El voto anticipado a las legislativas de EE.UU. se dispara

Adriana Rey NUEVA YORK / CORRESPONSAL

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JEFF J MITCHELL | afp

Trump acude al rescate de DeSantis, candidato republicano a gobernador de Florida, ante el tirón del demócrata Gillum

01 nov 2018 . Actualizado a las 08:46 h.

Las elecciones legislativas del próximo martes se presentan como unas de las más concurridas de la historia de Estados Unidos. Tal y como confirman los datos de votación anticipada, más de 23 millones de personas ya han emitido su sufragio por correo o presencial, en los 37 de los 50 estados que permiten hacerlo antes de la cita electoral. «Es algo extraordinario. Nunca hemos visto algo así en las tasas de participación en unas legislativas», dijo Michael McDonald, profesor de la Universidad de Florida y director de la plataforma US Elections Project. En concreto en 14 estados ya se ha superado el total de votos anticipados con respecto al 2016: Carolina del Norte, Delaware, Florida, Georgia, Indiana, Luisiana, Maryland, Minnesota, Montana, Nevada, Nuevo México, Tennessee, Texas y Virginia.

Según los expertos, si los patrones persisten, la tasa de participación podría aproximarse a la registrada en 1966 que fue del 48 %. Si se supera, entonces habría que remontarse a 1914, cuando la participación fue del 51 %. Nada que ver con la referente a los últimos comicios legislativos del 2014, cuya participación fue del 37 %. Los datos publicados hasta el momento desvelan además que se ha duplicado con respecto al 2014 el registro de electores blancos, así como un aumento de los independientes no afiliados a ningún partido, que tienden a ser más jóvenes o pertenecientes a minorías. Así, la participación de las comunidades afroamericanas, hispanas y otras minorías se ha triplicado, unas cifras que podrían ser beneficiosas para el Partido Demócrata ya que tanto los jóvenes como las minorías suelen inclinarse hacia sus políticas.

Duelo en Florida

Consciente de la dura batalla que tiene por delante, el presidente Donald Trump acudió anoche a uno de los estados clave, Florida, a donde tiene previsto volver el próximo sábado a sabiendas de que la votación anticipada no le está favoreciendo en este territorio. «En Florida hay una opción entre un hombre educado en Harvard y Yale llamado Ron DeSantis que ha sido un gran congresista y será un gran gobernador y un demócrata que es un ladrón», cargó Donald Trump en Twitter contra el candidato demócrata Andrew Gillum, apoyado por Barack Obama y el senador Bernie Sanders. «Como me decía mi abuela: ‘No pelees con un cerdo porque ambos os ensuciaréis, pero al cerdo le gustará», contestó el demócrata quien de momento le saca tres puntos a su rival, según RealClearPolitics.

Trump continuó ayer movilizando a sus bases con sus medidas contra los inmigrantes. Así, insistió en que acabará «de una forma o de otra» con el derecho a la ciudadanía por nacimiento, desvelando que su futura estrategia será llevar el caso al Tribunal Supremo, donde tiene mayoría de jueces conservadores. No dudó en arremeter contra el republicano Paul Ryan, presidente de la Cámara Baja, tras criticar dichos planes porque entran en contradicción con la Constitución. «Paul Ryan debería enfocarse en mantener la mayoría en vez de dar su opinión sobre algo de lo que no sabe nada», zanjó con desdén el presidente.

El fiscal especial del Rusiagate denuncia un complot para acusarle de abusos sexuales

Si los demócratas les arrebatan la mayoría a los republicanos en el Congreso, la trama rusa será una de las grandes amenazas para Donald Trump, al poder impulsar con facilidad procesos de investigación y hasta un impeachment (juicio político). A la espera de lo que ocurra en las urnas el próximo martes, el fiscal especial Robert Mueller continúa avanzando en la investigación presionando a diferentes testigos sobre las relaciones que el presidente tuvo con asesores supuestamente conocedores de los correos electrónicos pirateados al Partido Demócrata y filtrados a Wikileaks. Según The Washington Post, Mueller está centrado en cómo el exasesor de Trump Roger Stone habría coordinado con el portal de Internet la publicación de la información explosiva sobre Hillary Clinton. Las sospechas llegan incluso hasta Steve Bannon, a quien Mueller interrogó el pasado viernes. De demostrarse que Trump era conocedor de dicha información, tendría un gran problema porque en el pasado negó rotundamente estos hechos.

En paralelo, el fiscal especial denunció ante el FBI un plan para pagar a mujeres que hiciesen declaraciones falsas sobre supuestos abusos sexuales por parte de Mueller. «A las mujeres se les ofreció dinero para hacer denuncias falsas», confirmó el portavoz de la oficina del fiscal Peter Carr. El supuesto complot fue desvelado por un grupo de periodistas y una mujer no identificada que confirmaron que el abogado y activista republicano Jack Burkman, le había ofrecido 20.000 dólares «para hacer acusaciones de conducta sexual inapropiada y acoso en el lugar de trabajo contra Mueller».