La guerra abierta en la Asociación Nacional del Rifle provoca la caída de su presidente

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

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Los miembros de milicias a su llegada a la convención anual de la Asociación Nacional del Rifle (NRA) en Indiana
Los miembros de milicias a su llegada a la convención anual de la Asociación Nacional del Rifle (NRA) en Indiana BRYAN WOOLSTON | Reuters

Oliver North, implicado en el Irangate, dimite tras ser acusado de extorsión

29 abr 2019 . Actualizado a las 09:59 h.

La Asociación Nacional del Rifle (NRA) está acostumbrada a luchar contra sus opositores, que no dudan en criticar su inflexible defensa del derecho a la tenencia de armas en Estados Unidos, pero la organización se enfrentó este fin de semana en su convención anual al peor de sus enemigos: sus propios miembros.

Oliver North, implicado en el escándalo Irancontra, anunció el sábado que no buscará su reelección para un segundo período como presidente de la NRA, tras anunciar que había sido obligado a retirarse del cargo por la directiva del lobby tras fracasar su intento de destituir al director general de la NRA en medio de la creciente división sobre las operaciones financieras y mediáticas del grupo de presión.

«Por favor sepan que esperaba estar hoy ante ustedes como presidente de la NRA con apoyo para la reelección. Ahora me informan que eso no sucederá», dijo North en un comunicado leído ante la convención anual por Richard Childress, primer vicepresidente de la organización.

Implicado en el Irangate

En los años 80 durante la presidencia de Ronald Reagan, North fue el principal implicado en uno de los mayores escándalos de la historia del Ejército, el Iráncontra o Irangate, que destapó la venta de armas a Irán (prohibidas por la guerra que mantenía entonces con el Irak de Sadam Huseín), para financiar a la contra nicaragüense, la guerrilla de ultraderecha que se oponía al nuevo Gobierno sandinista.

North abandonará su cargo este lunes, día en el que expira su mandato anual, tras ser acusado de extorsión por el consejero delegado de la NRA, Wayne LaPierre. El escándalo comenzó hace unos días, tras conocerse que North amenazó con entregar a la junta directiva una carta en la que se detallaban casos de abusos sexuales, sin nombrar a los acusados, si LaPierre no dimitía.

En el epicentro del conflicto entre ambos se encuentra una batalla legal entre la NRA y la compañía Ackerman McQueen, que opera el servicio televisivo del grupo, y estrechamente relacionada con North. La NRA sospecha que el medio ocultó información sobre su hoja de gastos del dinero que la asociación les entrega anualmente.