Rescatando a Julen: el operativo ha conseguido terminar el pozo vertical

LA VOZ REDACCIÓN

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Se espera que en las próximas horas los mineros asturianos bajen y comiencen a cavar otro túnel horizontal hasta donde se cree que puede estar el niño

21 ene 2019 . Actualizado a las 22:35 h.

Los duros trabajos de perforación de los últimos días y horas han dado su fruto: el operativo de rescate ha conseguido llegar a los 60 metros previstos.  El siguiente paso será el encamisado, recubrir el interior del pozo vertical hasta esos 60 metros para que en las próximas horas se pueda hacer descender la cápsula en la que irán los mineros. El turno de estos especialistas llegados desde Asturias y con décadas de experiencia podría llegar de madrugada porque se calcula que el entubado durará unas seis horas.

La brigada de Salvamento Minero de Hunosa ya ha evaluado «los riesgos y tiene todas las soluciones previstas», ha explicado Juan López-Escobar, delegado del Colegio de Ingenieros de Minas del Sur.

Los mineros, que están esperando intervenir en las próximas horas, «siguen con la ilusión de poder sacar con vida a Julen, y esa esperanza les mueve, aunque no es sencillo», ha añadido a los periodistas López-Escobar, que se ha reunido con el director técnico de dicha brigada.

Una jaula construida para este trabajo (diseñada por el director técnico del Consorcio Provincial de Bomberos de Málaga, Julián Moreno, y fabricada por herreros del municipio malagueño de Alhaurín de la Torre) bajará a los mineros y al material por el túnel vertical. Toda la perforación contará «con instalaciones de aireación para tener una atmósfera limpia donde trabajar», ha señalado el delegado del Colegio de Ingenieros de Minas.

Después habrá «cuando menos dos hombres a esa profundidad, con el riesgo añadido del polvo y las complicaciones para respirar y de no conocer el estrato en el que van a estar, pero están dispuestos a todo y con la seguridad de que lo tienen todo previsto», ha añadido. Ha advertido, según señala Efe, que «hablar de tiempos es totalmente imprudente, y más cuando (la galería horizontal) tienen que hacerla a mano, y prevaleciendo siempre la salud del niño».

También ha explicado que la galería que excavarán tendrá unas dimensiones de un metro de ancho por 1,20 metros de alto y no será exactamente horizontal, sino «un poco ascendente para facilitar la caída de material».

El principal reto de la brigada minera será la dureza del terreno, lo que podría retrasar el rescate y obligarles a usar algún explosivo, que les permitiría remover el terreno mediante microvoladuras, ha señalado a Efe el que fuera jefe de esta brigada entre 2005 y 2009, Santiago Suárez García. «Esperemos que el terreno no tenga una dureza excesiva», ha señalado Suárez García, que confía en que tampoco sea desmaisado blando o inestable, porque eso les obligaría a entubar cada poco y retrasaría el rescate.

En una mina, la brigada avanzaría unos cinco metros, la distancia que separa ambos pozos, en unas siete horas, «pero esto no es carbón», ha reconocido el exbrigadista, que no se arriesga a predecir cuánto pueden tardar en conectar ambos extremos.

Un trabajo complicadísimo y sin antecedentes 

La perforación del pozo se ha conseguido después de haber sometido a la máquina a unos trabajos de mantenimiento y después de volver a encontrarse con roca muy dura. El coordinador del equipo, Ángel García, delegado del Colegio de Ingenieros de Caminos de Málaga, ha explicado que durante las últimas horas ha continuado la perforación «en unas condiciones de trabajo extremas y con unos materiales de una dureza enorme».

Cuando a primera hora de la mañana la máquina ha llegado a los 52 metros, se ha decidido que la perforadora «tuviera un mantenimiento y unos cambios de los mecanismos con los que trabaja una máquina tan compleja», informa Efe. «Estamos a una cota tan profunda y en unas condiciones tan difíciles de trabajo, que ésta y cualquier máquina de estas características que hay en el mercado, que no son tan habituales, tendrían las mismas condiciones después de tantas horas trabajando y sobre todo con los materiales que nos estamos encontrando», ha añadido García.

Después de ese mantenimiento, el trabajo se ha retomado y alcanzó los 53 metros sobre la una de la tarde, según el coordinador, que ha señalado que se seguirá «luchando y trabajando con mucho esfuerzo y con mucho ánimo de todo el equipo para alcanzar cuanto antes la cota a la que se quiere llegar y poder comenzar los siguientes trabajos de encamisado y ejecución de la galería».

Apoyo psicológico

El equipo de psicólogos que acompaña a la familia de Julen intenta por su parte controlar y regular las emociones de los parientes ante la incertidumbre por el rescate del pequeño y en unas circunstancias que son excepcionales.

Francisca Ruiz, vicedecana del Colegio de Psicólogos de Andalucía Oriental, ha explicado a Efe que, desde que el pasado día 13 fueron activados por el servicio de emergencias 112 Andalucía, dos especialistas están permanentemente con los padres del niño y sus familiares y se van rotando entre los diferentes compañeros.

Ruiz ha afirmado que su trabajo consiste en canalizar las emociones que van surgiendo, «de la manera más adecuada», para que no se distorsione aún más la situación.

De esta forma, pretenden prevenir posibles trastornos posteriores, como el estrés postraumático o crisis crónicas de ansiedad.

La vicedecana ha señalado que se están encontrando con «muchos picos» de emociones, a raíz de las noticias que llegan por parte de los técnicos con respecto al rescate, y su labor es «regular esos picos y que puedan estar lo más serenos posible para manejar la situación».