Mireia Boya abandona la CUP por la gestión interna de su denuncia de machismo

La Voz AGENCIAS

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Mireia Boya en una reciente comparecencia ante el Tribunal Supremo
Mireia Boya en una reciente comparecencia ante el Tribunal Supremo Víctor Lerena | EFE

La exdiputada sostiene que sufrió una agresión psicológica de otro miembro de la organización independentista catalana

16 jun 2022 . Actualizado a las 11:36 h.

La exdiputada de la CUP Mireia Boya ha abandonado esta formación decepcionada por la gestión interna realizada de su denuncia de una «agresión psicológica» machista sufrida por parte de otro miembro de la organización y que ya supuso que abandonara el secretariado nacional el año 2019.

La CUP, por su parte, ha lamentado en un breve comunicado la decisión de Boya y le ha agradecido todo el trabajo hecho durante sus años de militancia, además de apuntar que desde esta formación se seguirá trabajando «para erradicar cualquier actitud machista en nuestros espacios y en el conjunto de la sociedad». «Queremos poner en valor el trabajo hecho por la comisión de abordaje de agresiones machistas», añade, así como «subrayar que el protocolo ha sido y es una herramienta útil».

Según Boya, cuando tuvieron lugar los hechos que denunció, fue sometida a un «acoso emocional continuo» por parte de un dirigente «agresivo y con roles de poder», del cual nunca ha revelado el nombre, y tres años después, abandona la militancia de la CUP decepcionada por la gestión interna que ha realizado la formación de este caso.

Boya, que fue diputada en el Parlamento catalán del 2015 al 2017, explica que el pasado mes de enero el partido le comunicó que el caso quedaba cerrado después de que el agresor cumpliese con el protocolo de reparación establecido, ya que en el informe de la comisión interna de gestión de las agresiones machistas se explicita que el autor había reconocido los hechos.

«Se ha hecho evidente e incontestable que los hechos ocurrieron tal y como yo los había explicado» y que «no mentía, no exageraba, no era por interés político, el acoso existió», afirma Mireia Boya en la carta.

Recuerda que cuando presentó la denuncia sintió cómo el partido dudaba de ella, y que si bien la comisión actual de gestión de las agresiones machistas ha sido receptiva a su demanda de una «reparación colectiva» en forma de gesto y explicación, la dirección de la CUP no ha querido ir más allá «y se ha querido cerrar el caso sin más».

Según sostiene, le habría «reconfortado» recibir un mensaje o una reflexión que completara la reparación, pero este gesto no llegó y esto lo considera como «una oportunidad perdida, para mí y para todas las mujeres víctimas de violencias machistas», afirma.

En declaraciones a Catalunya Ràdio, Boya se ha mostrado muy crítica con el actual equipo directivo de la CUP y ha afirmado que «el silencio de Carles Riera (diputado) y de otros compañeros del partido me ha herido».

Sobre su abandono de la CUP, en su carta señala que lo vive como «un divorcio político» porque considera que la CUP continúa siendo su espacio ideológico, pese a estimar que la formación «no ha sido suficientemente valiente»