Iglesias lanza una consulta a sus bases para presionar más a Sánchez

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

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Pablo Iglesias
Pablo Iglesias RAFAEL MARCHANTE | Reuters

Teresa Rodríguez tilda la pregunta de «tendenciosa» y de un «insulto a la inteligencia»

13 jul 2019 . Actualizado a las 00:02 h.

A diez días de la primera votación de investidura, la partida de póker político entre el PSOE y Unidas Podemos continúa. Al último movimiento táctico del presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, que se muestra dispuesto a incorporar al Ejecutivo a figuras de Podemos o de sus confluencias siempre que tengan un carácter exclusivamente técnico y no formen parte de la dirección del partido, lo que excluye expresamente una vicepresidencia del Gobierno para Pablo Iglesias, el líder del partido morado ha contestado con otra medida que trata de presionar a los socialistas: someter su voto en la investidura a la consulta a las bases del partido.

Consulta ganada de antemano

El referendo interno que plantea Iglesias para reforzar su posición en la negociación durará hasta el próximo jueves 18, aunque los contactos se seguirán manteniendo durante este período. La pregunta que se formula es «¿Cómo deben votar las diputadas y diputados de Podemos?». Y, ante ella, se plantean dos posibles respuestas. La primera, y la que apoya la dirección del partido es: «Para hacer presidente a Pedro Sánchez, es necesario llegar a un acuerdo integral de Gobierno de coalición (programático y equipos), sin vetos, donde las fuerzas de la coalición tengan una representación razonablemente proporcional a sus votos». La otra, sin embargo, se formula en unos términos que implicarían someterse al PSOE. «Para hacer presidente a Pedro Sánchez (ya sea mediante el voto a favor o la abstención), basta con la propuesta del PSOE: un Gobierno diseñado únicamente por el PSOE, colaboración en niveles administrativos subordinados al Gobierno y acuerdo programático». Se trata de un claro intento de presión a Sánchez, ya que se da por hecho que ganará opción defendida por el propio Iglesias, al que el Gobierno acusa de ser el principal obstáculo para el acuerdo por su empeño personal en ser designado vicepresidente del Ejecutivo.

En Unidas Podemos ha sentado muy mal la jugada de Sánchez, que deja claro que no se fía de Iglesias pero, ante el temor real de que se llegue a una repetición de las elecciones, se abre a incorporar figuras «de perfil técnico» de Podemos o sus confluencias. Algo que, aunque constituye un avance sobre su negativa anterior, deja fuera no solo a Iglesias, sino también a dirigentes como Irene Montero o Pablo Echenique. «Es una idiotez», fue la abrupta respuesta de Iglesias a la oferta. Según el líder de Podemos, «en democracia gobierna quien se presenta a las elecciones y quien tiene el apoyo de los ciudadanos», no los «tecnócratas». Por ello, insistió en que las negociaciones deben ser «integrales», abordando el programa y los nombres del Ejecutivo. «No creo que cometa la irresponsabilidad de llevar a España a elecciones para tener todos los sillones para él y por establecer una serie de vetos a su socio», dijo, devolviendo el argumento.

El Gobierno señala a Iglesias

Pero los socialistas tratan de dejar en evidencia a Iglesias. La vicepresidenta en funciones, Carmen Calvo, insistió en que contemplan «todos los escenarios», pero añadió que «los nombres importan muy poco, salvo el del presidente». Y cargó contra Iglesias confirmando que en el 2016 dijo: «O soy vicepresidente o voto en contra, y lo hizo». La portavoz del Ejecutivo, Isabel Celaá, no puso objeción a la consulta, pero incidió en que primero se debe negociar «el qué» y después «el quién», porque, según dijo, no es una cuestión de «egos personales», en referencia a Iglesias. Y aclaró que, cuando se dice que Sánchez contempla «todos los escenarios», se incluye la posibilidad de ministros de Podemos, pero también que PP y Cs acaben absteniéndose.

Teresa Rodríguez tilda la consulta de «tendenciosa»

La coordinadora de Podemos en Andalucía, la siempre a contracorriente Teresa Rodríguez, arremetió este viernes contra la consulta. A través de su cuenta de Twitter, Rodríguez anunció que se niega a participar en la misma: «No voy a votar en la consulta sobre el pacto de gobierno con el PSOE».

Mediante una sucesión de tuits lanzados claramente en contra de la postura de la dirección nacional de Podemos, Teresa Rodríguez argumenta que la pregunta, «tal y como está planteada, es abiertamente tendenciosa, olvida otras opciones posibles y es, lamentablemente, un verdadero insulto a la inteligencia que denota falta de confianza en los argumentos que se tienen para defender un pacto a toda costa». 

Errores de forma y fondo

La líder anticapitalista subrayó que la consulta está mal planteada tanto en la forma como en el fondo. «Por la forma: Las opciones son abiertamente tendenciosas. La pregunta debería ser: pacto de gobierno con el PSOE sí, no o abstención, y dar los detalles del pacto que se somete a consulta», explicó.

Tampoco está de acuerdo Teresa Rodríguez con el fondo de la propuesta de referendo entre las bases de Podemos. «Importa el para qué, si no hay derogación de las reformas laborales, de la ley mordaza, del 135, de la Lomce, si no hay lucha contra el cambio climático si no hay derogación de la austeridad; solo servirá para regalarle nuestros logros y asumir las contradicciones de un PSOE históricamente habituado a defraudar», augura la dirigente anticapitalista.

No es esta la primera ocasión en que la coordinadora de Podemos en Andalucía planta cara abiertamente al secretario general de la formación, Pablo Iglesias, que tiene en Andalucía uno de los principales focos de resistencia a su personalista forma de dirigir un partido fundado en su día como antisistema.

Tras lanzar su desafío a Iglesias, Rodríguez recalca su deseo de plantear las diversas opiniones con claridad: «Espero sinceramente estarme equivocando, pero no será por no haber planteado mis argumentos con claridad y sin trampas».

El PNV cree que el PSOE y Unidas Podemos tendrán que «tragarse algún sapo» 

g. B.

Una vez más, el PNV aparece como una figura clave en las negociaciones para sacar adelante la investidura. Los nacionalistas vascos no ponen objeciones a ninguna de las fórmulas de Gobierno que se están planteando, incluido un Ejecutivo de coalición ente el PSOE y Unidas Podemos, pero creen que será difícil «construir» un Gobierno empezando por el reparto de cargos. El portavoz del PNV en el Congreso de los Diputados, Aitor Esteban, estimó que reconducir las negociaciones y superar el actual bloqueo va a exigir «tiempo, esfuerzo y tragar algún sapo a uno y a otro, si es que quieren llegar a un acuerdo y si, verdaderamente, al final hay una voluntad». Pidió en todo caso que ninguno utilice al PNV «para mejorar sus posiciones frente al otro», en referencia a las afirmaciones de dirigentes socialistas de que los nacionalistas vascos se oponen a que Podemos pueda tener ministros y las de Iglesias afirmando que no tienen inconveniente». «Que negocien entre ellos, y nosotros ya tomaremos luego la decisión que con respecto al PNV consideremos que es la más conveniente», señaló Esteban. 

Casado carga contra Sánchez

El líder del PP, Pablo Casado, cargó contra Pedro Sánchez, al que acusó de no hacer «ningún esfuerzo» desde que ganó las elecciones para desbloquear la investidura. «La responsabilidad es solo suya», señaló, y advirtió de que no puede culpar al PP, que es un partido que está en «las antípodas» del PSOE, por no abstenerse para facilitar su elección. Y más, cuando tras las autonómicas y municipales «ha elegido» a sus socios, Podemos y los nacionalistas y gobierna con ellos en la Diputación de Barcelona, Badalona, Castelldefels o Navarra. Casado cree que Sánchez va a tener «difícil» explicar cómo pretende gobernar en solitario con un resultado «tan limitado», de 123 escaños, y «sin dar cabida a otras formaciones políticas en su gobierno». Recordó que el líder del PSOE «ha rechazado un Gobierno de coalición» con Podemos, «no le ofrece tampoco nada concreto» a Ciudadanos y «solo pide una abstención táctica y técnica» al PP y Cs para que se le «deje gobernar con sus alianzas habituales».