La periodista agredida en la Diada: «Nunca habíamos llegado tan lejos»

José Antonio Guerrero BILBAO/COLPISA

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Cuando trabajaba delante del Parlament unos encapuchados le lanzaron una piedra, líquidos y basura

13 sep 2019 . Actualizado a las 12:05 h.

Ángela García Romero, periodista barcelonesa de 28 años de TVE, se ha convertido en protagonista involuntaria de las noticias. Las imágenes de la agresión sufrida la noche del miércoles mientras cubría en directo una concentración alternativa frente al Parlament en el marco de la Diada se han hecho virales. Unos encapuchados le arrojaron líquidos y basura y le dieron una pedrada en la cabeza, y a Ricardo, el cámara que la acompañaba, le rompieron de una patada el trípode y le lanzaron agua y cerveza que ha dañado el equipo. Ayer, con un chichón en la cabeza, Ángela volvió a coger el micro.

—¿Cómo se encuentra?

—Tengo un chichoncito en la cabeza, es pequeño, pero lógicamente me duele si me lo toco, pero nada importante. Me pillas yendo al consultorio médico de la tele…

—¿Se ha recuperado del susto?

—Estamos bastante acostumbrados a que nos insulten, a que nos increpen con el famoso «prensa española, manipuladora» , pero nunca habíamos llegado tan lejos. Tienes el shock del momento, pero ya estamos acostumbrados a trabajar con cierta tensión.

—¿Fue a trabajar al día siguiente?

—Sí, si hubiese querido, lógicamente, me podría haber cogido el día. Pero estoy bien. Cuando llegué a casa vi que mi teléfono personal estaba llenísimo de wasaps. Realmente impresiona. Cuando pasan estas cosas sale todo lo bueno de la profesión…

—¿Cómo ocurrió?

—Fue al final de una cobertura en directo para el Centro Territorial de TVE en Cataluña. Hicimos tres horas y media de especial informativo. Fue justo en la última conexión, ya casi a las ocho de la tarde, y estábamos cubriendo una concentración que se había convocado a través de las redes sociales. Ni siquiera estábamos en primera línea. Estuvimos toda la tarde allí haciendo directos sin problema, hasta que un grupo aislado de encapuchados bastante jóvenes se fueron calentando y vinieron a por nosotros. Nos empezaron a tirar agua, cerveza y todo tipo de líquidos; la peor parte se la llevó mi compañero. Fue muy triste ver cómo le rompían el trípode por la mitad de una patada.

—Los dos aguantaron el tirón.

—Estamos acostumbrados a trabajar con tensión, con gente que te mira , que te pasa una bandera por encima, que te molesta con un puntero láser... No éramos muy conscientes de lo que pasó hasta que vimos el vídeo.

—¿Estos ataques amenazan la libertad de prensa?

—Secundo lo que ha dicho el Consejo de Informativos de TVE. No hay democracia sin periodismo. Yo respeto a todo el mundo y en la libertad de expresión está que ellos puedan decirme que no les gusta mi medio de comunicación… De ahí a que no pueda hacer mi trabajo…