Corbyn irrumpe en la campaña para escoger al líder del laborismo pidiendo cuentas al favorito a sucederle

juan francisco alonso LONDRES / E. LA VOZ

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Jeremy Corbyn y Rebecca Long-Bailey, en el Parlamento
Jeremy Corbyn y Rebecca Long-Bailey, en el Parlamento UK ParliamentJESSICA TAYLOR | Reuters

El líder ataca a Keir Starmer, al tiempo que apoya a Rebecca Long-Bailey

02 mar 2020 . Actualizado a las 08:40 h.

A poco más de un mes de que los laboristas conozcan el nombre de su nuevo líder, el todavía jefe del partido, Jeremy Corbyn, ha puesto fin a su neutralidad y ha irrumpido en las primarias exigiendo al favorito, Keir Starmer, que informe quién o quiénes han financiado su campaña.

«Yo creo que siempre se tiene que ser abierto en todos los aspectos y cuando recibes financiamiento para tu campaña política es muy importante saber de dónde viene. Todo debería ser publicado. Yo siempre he publicado todo lo relacionado con mis campañas. Los grandes cifras aportadas por los grandes contribuyentes así como las pequeñas», afirmó Corbyn, quien de esta manera rompió el silencio que venía guardando en el proceso para elegir a su reemplazo, después de que en diciembre renunciara tras cosechar su partido los peores resultados en unas elecciones generales desde 1935.

Desde el equipo de Starmer, que lidera todos los sondeos, no se quedaron callados y anunciaron que ya enviaron la información a las autoridades de la formación y del Parlamento y que debería hacerse pública la próxima semana. La intervención de Corbyn, sin embargo, es vista por muchos como un intento por frenar al candidato y apuntarla a su rival más cercana, Rebecca Long-Bailey, quien es considerada por muchos dentro del laborismo como la sucesora del veterano político izquierdista. La aspirante no solo ha sido miembro del equipo de Corbyn, sino que fue mano de derecha de John McDonnell, hasta ahora responsable económico del partido.

Vídeo con Long-Bailey

Aunque el todavía líder no ha expresado abiertamente su apoyo a ninguno de los tres aspirantes, el hecho de que el viernes apareciera en un vídeo con Long-Bailey, hablando de los planes de esta para impulsar la llamada «revolución industrial verde», han reforzado la tesis de que él considera a la diputada su sucesora ideal. La aspirante, por su parte, tampoco ha hecho muchos esfuerzos por despejar estas sospechas, pues en las últimas horas ha dicho que si gana las primarias le ofrecerá a Corbyn un puesto en su equipo. Atrás parecen haber quedado los días en que Long-Bailey se molestaba cuando los periodistas le preguntaban si era la destinada a mantener el legado del veterano político.

Long-Bailey ha endurecido sus posiciones y su discurso en los últimos días. El sábado llamó a los laboristas a ser «despiadados» si quieren ganar las próximas elecciones generales y aprender de los conservadores. Asimismo ha propuesto prohibir la financiación de las campañas a evasores de impuestos y a personas o compañías no instaladas en el Reino Unido.