Vincent Lambert, símbolo de la lucha por una muerte digna, ha fallecido

U.R. REDACCIÓN

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El tetrapléjico francés ha muerto nueve días después de que los médicos lo desconectaran

11 jul 2019 . Actualizado a las 13:54 h.

Vincent Lambert, el francés tetrapléjico en estado vegetativo desde hacía más de una década, falleció este jueves, nueve días después de que el equipo médico del hospital de Reims iniciara el protocolo para retirarle la alimentación e hidratación artificiales. A sus 42 años y, después de que su vida se truncara en un accidente de tráfico en septiembre de 2008, su lucha ha terminado. 

Su caso se había convertido en Francia en símbolo del debate en torno a la muerte digna y mantenía enfrentada a su propia familia: sus padres, fervientes católicos, han luchado para que se mantuviera su tratamiento, y su mujer y tutora legal, Rachel Lambert, era contraria al ensañamiento terapéutico.

El equipo médico que lo trataba decidió retirarle la alimentación e hidratación artificiales que lo mantenían con vida el martes de la semana pasada. Era la tercera vez que comenzaban el proceso. 

Vincent Lambert llevaba diez años en estado vegetativo. Un accidente de tráfico en septiembre del 2008 lo dejó tetrapléjico y en coma. Ahora ha muerto en esa tercera desconexión. Hace menos de dos meses los médicos apagaron, de nuevo, las máquinas que lo alimentaban e hidrataban. Es decir, comenzaron el llamado «protocolo de fin de vida», que incluye una «sedación profunda y continuada» hasta su muerte. Cuando todo parecía acabado, el tribunal de Apelaciones de París ordenó que le fuera restaurado el tratamiento. En una nueva vuelca de tuerca, el Supremo anuló esa decisión. 

Este enfermero de 42 años no había dejado constancia de sus deseos en vida así que, durante la última década, su familia se ha enfrentado para decidir su futuro. Su mujer, Rachel Lambert, su sobrino y cinco de sus hermanos, lucharon para seguir los consejos del equipo médico y poner fin a lo que denominan un «encarnizamiento terapéutico». Sus padres, Pierre y Viviane Lambert, católicos tradicionalistas, junto a otros dos hermanos, removieron cielo y tierra para evitar la desconexión. 

Según los médicos, este hombre, tetrapléjico y en estado vegetativo, sufría lesiones cerebrales «irreversibles». Aunque podía respirar por sus propios medios, su salud se deterioraba lentamente y sin esperanza de recuperación. Además, mantenían que su estado no dejaba «ningún acceso posible a la consciencia».

Ahora, Lambert ya descansa en paz, pero la decisión de los padres de no presentar nuevos recursos para intentar reanudar los tratamientos no significa que la batalla entre ambos bandos haya terminado.

El letrado Jean Paillot, representante de los padres, sostuvo en unas declaraciones divulgadas este lunes por la emisora France Info que, llegado el momento, «los responsables de la muerte de Vincent Lambert» tendrían que «rendir cuentas».

De hecho, el abogado indicó que este pasado viernes presentaron ya una denuncia ante la Fiscalía de Reims contra el doctor Vincent Sánchez y su equipo de cuidados paliativos por «tentativa de homicidio voluntario».