El británico que violó a más de 150 hombres en tres años

Juan Francisco Alonso LONDRES / E. LA VOZ

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Conmoción en el Reino Unido por este caso y el de una mujer de 21 años que abusó de cincuenta niñas haciéndose pasar por un chico

11 ene 2020 . Actualizado a las 09:30 h.

Los británicos todavía no habían terminado de digerir las informaciones sobre Reynhard Sinaga, quien a principios de este enero fue condenado a cadena perpetua por abusar sexualmente de más de 150 hombres en tres años, cuando se desayunaron con los detalles otro caso de un violador en serie. En este último la sorpresa fue mayúscula porque el agresor es una mujer de apenas 21 años de edad y las víctimas medio centenar de chicas, la inmensa mayoría adolescentes.

La depredadora fue identificada como Gemma Watts, quien pretendía ser un chico llamado Jake Waton, contactaba a sus víctimas a través de las redes sociales Instagram y Snapchat. Tras pasar semanas intercambiando mensajes y fotografías con sus objetivos, les pedía que les enviarán imágenes íntimas y solo luego de haberles hecho creer que hablaban con un chico se reunía con ellas para intimar e incluso llegó a conocer a los padres de algunas de sus víctimas.

Para ejecutar su engaño Watts creó perfiles falsos en distintas redes sociales, haciéndose pasar por un joven aficionado del skateboard. En las imágenes que publicaba y en sus encuentros con sus víctimas ocultaba su cabello largo con una gorra de béisbol y su figura femenina con ropas anchas.

Aunque fue arrestada en julio del 2018, tras meses de seguimiento, en los cuales incluso llegó a despistar a las autoridades, a las que en un principio también hizo creer que era un chico, el caso apenas trascendió ayer cuando un tribunal la declaró culpable de abusar sexualmente de al menos cuatro menores y la condenó a pasar ocho años tras las rejas.

La prensa británica, no obstante, asegura que el número de víctimas de esta agresora podría superar el medio centenar y que se encontrarían en distintas zonas del país y no solamente en el municipio londinense de Enfield, donde reside con su madre, porque ella viajaba con frecuencia a otras localidades. La jueza Susan Evans, que se ocupó de este caso, definió a Watts como una «depredadora», porque se tomaba su tiempo no solo en engañarlas sino en escoger a chicas vulnerables y que pudieran tener algunos problemas de autoestima. Pese a que admitió algunos de los cargos en su contra, la acusada negó ser una violadora y se excusó diciendo que simplemente quería «animar» a las chicas que conocía.

El mayor violador en serie de la historia británica 

El caso de Watts se conoció apenas tres días después de que un tribunal de Manchester condenara a cadena perpetua al indonesio Reynhard Sinaga, un millonario de 36 años que es considerado el mayor violador en serie de la historia británica, porque entre el 2015 y el 2017 habría abusado de unos 150 hombres. Sinaga se hacía pasar por un «buen samaritano» y ofrecía a sus víctimas, jóvenes ebrios que estaban en bares y clubes de la ciudad, llevarlas a su piso para pasar la noche. Drogaba a las víctimas, la mayoría heterosexuales, los violaba y lo filmaba todo con su móvil.

En uno de sus ataques su plan se vino abajo. Una de las víctimas recuperó la consciencia y logró escapar llevándose consigo el teléfono de su atacante, en el que la policía halló buena parte de las pruebas que necesitó la jueza Suzanne Goddard para condenar a Sinaga. Según los medios británicos, el violador procede de una familia indonesia acomodada económicamente y muy conservadora.

«Monstruo» y «malvado». Estos fueron algunos de los adjetivos que la magistrada dedicó al acusado, quien por su parte aseguró que todas las relaciones fueron consensuadas, pese a que las evidencias mostradas en el juicio probaban lo contrario.

Las noticias sobre abusos sexuales han acaparado parte de los titulares del Reino Unido. Porque también regresó al país Ayia Napa Briton, la joven británica que fue condenada en Chipre a cuatro meses de cárcel y a pagar una multa de 148 euros por haber acusado falsamente a doce israelitas de haberla violado el verano pasado. Días después de asegurar que el 17 de julio entró a una habitación de un hotel con un hombre y que luego en ella ingresaron por sorpresa otros once, quienes abusaron sexualmente de ella y la filmaron, la chica se desdijo. Su defensa ha sostenido que su desmentido se debió a las presiones que recibió de parte de la policía chipriota.