Maduro confina en un sótano a periodistas contagiados y en hoteles de lujo a su jerarquía

PEDRO GARCÍA OTERO CARACAS / CORRESPONSAL

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En el próximo mes Venezuela podría equipararse en casos de covid-19 con Colombia, que ya tiene más de 200.000 infectados y 7.166 muertos

23 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Un brote de coronavirus en el canal estatal de televisión de Venezuela ha puesto en evidencia la debilidad con la que el país sudamericano se enfrenta a la pandemia de covid-19. El martes, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) denunció que 50 trabajadores de la Venezolana de Televisión (VTV) están aislados en la planta donde trabajan, algunos de ellos en sótanos, sin colchonetas para dormir y muchos sin poder comunicarse con sus familias, tras haber sido diagnosticados con covid-19 en pruebas hechas en el propio canal de televisión. La respuesta del régimen de Nicolás Maduro a la denuncia ha sido el silencio, aunque periodistas cercanos a la «revolución bolivariana» han respondido acusando al SNTP de ser «un instrumento de la oposición», pero sin desmentir las duras condiciones de aislamiento del personal de VTV.

Aunque el número de casos en Venezuela es aún bajo, el brote del covid-19 parece haberse cebado con funcionarios del régimen, desde el número dos del chavismo, Diosdado Cabello, al propio presidente de la VTV, Freddy Ñáñez, quien también se cuenta entre los contagiados de coronavirus.

Venezuela lleva ya 125 días de cuarentena, pues la misma se decretó en el propio momento en que se anunció el primer caso de coronavirus. La vicepresidenta del régimen de Maduro, Delcy Rodríguez, encargada de la gestión de la epidemia, ha repetido desde el 15 de marzo que el «modelo chino» es el que aplica Venezuela para contener el coronavirus.

Sin embargo, el tratamiento de los casos es muy diverso entre los contagiados del coronavirus, que son enviados a hoteles atestados o a campamentos en ruinas. La jerarquía del régimen que está afectada por el covid-19 es ingresada en clínicas privadas para su período de cuarentena, permanece en sus hogares o es llevada a algunos de los hoteles más exclusivos de Caracas, algunos propiedad del Estado.

En un país sin gasolina, en el que la movilidad interna está muy limitada y la economía ha decrecido un 70% en los últimos seis años, la incidencia inicial de la epidemia fue muy baja, lo que ha llevado a Maduro a afirmar que toda persona que salga positiva en las pruebas rápidas de sangre -que son las que mayoritariamente aplica el régimen- debe ser confinada. Para expertos como el epidemiólogo Julio Castro es un error, sobre todo con pacientes asintomáticos.

El aislamiento de los trabajadores de VTV forma parte de ese «modelo chino» que, tras algunos éxitos iniciales, comienza a hacer aguas. Castro -que forma parte de la comisión mixta que el régimen de Maduro y el Gobierno interino de Juan Guaidó han establecido para poder recibir ayuda de la Organización Panamericana de la Salud- ha advertido que en el próximo mes Venezuela podría equipararse en casos con Colombia, que ya tiene más de 200.000 infectados y 7.166 muertos (dato del pasado martes).