Casado aventura que Andalucía es «el preámbulo de nuevas mayorías constitucionalistas»

M. C. C. REDACCIÓN / LA VOZ

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Villar López | Efe

Ábalos afirma que PP y C's «abren la puerta a la ultraderecha»

28 dic 2018 . Actualizado a las 08:11 h.

Andalucía se ha convertido en una especie de laboratorio de pruebas de lo que puede suceder en las numerosas citas electorales previstas, pero desde ópticas diferentes. La irrupción de Vox y su trascendencia en la composición de un nuevo gobierno se interpreta desde el PP como «el preámbulo de nuevas mayorías constitucionalistas». En cambio, para el PSOE, es el primer paso para «abrir las puertas de las instituciones a la ultraderecha», y la consumación de lo que los socialistas ya bautizaron como «el pacto de la vergüenza».

A Pablo Casado se le ve cómodo con esta nueva disposición del tablero. El jueves, en Pamplona, en la presentación de las candidatas del PP en las próximas elecciones al Gobierno foral, Ana Beltrán, y al Ayuntamiento, Carmen Alba, el líder del PP se mostró encantado del pacto alcanzado por los populares con Ciudadanos en Andalucía, porque «si hay un acuerdo entre los constitucionalistas por qué no va a haberlo en Navarra y en tantas autonomías, ciudades y provincias de España que lo que quieren es tener mejores políticas, y un partido al frente que respete la creación de empleo, la unidad de España y nuestro prestigio internacional», dijo sin citar expresamente ni a Ciudadanos ni, por supuesto, a Vox. El juego semántico continuó para definir la nueva mayoría parlamentaria en Andalucía como «el frente del cambio», que puede permitir la formación de un nuevo gobierno a mediados de enero, según los cálculos del líder del Partido Popular.

La bala de la indignación

Desde el PSOE, en cambio, intentan aprovechar la brecha que puede suponer la irrupción de un partido como Vox como socio de presente y probablemente de futuro del PP y Ciudadanos. «Pasarán a la historia por haber abierto la puerta a la ultraderecha» en Andalucía, afirmó categórico el secretario de organización del PSOE, José Luis Ábalos. «Estoy seguro de que muchos votantes moderados del centro derecha asisten indignados a la peligrosa senda que han abierto los inconscientes líderes del PP y Ciudadanos, y tomarán nota de ello de cara a próximas elecciones». Ábalos pidió reflexión a Albert Rivera sobre su posición, porque «dijeron que venían a regenerar la política y han terminado apoyándose en un partido de extrema derecha que defiende valores xenófobos, machistas y antieuropeos para conseguir un sillón».

La irrupción de Vox en el escenario andaluz despierta muchas susceptibilidades. La Coordinadora Andaluza de Oenegés (Caongd) expresó ayer su «preocupación» por la presencia de la formación de Abascal en el Parlamento al considerarla, como el PSOE, «un partido de ultraderecha de marcado discurso xenófobo, homófobo y machista».

Feijoo sobre Vox: «Lo importante es no defraudar las expectativas»

J. C.

El presidente de la Xunta ha valorado la situación política en Andalucía y ha puesto énfasis en destacar el acuerdo entre el PP y Ciudadanos, convencido de que Vox no va a ser un problema para que se produzca un cambio demandado por todos los partidos que se presentaron a las elecciones a excepción del PSOE. Para Feijoo, «lo importante ahora es no defraudar las expectativas de cambio», y que es al partido liderado por Santiago Abascal al que le corresponde «sumarse a este acuerdo». El líder gallego le ha pedido «coherencia» a Vox, ya que fue la formación que reclamó con mayor intensidad la salida de los socialistas del Gobierno andaluz tras 36 años de lo que, desde el respeto a la decisión de los votantes en las urnas, calificó como una «anomalía» política por la falta de alternancia.

Feijoo también criticó que el Gobierno haya cuestionado la bajada del impuesto de sucesiones que propone el pacto. Le parece bien que se avance en la «armonización fiscal» de España, pero no que se haga para torpedear el acuerdo en Andalucía.

El amargo trago de Susana Díaz

Julio Muñoz | Efe

La presidenta de la Junta, Susana Díaz -en la imagen junto al vicepresidente, Manuel Jiménez Barrios- entró ayer en el Parlamento de Andalucía con una forzada sonrisa y una cara de resignación ante lo que se le venía por delante. El primer paso para un cambio radical de Ejecutivo en el que el PSOE ha gobernado los últimos 36 años. «Ningún pacto de la vergüenza con la extrema derecha va a hacer que los andaluces renuncien a loq ue consiguieron dignamente el 28F», señaló, en referencia al referendo que abrió la puerta a un estatuto andaluz parecido al de las comunidades históricas. Díaz reiteró que no dejará la política y seguirá en la oposición.