Los datos sobre contagios y muertos solo reflejan una parte de la realidad

Manuel García Reigosa
M. G. REIGOSA REDACCIÓN / LA VOZ

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Kiko Huesca | Efe

Comparar estadísticas entre diferentes países es un ejercicio vano, aunque todas se quedan cortas

30 mar 2020 . Actualizado a las 16:29 h.

Todas las estadísticas de contagios y fallecimientos motivados por el COVID-19 son reales. Pero recogen solo una parte de esa realidad, porque hay pacientes que superan la infección sin necesidad de atención hospitalaria y porque hay víctimas mortales que no llegaron a recibir atención médica. Todo ese caudal escapa a cualquier recuento.

Tampoco cabe hacer comparaciones entre unos países y otros porque los criterios que aplican para la recopilación de datos no son idénticos. Antes al contrario, hay diferencias sustanciales.

El epidemiólogo André Scherag pone el acento en la otra variable: «Hay un elevado número de casos no notificados de infecciones por coronavirus en casi todos los países, que deben estimarse en diez veces las cifras existentes sobre la base de un estudio chino actual».

En España, todos los diagnosticados computan en las estadísticas, incluyendo las residencias de la tercera edad. Es uno de los países que ha optado desde el principio por una fórmula de las menos restrictivas. Y es, junto con Italia, el que más se acerca a la realidad en términos absolutos.

Ayer mismo Raquel Yotti, directora del Instituto de Salud Carlos III, hacía un llamamiento a la moderación, al hilo del debate sobre el número total de fallecimientos, los atribuidos al coronavirus y los que pueden quedar sin registrar como tales: «Hablamos de mortalidad total, por todas las causas. Sacar una conclusión de que estamos infravalorando pacientes con Covid-19 es tremendamente arriesgado. Estamos haciendo un diagnóstico amplio y por tanto llamamos a la precaución para no lanzar mensajes sin datos para sustentarlos».

China

En China el criterio es el de contabilizar muertos y diagnosticados confirmados. Pero al principio se podían practicar pocas pruebas, por lo que muchos casos quedaron fuera de las estadísticas. El 13 de febrero se amplió el espectro, al añadir casos clínicos de pacientes con síntomas y radiografías que constataban daños pulmonares. En 24 horas se añadieron 242 fallecidos y casi 15.000 contagiados. El 25 de marzo el periódico South China Morning de Hong Kong publicó que había tenido acceso a documentos clasificados del gobierno chino que mostraban que había 43.000 casos que habían dado positivo en las pruebas y que eran asintomáticos. Según esta información, no se incluyeron en las estadísticas oficiales, que dan cuenta de unos 81.000 contagios y unos 3.300 fallecidos. 

El número de muertos en Wuhan es de 2.535. Esta semana han podido salir algunos habitantes de sus casas y se ha abierto la funeraria para que recogiesen las urnas con cenizas. De acuerdo con las redes sociales e informaciones de medios extranjeros, son muchas más las urnas que las víctimas mortales de los datos oficiales.

Alemania

En Alemania, los dieciséis estados federales reportan puntualmente sus datos al Instituto Robert Koch. Todos responden a casos confirmados en laboratorio.

Es uno de los países europeos que más se ha anticipado, en la medida de lo posible. Cuando alguien da positivo, las autoridades sanitarias tratan de llegar a otras personas con las que hubiesen podido tener contacto para hacerles pruebas y ponerlas en cuarentena. Uno de los datos más sorprendentes es la baja edad media de los contagiados. No llega a los 50 años. Pero la muy baja mortalidad del país también plantea algunas dudas.

Francia

Hasta el pasado día 24, Francia solo contabilizaba datos hospitalarios, de modo que no tomaba en cuenta fallecimientos en residencias de ancianos ni en domicilios particulares. El fallecimiento de una joven de 17 años tras dar dos veces negativo en las pruebas ha propiciado un cambio.

El Gobierno galo anunció ayer que a partir de ahora tendrá en cuenta el número de pruebas positivas, el seguimiento hospitalario y la vigilancia de población especialmente expuesta, como los médicos. Entiende que la extrapolación de los datos que vaya recabando servirá para hacer una composición de lugar sobre el número de casos con síntomas sin hospitalización.

También se incorporarán los datos de fallecimientos en residencias de la tercera edad.

Estados Unidos

En Estados Unidos los criterios son cambiantes y no existe una base de datos gubernamental. Hay un considerable volumen de población sin seguro médico o con unas coberturas muy básicas que difícilmente tienen acceso a prestaciones asistenciales y que no van a aparecer en las cifras oficiales. Hay un rastreador público disponible, el de los Centros Federales para el Control y la Prevención de Enfermedades, que se actualiza cinco veces por semana e incluye datos a nivel estatal. Recoge los que trasladan los estados y condados sobre positivos y posibles infectados con el coronavirus. Ayer contabilizaba más de 112.000 contagios y más de 1.800 víctimas mortales.

Argentina

En Argentina los casos de contagios son recabados por las provincias, informados al Ministerio de Salud y posteriormente difundidos a la opinión pública. El diario La Nación informa de que el ministro de Salud, Ginés González, maneja un estudio de futuro con 250.000 casos de contagio siempre que la ciudadanía respete las restricciones impuestas, y superior a los dos millones en el peor de los escenarios. Hasta la fecha solo hay constatación de un fallecimiento por COVID-19 en un geriátrico. 

Italia

En Italia el seguimiento es muy parecido al de España. Las cifras se refieren a casos diagnosticados, tanto para el número de contagios como para el de fallecimientos. En los primeros casos hicieron algún análisis a víctimas mortales sospechosas de haberse infectado con el coronavirus pero que no habían llegado a realizar las pruebas. Es una práctica que enseguida quedó aparcada, en cuanto empezaron a crecer los casos exponencialmente.

Bélgica

Bélgica solo contabiliza como infectadas a aquellas personas cuyo test ha dado positivo. Este es el sistema que se ha seguido desde el inicio de la pandemia. Por ahora estos test tan solo se han realizado a personas hospitalizadas o individuos con diversos síntomas graves, aunque se espera que en la próxima semana se incremente el número de pruebas diagnósticas. Siguiendo esta línea, las cifras de fallecidos engloba a aquellas personas que dieron positivo en Covid-19.

Los expertos belgas insisten en la importancia de seguir aumentando las pruebas diagnósticas, que en estos momentos están realizando entorno a 3.000 diarias. A fecha de hoy entre los 29 laboratorios belgas han analizado un total de 44000 test desde que comenzara la pandemia.

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Información elaborada con la colaboración de Irene Sánchez, María Signo, Esperanza Balaguer, Guillermo Redondo y María Puerto