Una amenaza de okupación descubre el cadáver de un varón que llevaba un año momificado

M. C. C. LA VOZ

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Portal del edificio del distrito madrileño de Puente Vallecas donde apareció el cadáver momificado de un hombre
Portal del edificio del distrito madrileño de Puente Vallecas donde apareció el cadáver momificado de un hombre Víctor Lerena

Más de un millón de personas mayores viven solas en España

07 may 2019 . Actualizado a las 17:04 h.

Una casa situada en el distrito madrileño de Puente Vallecas se convirtió durante un año en la inesperada tumba de Santiago, un ingeniero de 70 años cuyo cadáver momificado fue localizado la pasada semana por una casualidad. No estaba casado, tampoco tenía hijos y apenas se relacionaba con la gente del barrio. Padecía una enfermedad mental -era esquizofrénico- y sufría el síndrome de Diógenes. Murió por causas naturales sobre una silla, en la que lo encontraron rodeado de basura. Y probablemente allí permanecería si unos okupas no hubiesen intentado acceder a la vivienda.

Más de un millón de mayores viven solos en España, una estadística que engorda cada día. Es un fenómeno global, incluso una epidemia en países como Japón, donde se calcula que el 5 % de la muertes que se producen en el país se registran en soledad forzosa. Se ha bautizado como Kodokushi o muerte solitaria, un fenómeno que se comenzó a estudiar a finales del pasado siglo y que responde al envejecimiento progresivo de una población y a la pérdida de los vínculos familiares. No era el caso de Santiago. Tenía algunos, pero apenas contactaba con ellos.

Una aparición inesperada

Santiago poseía una casa en la sierra madrileña y sus vecinos pensaban que se encontraba allí. «No sospechábamos nada. Él tenía esquizofrenia desde joven y se metió en su mundo y al final solo salía de noche, cuando no había gente. Pero no causaba problemas y le queríamos todos», explicaba a Efe una vecina de la barriada.

Y así podrían seguir las cosas si no hubiese producido una aparición inesperada. Un grupo de personas contactó con los vecinos para preguntar si la vivienda estaba vacía. Tenían la intención de ocuparla. Los propietarios, alertados por el hecho, convocaron una junta y decidieron ponerse en contacto con una prima del hombre. Tras localizarla, ella confirmó que Santiago no estaba en la sierra.

El pasado miércoles, este familiar acudió con la Policía Nacional y los bomberos al inmueble. Introdujeron una microcámara pero no pudieron ver nada esclarecedor en el interior a causa de la basura acumulada. Finalmente decidieron entrar. Localizaron el cuerpo momificado de Santiago en una de las estancias de la casa. Llevaba un año sobre una silla, sin signos de violencia.

Hoy todavía se podían ver a operarios del servicio de limpieza retirando decenas de bolsas repletas de basura. Se trata del segundo cadáver hallado en una vivienda en Madrid en las últimas semanas sin que vecinos ni familiares se percataran. El olvido es el peor de los finales.