en Moscú y en varias ciudades del país

03 sep 2018 . Actualizado a las 07:41 h.

La promesa reciente de Vladimir Putin de suavizar la reforma de las pensiones para neutralizar el rechazo suscitado por el proyecto parece no haber calado entre los rusos. Al menos nueve mil personas en Moscú y varios miles más en otras ciudades del país, incluidas las localidades siberianas de Novosibirsk y Vladivostok, secundaron ayer las convocatorias de los comunistas y de otras formaciones de izquierda para detener el plan de subir la edad de jubilación.

La reforma, anunciada de tapadillo coincidiendo con los fastos del Mundial de fútbol, socava una de las mayores herencias del sistema soviético, ya que persigue elevar la edad de jubilación desde los 60 a los 65 años para los hombres y desde los 55 a los 63 para las mujeres. El anuncio desató ya en su momento protestas que hicieron mella en la popularidad del jefe del Kremlin, quien, acuciado por un descenso rapidísimo de su valoración personal en las encuestas, rebajó sustancialmente el alcance de la propuesta inicial.

La respuesta al anuncio se sintetiza en el texto de una de las pancartas exhibidas por los comunistas en Moscú. «No confiamos en Rusia Unida» [el partido de Putin], una consigna que iba acompañada por la imagen de un puño rojo golpeando a un oso polar, el logotipo de la formación oficialista. En la misma línea se expresó el dirigente comunista Gennadi Ziuganov en su intervención ante la multitud. Llegó a calificar de «canibalismo» la reforma y defendió subir la fiscalidad a los oligarcas para recaudar más en lugar de elevar la edad de retiro.

Es el primer asunto de política interna que pone a Putin entre la espada y la pared, ya que la necesidad imperiosa y urgente de hacer sostenible el sistema de pensiones en una sociedad cada vez más envejecida se da de bruces con que las encuestas más fiables, como las que realiza el Centro Levada, señalan que el 90 % de los rusos rechazan elevar la edad de jubilación.