Francia hará al mes un millón de test a los niños por si son más proclives al contagio de la cepa inglesa

REDACCIÓN

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BENOIT TESSIER

El Gobierno inicia un plan para evitar la infección de alumnos y profesores

16 ene 2021 . Actualizado a las 17:54 h.

El Gobierno francés hará más de un millón de test mensuales de covid-19 a profesores y alumnos, en un momento en que miles de padres se muestran preocupados por la propagación de la variante británica del coronavirus, más contagiosa entre los niños, según informa Colpisa. El ministro de Sanidad, Olivier Véran, explicó que esta campaña masiva en centros escolares se llevará a cabo «dondequiera que tenga sentido» -en función de los lugares en los que se registren infecciones- y que en ella podrán participar de forma voluntaria alumnos a partir de 6 años. «Lo que sabemos hasta la fecha es que el virus parece más contagioso efectivamente en los niños. Es lo que vemos en Inglaterra. Sin que haya casos más graves, en todo caso proporcionalmente», explicó Véran.

París se ha marcado como objetivo realizar unos 300.000 controles por semana en centros escolares, más de un millón al mes. Los test tendrán un carácter voluntario. Los padres deberán dar antes su consentimiento por escrito para que sus hijos puedan someterse a la prueba. Francia ya tiene experiencia en la materia. En noviembre se lanzó en Ile-de-France (la región parisina) una operación piloto de test de covid-19 en institutos en la que participaron profesores y alumnos voluntarios. El objetivo es «identificar rápidamente a las personas portadoras del virus y romper las cadenas de contaminación, con el fin de proteger a los jóvenes, sus familias y el conjunto de la comunidad educativa», explicó la Agencia Regional de Salud (ARS) de Ile-de-France al anunciar en noviembre la iniciativa. En la operación piloto llevada a cabo en una treintena de institutos de Ile-de-France participaron 5.750 voluntarios, de los que 4.473 eran alumnos y 1.277 miembros del personal de los centros escolares.

La tasa de participación varió de unos establecimientos a otros, con una media por instituto del 20% de personas que se sometieron a las pruebas. La tasa de positividad en los centros que participaron en esta operación piloto fue «muy débil en su conjunto», del 0,42% de media. «Las personas con síntomas y los casos-contacto no se sometieron a esta prueba, siguiendo las recomendaciones de utilización de test antigénicos, lo que puede explicar en parte la tasa débil de positividad registrada. De todas formas, la posibilidad de realizar inmediatamente 'contact tracing' (rastreo de contactos) por los equipos permitió romper las cadenas de contaminación lo antes posible», explicó en diciembre la ARS de Ile-de-France al anunciar los resultados.

La nueva iniciativa abre el debate mundial sobre qué medidas tomar ante la aparición cada vez más frecuente de variantes del covid-19 original y su mayor capacidad de expansión. Este nuevo rumbo de la epidemia es el argumento de la reunión del comité científico de la OMS que ayer y el jueves se reunió de manera telemática para buscar cómo atajar las mutaciones y divulgar consejos a los gobiernos. Francia ya ha comenzado a actuar por su cuenta.

Centros abiertos

El Gobierno de Macron cerró los colegios durante la primera ola de coronavirus. Las clases de reanudaron a mediados de mayo, coincidiendo con la desescalada tras dos meses de confinamiento. El regreso a las aulas fue primero con carácter voluntario y a partir de mediados de junio de manera obligatoria hasta el final de curso escolar, que terminó el 4 de julio. A diferencia de otros países que optaron por las clases 'online' para la vuelta al colegio en septiembre o que se han visto obligados a cerrar las aulas al empeorar la pandemia, el Ejecutivo galo decidió abrir todas las escuelas e institutos y apostó por las clases cien por cien presenciales. El uso de la mascarilla es obligatorio para todos los alumnos a partir de 6 años, así como para todos los profesores y personal de los centros, y existe un protocolo sanitario para convertir los colegios en burbujas seguras. Aunque todo eso se programó antes del hallazgo de la cepa británica hace unas pocas semanas. De los 61.500 centros que hay en Francia, solo 22 estaban cerrados el jueves por casos de covid-19. De los 12,4 millones de alumnos, solo había 7.782 casos confirmados acumulados en siete días. París considera esencial mantener los colegios abiertos, tanto desde el punto de vista educativo como psicológico.

Toque de queda a las 18.00

Asimismo, Francia inició este sábado una nueva fase de restricciones, con la ampliación del toque de queda en todo el país, para intentar evitar el agravamiento de la pandemia. Desde las seis de la tarde, dos horas antes que hasta ahora, los franceses deberán estar en casa salvo que justifiquen motivos laborales, sanitarios o de cuidado de una persona dependiente, entre otros. Una medida que ya estaba en vigor en 25 del centenar de departamentos del país, y que, tal y como el Gobierno anunció el jueves, ha permitido ralentizar la circulación del coronavirus en esos territorios. La entrada a Francia desde fuera de la Unión Europea es otro de los puntos en los que las autoridades han enfocado su combate: desde el lunes, los viajeros deberán presentar una PCR negativa y comprometerse a respetar siete días de cuarentena.