Johnson propone un acuerdo del «brexit» sin controles en Irlanda del Norte

La Voz REDACCIÓN

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Boris Johnson, a su llegada a Downing Street
Boris Johnson, a su llegada a Downing Street HENRY NICHOLLS | Reuters

Los detalles de la oferta se conocerán en un documento que el Ejecutivo británico remitirá a las instituciones europeas

02 oct 2019 . Actualizado a las 15:27 h.

El primer ministro británico, el conservador Boris Johnson, remitirá a la Unión Europea (UE) una propuesta de acuerdo sobre el «brexit» que permitirá que no haya controles en la frontera de Irlanda del Norte «bajo ninguna circunstancia».

«Hoy vamos a presentar en Bruselas lo que creo que son propuestas razonables y constructivas», anunció este miércoles en la clausura del congreso anual del Partido Conservador, donde advirtió de que si la UE no está dispuesta a hacer concesiones en la dirección que espera Londres «la alternativa es que no haya acuerdo».

El líder conservador afirmó que su oferta, cuyos detalles se conocerán a través del documento que el Gobierno remitirá a las instituciones europeas, protegerá los «actuales arreglos regulatorios para los agricultores y otras empresas a ambos lados de la frontera» irlandesa. «Al mismo tiempo, permitirá al Reino Unido al completo salir de la Unión Europea, con el control sobre nuestra propia política comercial desde el primer momento», indicó.

Según filtraciones a la prensa británica previas al discurso de Johnson, Londres quiere que Irlanda del Norte cumpla con parte de las normas del mercado único comunitario tras el «brexit», pero que abandone la unión aduanera comunitaria, lo que a priori permitiría a la región participar en futuros acuerdos comerciales que firme el Reino Unido con terceros países.

Ese arreglo, según el Ejecutivo británico, permite que no se levanten barreras en la frontera con la República de Irlanda, tal como exigen los acuerdos de paz firmados en la región en 1998. La solución tendría sin embargo un límite temporal, y en el 2025 el Parlamento autónomo norirlandés podría decidir abandonar su alineación con las normas comunitarias, un escenario que la UE ha rechazado hasta ahora.