El socialista Costa, claro favorito a un mes de las generales en Portugal

Begoña Íñiguez LISBOA / CORRESPONSAL

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El primer ministro portugues, António Costa, podría prescindir del apoyo del Bloco de Esquerda tras los comicios, según los sondeos
El primer ministro portugues, António Costa, podría prescindir del apoyo del Bloco de Esquerda tras los comicios, según los sondeos ANTONIO CARRAPATO | EFE

Los sondeos sitúan al actual primer ministro a las puertas de la mayoría absoluta

08 sep 2019 . Actualizado a las 09:40 h.

A un mes de las legislativas en Portugal, que se celebrarán el próximo 6 de octubre, el jefe del Gobierno de Lisboa, el socialista António Costa, es el claro favorito para ganarlas con holgura, sin sobresaltos ni amenazas de partidos de extrema derecha, como en el resto de Europa, y continuar dirigiendo los destinos del país sin apoyos de la izquierda, como ha ocurrido durante los últimos cuatro años con la denominada geringonça, ni de la derecha, en el denominado Bloco Central.

Las últimas encuestas difundidas, como la de Pitagórica, para Jornal de Notícias y TSF, sitúan a Costa a las puertas de la mayoría absoluta, con un 43,6 % de intención de voto y una subida ininterrumpida de casi siete puntos en los últimos meses, desde el 37,2 % que se registraba a su favor el pasado abril. Ese mismo sondeo prevé una caída en picado del centroderecha, encabezado por Rui Rio, que se quedaría con poco más del 20 % de los sufragios, lo que de cumplirse sería el peor resultado en unas legislativas del PSD. 

Riesgo de caída

«Queda mucho tiempo para las elecciones y todavía no ha comenzado la campaña electoral», declara el director del Jornal de Notícias, Domingos de Andrade. «Todas las encuestas y estudios de opinión publicados hasta la fecha sobre las próximas generales le dan a António Costa una holgadísima victoria, que podría llegar a ser de mayoría absoluta en el Parlamento, como se ve en el último estudio de opinión de Pitagórica», reitera. Andrade sostiene que si Rui Rio, el exalcalde de Oporto, apenas logra superar el 20 % de los votos, «tendría un resultado pésimo, sobre todo si tenemos en cuenta que su partido, el PSD, ganó con Passos Coelho las últimas elecciones, del 2015, recién terminado el rescate».

Luisa Meireles, directora de información de la Agencia Lusa de Noticias, afirma que «si el 6 de octubre Rio obtiene unos resultados tan malos como determinan los últimos sondeos, se verá obligado a dimitir por la gran corriente interna de protestas que tiene». Esta opinión es compartida por Domingos de Andrade. Aunque Meireles advierte que «es muy posible que en este mes que falta para las elecciones, y sobre todo el día de la cita con las urnas, Rio consiga movilizar a parte de su electorado partido», afirma. 

Abstención y mayoría absoluta

La abstención es otra de las bazas que tienen en cuenta los partidos. En las últimas citas electorales no ha parado de subir, hasta alcanzar el 43 % en las últimas generales, del 2015. «Si se produce una alta abstención, como se prevé, el gran perjudicado va a ser, con total seguridad, Rui Rio, no Costa», señala De Andrade, quien añade que «los votantes más indecisos y descontentos son los del centroderecha, una gran mayoría de ellos no se identifican con Rio y es probable que ese día se queden en casa o incluso voten a Costa, que ha ocupado el centro político, que quedó huérfano con el liderazgo de Passos Coelho».

Otra de las claves de las próximas legislativas en Portugal será «si António Costa obtiene o no la mayoría absoluta», afirma Luisa Meireles. «La estrategia de Costa está siendo conseguir esa mayoría absoluta para no depender de apoyos de la izquierda, sobre todo, con el Bloco de Catarina Martins, ni de la derecha con Rio, que no parece probable, por las últimas declaraciones de ambos», dice. Aunque, si el actual primer ministro se queda a las puertas de esta holgada mayoría, «su aliado será una vez más el Bloco de Esquerda, que incluso defiende los logros del Gobierno de Costa durante esta legislatura, en los debates televisivos preelectorales», avanza el director del Jornal de Notícias.

El CDS de Cristas, a la deriva, y el PAN, en alza 

Además del PS de Costa, el PSD de Rio y el Bloco de Esquerda de Catarina Martins, otras dos formaciones políticas, de las 21 que se presentan el 6 de octubre a las urnas, suscitan el interés de los analistas y periodistas lusos, por diferentes motivos: el CDS-PP, de la conservadora Assunçao Cristas, y el PAN (Partido Animales y Naturaleza) de André Silva. Las últimas encuestas no auguran un buen resultado para el CDS-PP, que no llegaría al 5 % de los votos, situándose en quinta posición, por detrás del PCP (Partido Comunista Portugués) de Jerónimo de Sousa. «El cambio de estrategia de Cristas no ha dado buenos resultados, ni la mala gestión de la reciente crisis de los profesores y la pésima campaña para las últimas europeas», señala Luisa Meireles. Para Domingos de Andrade, «Cristas no ha conseguido quitarse de encima haber sido una de las caras visibles del Gobierno de Passos Coelho y Portas, los años de la Troika, y le puede pasar factura en estas elecciones».

La otra cara de la moneda está en el emergente PAN, que podría llegar al 4 % de los votos «o incluso superarlo, si muchas personas jóvenes de clase media lo votan por opción o incluso en señal de protesta», declara la directora de información de la Agencia Lusa. «Está claro que esta larga precampaña se está caracterizando por mucha más presencia de los principales candidatos en los medios de comunicación, concediendo entrevistas en todos los formatos para ganar más presencia», añade Meireles. 

Mejor que hace cuatro años

Al preguntarles sobre si Portugal está mejor ahora que hace cuatro años, tanto De Andrade como Meireles coinciden en que la macroeconomía está mejor, las personas son más optimistas, se han duplicado las exportaciones y hay menos paro. La directora de la Agencia Lusa afirma categórica que no tiene dudas de que «el país está mucho mejor que hace cuatro años». Mientras que el director del JN es más cauto: «Los portugueses tienen la percepción de que el país está mejor porque se le ha devuelto gran parte de lo que se le retuvo durante el rescate, han aumentado las exportaciones y la confianza internacional, y hay más trabajo y optimismo. Es la percepción que se siente en la calle», concluye.