Francotiradores profesionales sacrificarán a miles de camellos en Australia

LA VOZ AGENCIAS

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La Organización Meteorológica Mundial alerta sobre el peligro de los «agentes nocivos» generados, que afectan la calidad del aire. Suben a 26 los muertos por los incendios

08 ene 2020 . Actualizado a las 14:27 h.

Las autoridades australianas comienzan a sacrificar este miércoles hasta unos 10.000 camellos salvajes, cuya población se ha desbordado y que, en sus ansias por aplacar la sed, están poniendo en peligro a las comunidades del desierto durante una de las peores sequías que vive el país.

Los pueblos aborígenes de la reserva de Anangu Pitjantjatjara Yankunytjatjara (APY) «se ven incapaces de gestionar la magnitud del número de camellos que se congregan (alrededor de las fuentes de agua) en condiciones de sequía», informa un comunicado del Ministerio del Ambiente y del Agua del estado de Australia del Sur.

Según un comunicado del Comité Ejecutivo de APY, equipos de francotiradores profesionales dispararán desde helicópteros contra los camellos salvajes, en una operación que está previsto que se prolongue durante al menos cinco días.

Unos 10.000 camellos en estado salvaje acuden a las fuentes de agua de las que disponen las poblaciones aborígenes de la zona, por lo que dañan sus infraestructuras y ponen en peligro a las familias y comunidades, además de competir con el ganado.

Muchos de estos camellos mueren de sed o al aglomerarse y pelear entre ellos por el acceso al agua y, según el comunicado del Ministerio, «en algunos casos, los cadáveres de los animales han contaminado importantes fuentes de agua y zonas culturales», que son de vital importancia para los aborígenes, cuya forma de vida y espiritualidad están muy vinculadas a sus lugares sagrados.

El gerente de Tierras de los APY, Richard King, dijo a la cadena ABC que se aprovechará el momento en que los camellos se acerquen al agua para matarlos.

«Eso nos brinda una oportunidad para cazarlos cuando están todos juntos, porque normalmente se desplazan por el desierto en manadas más pequeñas. Así que el momento en el que están todos juntos es un bueno para sacrificarlos y extraer algunos de los animales que están destruyendo parte de nuestra vegetación nativa», precisó.

Según el portal camelscan, en Australia hay hasta 1,2 millones de camellos salvajes, cuya población se duplica cada 9 años, habitan una extensión de 3,3 millones de kilómetros cuadrados y provocan unos daños económicos anuales de unos 10 millones de dólares australianos (6,1 millones de euros o 6,8 millones de dólares).

No es la primera vez que se sacrifican miles de animales salvajes como camellos o caballos que no son endémicos de Australia y que muchas veces suponen un peligro para el ecosistema y las especies autóctonas, que por lo general son de tamaño reducido e incluyen muy pocos animales carnívoros.

La OMM lamenta el "panorama desolador" de los incendios y alerta de los "agentes nocivos" generados

STEVEN SAPHORE | efe

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha lamentado el «panorama desolador» de los incendios registrados en Australia durante los últimos meses y ha alertado de los «agentes nocivos» generados, que afectan la calidad del aire y tienen, por ende, un impacto nocivo en la salud.

«Además de causar muertes, destruir viviendas y devastar la vida silvestre y los ecosistemas en Australia, los incendios forestales en ese país expelen una cantidad enorme de contaminantes que afectan la calidad del aire», ha advertido la organización.

De acuerdo con la OMM, se han liberado a la atmósfera unas 400 megatoneladas de dióxido de carbono, un gas que contribuye al calentamiento global.

En una rueda de prensa en Ginebra, la portavoz del organismo, Clare Nullis, ha informado de que el aire que carga los agentes nocivos ha llegado a Nueva Zelanda y, además, ha cruzado el Pacífico para alcanzar Latinoamérica, donde se puede observar en Argentina y Chile.

«En la parte central de Chile, el cielo se ha tornado gris y con humo, según consta en los datos satelitales que siguen la trayectoria de los vientos», ha señalado antes de añadir que la tercera parte de la isla Canguro, un popular destino vacacional australiano, ha sido consumida por las llamas.

Los incendios forestales masivos en Australia no solo han arrasando recursos naturales y viviendas, sino que también han provocado la muerte de más de una veintena de personas.

Nullis, que ha señalado que se trata de un panorama «poco prometedor», ha señalado que el fuego ha calcinado los principales bosques que servirían para limpiar el dióxido de carbono. «Aunque hubo un breve respiro gracias a las lluvias, se prevé que las temperaturas aumenten nuevamente para el fin de semana», ha sostenido.

La OMM ha indicado que 2019 fue un año inusualmente caliente y seco en gran parte del territorio australiano, lo que generó las condiciones para una temporada de incendios larga y desafiante, una cuestión que ya había sido anticipada por la agencia meteorológica gubernamental de Australia.

El mes de noviembre fue más seco registrado en 120 años. Además, el 19 de diciembre las temperatura en el sur de Australia llegaron a los 49,9ºC y la media nacional fue de 41,9ºC, marcando el récord del día más caliente en la historia registrada en el país.

Según la OMM, no debería haber duda alguna de que el cambio climático está relacionado con lo sucedido. «Y todavía no estamos fuera de peligro. Las proyecciones de la agencia meteorológica australiana indican que el país registrará incrementos futuros en las temperaturas del mar y del aire. El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático también ha dicho que ese fenómeno tuvo un papel fundamental en los incendios», ha explicado la portavoz de la organización.

Con respecto al impacto en la salud de estos catastróficos incendios, la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha aseverado que los niños pequeños, las mujeres embarazadas, los ancianos y las personas con enfermedades crónicas han sido las más afectadas por la inhalación del humo.

Por su parte, el secretario general de las Naciones Unidas ha trasladado sus condolencias a las familias de las víctimas de los incendios y ha deseado la pronta recuperación de los heridos.

ALKIS KONSTANTINIDIS | reuters

En un comunicado leído por su portavoz, António Guterres ha aludido a los pronósticos desafiantes para la temporada de incendios y ha encomiado los operativos de búsqueda y rescate a cargo del Gobierno australiano y de todos los que participan en esos esfuerzos mientras combaten el fuego destructor, salvan vidas y hacen todo lo que pueden para preservar la biodiversidad del país.

Suben a 26 los muertos por los incendios forestales 

Las autoridades australianas confirmaron la muerte de un bombero a causa de los incendios forestales que arden en el país, lo que eleva a 26 el número total de fallecidos desde septiembre.

La víctima es Matt Kavanagh, de 43 años, que murió el viernes mientras estaba de servicio en un choque entre dos vehículos que la Policía relacionó con los incendios en el estado de Victoria, según dijo la jefa de la oficina de gestión de incendios de este estado, Lisa Neville.

Esta es la tercera muerte que se registra en Victoria a causa de los incendios, que también han causado 20 fallecidos en Nueva Gales del Sur y otros tres en Australia del Sur.

La confirmación tuvo lugar mientras los bomberos intentan controlar decenas de focos que siguen ardiendo en el sureste del país antes de que las condiciones meteorológicas empeoren a finales de semana con el aumento de las temperaturas por encima de los 40 grados.

«Tendremos más condiciones meteorológicas difíciles ante nosotros en los próximos días», dijo a la prensa el primer ministro, Scott Morrison, durante una visita a Kangaroo Island, la tercera isla más grande del país, donde por Fin de Año murieron dos personas.

El fuego ha calcinado más de cincuenta casas y casi la mitad de esta isla turística, situada en frente de Adelaida, en la que viven 60.000 canguros, 50.000 koalas y animales en peligro.

En total, los incendios han arrasado más de 8 millones de hectáreas en todo el país, lo que equivale a la superficie de Austria, incluidas unas 2.000 viviendas.