Trump enfada a los republicanos al mentir sobre la cifra de muertos en el huracán de Puerto Rico

A. R. NUEVA YORK / CORRESPONSAL

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Un instituto alberga a los evacuados por el huracán
Un instituto alberga a los evacuados por el huracán JOE RAEDLE

Puso en duda el balance de 3.000 fallecidos por causa del huracán María

14 sep 2018 . Actualizado a las 07:28 h.

Donald Trump volvió ayer a enfadar a los pesos pesados del Partido Republicano. Lo hizo tras poner en duda el balance oficial de unos 3.000 fallecidos a causa del huracán María, que el pasado verano azotó la isla de Puerto Rico. «3.000 personas no murieron en los dos huracanes que golpearon Puerto Rico Cuando me fui de la isla, después de que la tormenta había golpeado, había entre seis y 18 muertos», escribió en Twitter.

Al mismo tiempo acusó sin pruebas a los demócratas de manipular los datos para hacerle «quedar mal». Con las elecciones legislativas a la vuelta de la esquina, varios de los candidatos republicanos y acérrimos defensores de Trump se apresuraron a desmentir al magnate, conscientes de la gravedad de su nueva falacia. «No estoy de acuerdo con el presidente, un estudio independiente dijo que miles de personas murieron y el gobernador Ricardo Roselló lo confirmó», protestó el gobernador republicano de Florida y aspirante al Senado, Rick Scott. El aspirante conservador a la Gobernación, Ron DeSantis, siguió la misma línea.. «He estado en Puerto Rico siete veces y vi la devastación de primera mano. La pérdida de cualquier vida es trágica y el resultado de María fue desgarrador», aseveró. Otro responsable republicano de Florida, Alan Levine, dio un paso más: «Señor presidente, cállese. Cualquier muerte, ya sea una o tres mil es una tragedia. Muestre compasión por las familias», reiteró en Twitter. Desde las filas demócratas, el senador Bill Nelson, rival de Scott la cita de noviembre, calificó los comentarios del multimillonario de «vergonzosos».

Donald Trump trató así de reescribir la historia de María, al mismo tiempo que los efectos del huracán Florence comenzaron a dejarse notar en la costa de las Carolinas. A pesar de que rebajó su fuerza a categoría 2 en la escala de Saffir-Simpson, el ciclón disminuyó la velocidad en su avance hacia tierra. Esto no es buena noticia, ya que esa lentitud implica más tiempo en un mismo lugar equivalente a más potencial destructivo.