El número de billetes falsos en circulación alcanza mínimos en la pandemia

C. P. REDACCIÓN / LA VOZ

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XAIME RAMALLAL

Su uso para hacer compras es un delito que puede ser castigado con pena de cárcel

22 ene 2021 . Actualizado a las 17:54 h.

El 2020 fue un año de récords, no cabe duda. El parón económico, las restricciones de apertura en los comercios y el turismo y el desplome del consumo también han pasado factura al negocio de los malhechores que han hecho de la falsificación de billetes su modus vivendi. Según estadísticas del Banco Central Europeo, el año pasado fue un mal año para los delincuentes del cambiazo porque la circulación de estos billetes alcanzó mínimos históricos registrando 17 por cada millón. Es un 17,7 % menos que en el 2019.

En el 2020 se retiraron al menos 460.000 unidades falsas del mercado: «Todos son fáciles de detectar porque no tienen las marcas de seguridad o son imitaciones muy pobres de ellas», asegura el organismo. Los billetes preferidos para la estafa siguen siendo los de 50 y 20 euros. Son dos tercios del total. Los comercios y la hostelería suelen ser los negocios donde más fácil es ponerlos en circulación, por eso los cierres podrían estar detrás de esta tendencia bajista. 

¿Es fácil caer víctima del engaño? «La probabilidad de recibir un billete falso es muy pequeña», explica el BCE. Si esto le ocurre, lo más probable es que tropiece con uno de 20 euros (36,3 % de todos los retirados), seguido de los de 50 euros (30,9 %) o los de 10 euros (16 %). Si está pensando en los famosos billetes morados de 500 euros -conocido como binladen, por su dificultad de encontrarlos-, lo cierto es que han representado el 1,2 % del total de billetes falsos retirados, aunque los auténticos también se están retirando gradualmente de la circulación para evitar las operaciones de blanqueo y economía sumergida. 

No es fácil tropezar con un billete falso, pero tampoco identificarlo porque muy pocas personas deciden chequear cada billete que recibe. Otra cosa son los locales y negocios. Muchos ya disponen de aparatos para comprobar la autenticidad de los billetes. El BCE recomienda verificarlos cuando resulten sospechosos con la prueba de «sentir, mirar e inclinar». 

Sanciones

¿Qué ocurre si acude a una tienda a pagar un artículo y le notifican que el billete es falso? El organismo recuerda que «usar billetes falsos para pagar es un delito que puede llevar a juicio», por eso insiste en que a la mínima sospecha, hay que comparar los billetes con otros que sean genuinos. Si por casualidad ha caído uno en sus manos, deberá contactar con la policía o su banco comercial para que se encarguen de retirarlo de circulación. Su segundo uso para evitar perder dinero, puede ser castigada con hasta pena de prisión. El Código Penal establece que «el que habiendo recibido de buena fe moneda falsa, la expenda o distribuya después de constarle su falsedad, será castigado con la pena de prisión de tres a seis meses o multa de seis a veinticuatro meses. No obstante, si el valor aparente de la moneda no excediera de 400 euros, se impondrá la pena de multa de uno a tres meses».