El hijo mayor de Trump acepta comparecer ante Senado para hablar sobre Rusia

La Voz REDACCIÓN

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Donald Trump Jr, el hijo del presidente de los Estados Unidos
Donald Trump Jr, el hijo del presidente de los Estados Unidos Joshua Roberts | Reuters

Es la primera citación que se emite contra un hijo del presidente estadounidense

15 may 2019 . Actualizado a las 12:56 h.

Donald Trump Jr., el hijo mayor del presidente estadounidense, ha aceptado comparecer ante el Comité de Inteligencia del Senado de Estados Unidos tras alcanzar un acuerdo con los legisladores para hablar de sus contactos con los rusos, informaron medios de comunicación.

De acuerdo a ese pacto, Donald Trump Jr. testificará entre dos y cuatro horas a mediados de junio y las preguntas se centrará en cinco o seis temas relacionados con sus contactos con los rusos. Tras esa comparecencia, el hijo del mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, no tendrá que volver a testificar ante el Comité de Inteligencia del Senado, según los términos del acuerdo.

El pasado 8 de mayo, ese comité emitió una citación judicial para forzar a Donald Trump Jr. a testificar sobre sus contactos con los rusos, entre sospechas de que podría haber mentido a los legisladores sobre ese tema.

La citación judicial es la primera que el Congreso de EE.UU. emite contra un hijo del presidente estadounidense, y confirma que la rama legislativa mantiene abierta su indagación sobre la presunta injerencia rusa en las elecciones de 2016, después de que el fiscal especial Robert Mueller concluyera su propia pesquisa.

El comité, de mayoría republicana, quiere que Donald Trump Jr. vuelva a testificar ante ellos, a puerta cerrada, sobre las circunstancias que rodearon el encuentro que mantuvo con la abogada rusa Natalia Veselnitskaya, el 9 de junio de 2016 en la Torre Trump de Nueva York.

El encuentro en la Torre Trump -al que también asistieron el yerno del ahora presidente, Jared Kushner, y su entonces jefe de campaña, Paul Manafort- centró parte de la investigación de Mueller, pero él concluyó que no había pruebas de que la campaña republicana hubiera colaborado con Rusia en su presunta injerencia electoral.