El ala izquierda del PSOE contradice a Sánchez y pide votar sobre la corona

La Voz REDACCIÓN

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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a su salida del Cabildo de Lanzarote este viernes donde se reunió con el presidente del Gobierno de Canarias, Angel Víctor Torres (a su izquierda), la ministra de Política Territorial, Carolina Darias, y la presidenta del Cabildo de Lanzarote, Dolores Corujo (a su derecha)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a su salida del Cabildo de Lanzarote este viernes donde se reunió con el presidente del Gobierno de Canarias, Angel Víctor Torres (a su izquierda), la ministra de Política Territorial, Carolina Darias, y la presidenta del Cabildo de Lanzarote, Dolores Corujo (a su derecha) Elvira Urquijo A.| EFE

UP ataca a Felipe VI y dice que es el rey quien tiene que dar explicaciones

07 ago 2020 . Actualizado a las 19:34 h.

La carta de Pedro Sánchez a la militancia para explicar la postura del Gobierno en la marcha de Juan Carlos I al extranjero no ha servido para calmar los ánimos. «Se juzga a las personas, no a las instituciones», quiso remarcar ante los militantes de un partido con alma republicana su defensa de la monarquía parlamentaria consagrada en la Constitución de 1978.

Pero el mensaje ya encontró una fuerte contestación de forma casi inmediata en las Juventudes Socialistas y en algunos de los versos sueltos del partido, como el donostiarra Odón Elorza, un incondicional de Pedro Sánchez que ya se ha desmarcado de varias de sus tesis, como por ejemplo en el caso de la apuesta por pactar con Bildu en el País Vasco.

Pero el movimiento más fuerte de las bases del PSOE llegó este viernes de la mano de la corriente Izquierda Socialista, que engloba a los elementos más radicales de la formación. Esta corriente reafirmó su posicionamiento a favor del republicanismo como modelo de Estado más adecuado a una sociedad democrática y afirma que «las informaciones a modo de explicaciones» dadas desde Casa Real sobre Juan Carlos I son «insuficientes».

En un comunicado, Izquierda Socialista señala, desde el respeto a la presunción de inocencia, que la ley de transparencia «debiera hacerse extensiva a todas las instituciones» y además revisar que «el principio de inviolabilidad cumpla su objetivo de dar garantías y estabilidad a la institución», y «no pueda ser usado como salvoconducto para conductas poco éticas o que no han sido debidamente explicadas».

«Ni creímos en su día en defensas personalistas para argumentar a a favor de la Corona ni lo vamos a hacer ahora en contra» pero, afirman, la «cruda realidad impide poder abstraerse de los hechos que afectan al anterior jefe de Estado».

Entiende IS que el debate sobre el futuro de la monarquía deberá abordarse en el marco de una sociedad democrática pero desde «la oportunidad, la madurez y el sosiego». Izquierda Socialista expresa su rechazo a los «reaccionarios de todo tipo que, con su actitud desleal con las instituciones» utilicen este asunto para poner «palos en las ruedas» del Gobierno.

IS explica que su posicionamiento a favor de un republicanismo cívico forma parte de sus señas de identidad pero también «de la trayectoria vital de miles de militantes que, desde hace más de cuarenta años, contribuyen con su trabajo político al fortalecimiento y al acervo común del PSOE». Por ello y para avanzar en una sociedad más democrática, Izquierda Socialista ve necesario hacer «pedagogía» del republicanismo cívico.

Dirigente del PCE

En donde los ataques se multiplican es en las filas del socio de Gobierno del PSOE, Unidas Podemos. El diputado y secretario general del PCE, Enrique Santiago, indicó que es la Casa Real la que tiene que explicar la marcha de Juan Carlos I de trasladar su residencia fuera de España, y «no el Gobierno».

Esta misma semana, el presidente del grupo morado en el Congreso, Jaume Asens, sostenía que la vicepresidenta Carmen Calvo tenía que comparecer en la Cámara Baja para informar sobre la decisión del monarca, además de apuntar a la presencia del actual Jefe del Estado para que explicara este asunto a las Cortes. Después, las formaciones independentistas pidieron formalmente la comparecencia del propio presidente Pedro Sánchez.

Enrique Santiago cree que la comparecencia de Sánchez «ahora mismo no es lo prioritario» y ya decidirá su posición respecto a la petición de estos grupos cuando la planteen en el Congreso. «Solo faltaba que acabáramos teniendo que pelearnos con el PSOE e interfiriendo en las tareas de Gobierno», afirmó Enrique Santiago, que reconoció discrepancias con la formación socialista respecto a la organización del Estado y calificó de «erróneas» algunas declaraciones de dirigentes del PSOE.

Los populares animan al presidente a dar un golpe en la mesa y frenar los ataques de Iglesias

El PP censuró ayer la tibia defensa que Pedro Sánchez hizo de la Corona tras el tsunami provocado por la salida de Juan Carlos I de España. Para los populares, el jefe del Ejecutivo defendió la institución pero lo hizo «con la boca pequeña». «Nadie duda de que está a favor de la monarquía parlamentaria, pero es evidente que la defiende con la boca pequeña porque no hace una defensa férrea de la institución ni de las personas que la han ocupado», aseguró en RNE el portavoz en el Senado, Javier Maroto.

El dirigente popular animó a Sánchez a «dar un golpe en la mesa» y frenar a su socio de Gobierno que calificó de «huida indigna» la marcha de don Juan Carlos y que pide abiertamente abrir el debate entre monarquía o república. En la dirección nacional consideran que a Unidas Podemos «le ha tocado la lotería» con la decisión del anterior jefe del Estado porque están utilizando las presuntas acusaciones contra él para «derrocar el sistema actual». «Quieren hacer de algo concreto —reprochó Maroto a los morados—, un debate sobre el todo».

Misma estrategia

Para el portavoz del PP en la Cámara alta, Pedro Sánchez juega al «poli bueno, poli malo» con su vicepresidente Pablo Iglesias aunque compartan la misma estrategia: utilizar la salida de Juan Carlos I del país como cortina de humo para tapar otros temas importantes como la gestión sanitaria y económica de la pandemia. «Cuanto más se hable del rey emérito —aseveró— menos se habla de su nefasta gestión». Una teoría que comparte la vicesecretaria de Política Sectorial, Elvira Rodríguez, para quien se trata de un caso «fabricado» por parte de la Moncloa para «oscurecer» otro tipo de cosas como el papel del Ejecutivo durante la crisis.

Desde que el rey emérito pusiese tierra de por medio para rebajar la presión sobre su hijo, el principal partido de la oposición ha cerrado filas con Felipe VI. De ahí, que la formación de Pablo Casado no vaya a respaldar el intento de Unidas Podemos de forzar la comparecencia en el Congreso de la vicepresidenta Carmen Calvo para explicar la decisión de Juan Carlos I. «El PP, en ningún caso va a ser cómplice de esa actuación abiertamente contra la monarquía», advirtió Maroto, que reprochó al Gobierno haber encargado a Tezanos que empiece a remover el debate preguntando a los españoles en el próximo CIS por las reformas constitucionales.