La UE aborda hoy la reforma del euro sin salvar el escollo del reparto de cargos

La Voz DATA / AGENCIAREDACCIÓN / LA VOZ

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Los populares insisten en su «apoyo inquebrantable» a Weber para la Comisión

21 jun 2019 . Actualizado a las 07:31 h.

El asunto capital de la cumbre de la Unión Europea que se está celebrando en Bruselas es el reparto de cargos en las instituciones europeas, pero serán las cuestiones económicas las que centren la segunda jornada de la reunión. Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE abordarán hoy el acuerdo cerrado la semana pasada por el Eurogrupo con medidas para blindar la eurozona ante futuras crisis, en particular un embrionario presupuesto para el área de la moneda única.

El euro será el eje principal de la segunda jornada después de que la tarea de elegir los cargos no se cumpliese ayer, al cierre de esta edición, por lo que debería abordarse también hoy o necesitar una nueva cumbre.

Durante la tarde, los líderes del Partido Popular Europeo dejaron claro que están unidos en el respaldo al alemán Manfred Weber, cabeza de lista de esa formación en la carrera por ocupar la futura presidencia de la Comisión Europea (CE), a quien reiteraron su «apoyo inquebrantable». Su nombramiento parece, sin embargo, inviable dado el rechazo del resto de familias políticas con representación en el Parlamento.

Escaso optimismo

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, se mostró «más cauto que optimista» sobre las perspectivas de concluir con éxito la reunión de mandatarios europeos. Lo dijo a través de Twitter poco antes del inicio de la cumbre, después de reunirse en privado con los pesos pesados: el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y la canciller alemana, Angela Merkel.

Además del liderazgo de la CE, en la mesa de negociación están las presidencias del Consejo y del Parlamento Europeo, así como el cargo de responsable de la política exterior comunitaria y el del jefe del Banco Central Europeo.

La jornada de ayer sirvió para dar luz verde a la extensión de las sanciones económicas a Rusia por el conflicto en Ucrania, que expiraban el 31 de julio, durante un período de seis meses tras constatar la falta de avances en el cumplimiento de los Acuerdos de Minsk. Polonia trató de lograr, una vez más sin éxito, que los Veintiocho extendieran las sanciones durante un período más largo, de un año, una idea que ya fue rechazada en el pasado por el resto de socios.

La UE volvió a fracasar, en cambio, en su intento de fijar el año 2050 como plazo para lograr que el bloque alcance la neutralidad climática y fue debido a la oposición de Hungría, Polonia, República Checa y, en cierta medida, de Estonia. Budapest, Varsovia y Praga se opusieron a incluir esta meta a mitad de siglo en el texto de conclusiones, que debe ser aprobado por unanimidad, porque consideran que dicha transición supondrá demasiados costes económicos, provocará el cierre de muchas fábricas y la pérdida de muchos empleos y la UE perderá competitividad. La referencia a 2050, en cualquier caso, ha sido finalmente incluida en un pie de página apoyado por una «amplia mayoría» de Estados miembros.

Cuestiones económicas

Sobre la mesa de los líderes estará hoy el acuerdo cerrado la semana pasada por sus ministros de Economía y Finanzas, que sentó las bases para crear por primera vez un presupuesto específico para la eurozona, pero dejó abiertas cuestiones fundamentales, en particular, el modo en que se financiará. Los países del euro podrán usar estos fondos para financiar reformas estructurales o inversiones con el fin de mejorar la competitividad y reducir las divergencias económicas entre los Estados, y deberán costear una parte de los proyectos.