El nuevo perfil del contagiado: Joven, sin síntomas, que sale de fiesta de noche

M. V. REDACCIÓN / LA VOZ

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El 60 % de los casos son asintomáticos, con una media de 45 años

31 jul 2020 . Actualizado a las 17:30 h.

«Debemos aprender a relacionarnos de manera distinta, con grupos estables y controlando nuestro círculo de contactos». El ministro Salvador Illa arrancó ayer su comparecencia en la Comisión de Sanidad del Congreso insistiendo en que, al menos hasta que haya tratamiento o vacuna, será necesario convivir con el virus. No queda otra.

Desde el fin del estado de alarma, se han registrado en España 527 brotes, de los que 483 continúan activos (con más de 5.700 positivos). El 60 % de ellos se concentran en Cataluña y Aragón.

El escenario, sin embargo, es distinto al de marzo y abril: el 60 % de los casos son asintomáticos -se llega a ellos rastreando los contactos, por lo que son infecciones más leves- y la mayoría, más jóvenes que entonces. La media de edad ha caído de los 63 años a los 45. En las últimas cinco semanas, incluso hasta los 40. Los principales focos de los brotes, señaló Illa, son los temporeros, las reuniones familiares y las actividades de ocio nocturno.

Los jóvenes son «menos cuidadosos» con las medidas de prevención, recalcó el ministro. «Es muy difícil en un bar cerrado, en una discoteca, tener la mascarilla y tomarte una copa y no relajarte; de ahí viene el principal foco del problema, junto con actividades de mucha movilidad», como es la recogida de la fruta.

«Desde luego, no parece que estemos en una segunda ola -manifestaba horas más tarde Fernando Simón en rueda de prensa-. Si lo fuera, estaríamos en una situación muy diferente a la que estamos. No es ni mucho menos comparable a lo que se vivió en marzo y abril». Si uno se ciñe a las cifras -el miércoles, los positivos diarios superaron el millar por primera vez desde el fin del estado de alarma y ayer, en lugar de menguar, el dato siguió engordando con 76 casos más-, podría discrepar de la opinión del director del Centro de Coordinación de Alertas Sanitarias, pero los números hay que interpretarlos. Este jueves, Sanidad informó de 1.229 nuevos positivos diarios. Un total de 2.158 personas iniciaron síntomas en los últimos siete días, aunque los diagnosticados en este mismo período fueron muchos más, 13.391, lo que refleja la cantidad de asintomáticos que se están detectando, cerca de un 60 %, como ya había indicado Illa. A diferencia de hace cuatro meses, el sistema es hoy capaz de encontrar a estos infectados silenciosos gracias a todos los cribados que se hacen alrededor de los brotes y a la detección precoz. Y esto favorece el control de la pandemia: estos contagiados son mucho menos transmisores, pues al poder aislarlos cuando son asintomáticos se evita que entren en contacto con otras personas cuando tienen ya una capacidad alta de transmisión.

Además, «hasta la fecha no hay presión asistencial en el sistema hospitalario», apuntó también ayer Simón. ¿Por qué si hay tantos casos los hospitales no están saturados como antes? Principalmente, porque la población que se está viendo afectada ahora es mucho más joven y más sana, son casos que se detectan mucho antes, por lo que se reduce el riesgo de desarrollar cuadros graves. Pero ojo: «Que sea menos frecuente no quiere decir que entre los jóvenes no haya casos graves. Tenemos pacientes jóvenes con cuadros graves ingresados en uci», advirtió el experto.

Simón dibujó ayer a grandes pinceladas la situación actual en España: «El 75 % de los brotes activos tienen diez o menos contagios -celebró-, pero hay un 25 % con un número importante de casos asociados, y son los que tienen un riesgo alto de generar transmisión comunitaria». De estos, el núcleo más importante, un 34 %, son brotes sociales, asociados a reuniones familiares (un total de 90, que suponen 770 contagios) o a locales de ocio (muchos menos, 30, pero con muchos más casos, 1.100 positivos). Estos últimos son además más difíciles de controlar al resultar complicado el rastreo de contactos.