Humanos y perros de trineo, una amistad de 9.500 años

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Un estudio publicado en la revista Science aporta información nueva sobre cómo se forjó la relación entre las dos especies

26 jun 2020 . Actualizado a las 08:58 h.

El perro es el mejor y más antiguo compañero del ser humano. Pero el origen de esta relación permanace todavía por esclarecer. Algunas hipótesis sostienen que la amistad comenzó a forjarse hace aproxidamente unos 20.000 años cuando los humanos consiguieron domesticar al lobo europeo y evolucionaron hacia un especie más dócil mediante un proceso conocido como selección artificial. Esta tesis fue retratada en uno de los capítulos de la segunda temporada de la serie de divulgación científica Cosmos.  

Un estudio publicado en la revista Science y liderado por investigadores del Instituto de Biología Evolutiva de la Universidad Pompeu Fabra arroja nueva información al situar en el tiempo a una de las especies más longevas, los perros de trineo. Los científicos han realizado un estudio genómico que ha permitido desvelar cómo se produjo la domesticación de especie canina. Los resultados indican que la principal ascendencia de los perros de trineo modernos se originó en Siberia hace 9.500 años y fueron fundamentales para la supervivencia de las poblaciones humanas en el Ártico.

Los responsables del trabajo han secuenciado el genoma de 10 perros de trineo modernos de Groenlandia y han reconstruido el genoma antiguo de un perro de 9.500 años descubierto en la Isla de Zhokhov (Nueva Siberia, Rusia), encontrando una gran semejanza genética entre ambos. «El análisis genómico ha revelado que los perros de trineo actuales muestran adaptaciones a las condiciones y la actividad en el clima ártico en sus genes similares a las observadas en el fósil del perro de Zhokov, en particular a la temperatura, la actividad física en condiciones extremas y la alimentación pobre en almidón», explica Tomàs Marquès-Bonet, autor principal del artículo. El análisis genético encontró el TRPC4, un gen involucrado en la sensibilidad a la temperatura, como ya se había detectado en mamuts adaptados al frío.

Las pruebas genómicas señalan también que los trineos de perros supusieron una ventaja para el transporte de larga distancia de recursos esenciales para la supervivencia de las comunidades del Ártico a comienzos del período del Holoceno. «Los perros se adaptaron al estilo de vida de los humanos en el Ártico y muy posiblemente fueron fundamentales para llevar a cabo tareas como la cacería y el suministro de alimentos a la comunidad», apunta Marc de Manuel, coautor de la investigación.