El pulso entre Maduro y EE.UU. deja a los venezolanos sin televisión por satélite

Pedro García otero CARACAS / CORRESPONSAL

ACTUALIDAD

Vecinos del barrio caraqueño de Petare observan una película en la terraza de su vivienda
Vecinos del barrio caraqueño de Petare observan una película en la terraza de su vivienda RAYNER PENA | Efe

La principal operadora DirectTV abandona el país ante las condiciones impuestas por el Gobierno

20 may 2020 . Actualizado a las 14:54 h.

Directv Latinoamérica, la principal operadora de televisión vía satélite en Venezuela, anunció ayer que deja el país. Un vacío que tendrá un duro impacto informativo ante la censura que impone el régimen de Nicolás Maduro de los canales en abierto. La obligación impuesta por el Consejo Nacional de Telecomunicaciones a Directv Venezuela de transmitir las señales de Pdvsa TV y de Globovisión, una cadena privada venezolana ligada a supuestos testaferros del chavismo, provocó que AT&T, propietaria de Directv Latinoamérica, tomara la decisión de abandonar el mercado venezolano, pese a contar con más de 2,2 millones de suscriptores. Con su cierre se pierden 700 empleos directos.

En enero del 2019, el Departamento del Tesoro de EE.UU. sancionó a Pdvsa, Globovisión y al principal directivo de esta última, Raúl Gorrín, por blanquear capitales del chavismo.

El régimen de Nicolás Maduro no reaccionó al anuncio, pero sí lo hizo la oposición venezolana. Juan Guaidó señaló que «el mundo sabe que esta es la consecuencia de que una dictadura apoyada en el narcotráfico esté usurpando el poder».

El responsable de comunicaciones de la presidencia interina de Guaidó, el periodista Alberto Ravell, afirmó, a su vez, que Directv pidió permiso a Conatel para retirar de su parrilla de programación a Globovisión y a Pdvsa TV, y la respuesta que recibió fue que si hacía eso, su directiva en Caracas sería detenida, lo que provocó la decisión. Las relaciones entre Directv y el régimen de Maduro llevan años de tensión.

Ravell fue director de Globovisión cuando este canal era férreo opositor al Gobierno de Hugo Chávez. En el 2013, poco antes de llegar al poder Maduro, este canal fue comprado por Gorrín, un oscuro abogado que pasó de la pobreza a manejar, según se afirma, una fortuna de más de 4.000 millones de dólares en menos de diez años, gracias a sus relaciones con el chavismo. Desde entonces es un canal absolutamente proclive al régimen político.