La Justicia italiana ata de manos a la Liga al bloquear sus cuentas

maría signo ROMA / CORRESPONSAL

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DANIELE PANATO | efe

Le incauta 49 millones por desviar subvenciones electorales

07 sep 2018 . Actualizado a las 07:30 h.

La Liga, el partido ultraderechista de Matteo Salvini, tendrá que devolver 49 millones de euros de reembolsos electorales recibidos entre 2008 y 2010 y que fueron utilizados por el fundador de la formación, Umberto Bossi, y el extesorero Francesco Belsito de manera impropia. Así lo dictaminó ayer el tribunal de revisión de Génova, que confirmó de esta manera una sentencia dictada en 2017 que ordenaba el embargo del dinero.

El actual secretario y ministro del Interior, Matteo Salvini, se encuentra ahora con un grave problema ya que en la caja del partido hay tan solo 5 millones de euros y hasta ahora solo han podido recolectar otros tres. Además, la Guardia de Finanzas podrá quedarse con los futuros ingresos del partido hasta completar la cantidad de 49 millones. En la práctica es un bloqueo de cuentas que condiciona totalmente la actividad de la Liga.

Para evitar la quiebra del partido, que en estos momentos goza de un creciente arraigo entre el electorado, sus dirigentes llevan más de un año creando organizaciones paralelas. De esta manera, los inscritos residentes en el centro o en el sur de Italia lo hacen en una organización distinta de la del norte, hecho que ha sido denunciado por los medios de comunicación. Hace tan solo unos días algunos portavoces de la Liga planteaban la posibilidad de cambiar de nombre, eventualidad rechazada por Salvini.

Cuestión del pasado

«Es una cuestión del pasado, estoy tranquilo. Los abogados tomarán sus decisiones: si quieren quitárnoslo todo, que lo hagan. Los italianos están con nosotros», comentó el ministro. «Sigo trabajando. Los procesos y las historias del pasado que tienen que ver con hechos de hace ocho o diez años, no me apasionan», dijo en un intento de quitar importancia a la decisión del tribunal.

Los hechos se remontan al período entre 2008 y 2010 cuando la Liga presentó ante el Parlamento unas cuentas irregulares con el fin de obtener fondos públicos que acabaron en los bolsillos de la familia del fundador, Umberto Bossi, para su uso privado: una operación de rinoplastia, obras en su vivienda y el pago de los estudios universitarios en Albania de su hijo Enzo. La fiscalía de Milán investigó además al tesorero Francesco Belisto y encontró grandes sumas de dinero transferidas al extranjero, a Chipre y Tanzania, así como inversiones «irregulares», como la compra de diamantes, hasta un total de 49 millones de euros utilizados para actividades económicas diferentes de las políticas.

El escándalo provocó el cambio en la dirección de la Liga con la dimisión de Bossi y una renovación de los dirigentes. En el 2013 Salvini se convirtió en secretario y optó por un cambio en la línea política, más escorada hacia la ultraderecha y dejando atrás las ideas nacionalistas de independencia de la Padania, la rica región del norte de Italia.