La madre que recaudó fondos para su hija enferma, ahora acusada de asesinarla

u.r. LA VOZ

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El caso de Olivia Gant dio la vuelta al mundo, murió a los siete años en 2017. Su madre acaba de ser detenida

24 oct 2019 . Actualizado a las 20:27 h.

Olivia Gant murió a los siete años tras una larga lucha contra la supuesta enfermedad terminal que sufría. Su historia dio la vuelta al mundo. Su madre, Kelly Gant, inició varias campañas para recaudar fondos y recurrió a diversas fundaciones para cumplir los últimos sueños de su hija. 

Ahora, dos años después de que la pequeña falleciera, la mujer ha sido detenida. Está acusada de 13 cargos que incluyen asesinato en primer grado, abuso infantil, robo y fraude caritativo. 

La historia de Olivia comenzó a hacerse popular en 2015 cuando su madre abrió una página para recaudar fondos en la plataforma GoFundMe, logró en donaciones particulares 20.000 euros. Además, recibió de Medicaid 500.000 euros en facturas médicas. Otros 3.000 de una organización benéfica de Denver para ayudar a familias de niños enfermos. Debe 5.000 euros a la funeraria y al cementerio donde enterraron a Olivia. 

La pequeña salió en todos los periódicos y televisiones cumpliendo su «lista de deseos». La Fundación Make-A-Wish la convirtió en una superheroína en una gran fiesta organizada por todo lo alto en febrero de 2017. El Departamento de Policía de Denver la nombró jefa honoraria y la llevó a patrullar por toda la ciudad. También logró el sueño de convertirse en bombero. 

Las sospechas sobre la madre comenzaron después de la muerte de Olivia. Kelly Turner llevó al hospital a otra de sus hijas para que la trataran de un dolor óseo. Aseguró que la niña había sido tratada de un cáncer en Texas antes de que la familia se mudara a Colorado. Entonces, los doctores comenzaron a sospechar y descubrieron que su segunda hija nunca había tenido cáncer. 

Ahí empezó la investigación del caso de Olivia. Su madre aseguró siempre que padecía encefalomiopatía neurogastrointenstinal, una enfermedad que ataca a múltiples órganos del cuerpo. Fue Kelly la que decidió que ingresara en cuidados paliativos y que se le retirara la alimentación a través de la sonda para que pudiera «morir en paz». Falleció el 20 de agosto de 2017.

En noviembre de 2018 sus restos fueron exhumados y la autopsia no pudo determinar ninguna de las enfermedades que su madre había afirmado que tenía. 

Un informe alerta de que Kelly Turner habría provocado la enfermedad y posterior deceso al darle medicamentos que no necesitaba y restringirle la alimentación necesaria.

Mientras tanto, la madre sigue en prisión. Ha reconocido que se inventó las enfermedades de su segunda hija, pero no ha confesado nada del caso de Olivia.