Aumentan a 7.000 los vecinos del poblado madrileño de Cañada Real sin electricidad

La Voz MADRID / EUROPA PRESS

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Imagen de archivo de la Cañada Real.
Imagen de archivo de la Cañada Real. BENITO ORDÓÑEZ

Los afectados denuncian que se cumplen dos años de total abandono

02 oct 2022 . Actualizado a las 17:21 h.

Los vecinos de la Cañada Real Galiana, en Madrid, han denunciado un «total abandono» cuando se cumplen, este domingo 2 de octubre, dos años sin luz en los sectores V y VI, donde viven unas 4.000 personas, 1.813 de ellas niños, una cifra que ha aumentado hasta 7.000 en los últimos meses, según advierten desde la Asociación Cultural de Mujeres Tabadol.

«Nos sentimos totalmente abandonados, al margen de las normas internacionales de Derechos Humanos», ha manifestado la presidenta de la Asociación Cultural de Mujeres Tabadol del sector VI de la Cañada Real, Houda Akrikez, que se pregunta «si realmente existen los derechos humanos y, si existen, para quién están escritas esas normas», porque, según afirma, en el caso de la Cañada Real «parecen letras muertas, que no tienen ningún sentido».

Cuando se cumplen 730 días sin suministro eléctrico, la presidenta de la Asociación Tabadol asegura que «para nada» podrían haber imaginado que esta situación se prolongaría durante tanto tiempo. «¡Qué vergüenza que el Gobierno de España siga mirando a otro lado teniendo el barrio así!», critica.

Además, denuncia que en los últimos meses los cortes de energía se han extendido también a los sectores II, III y IV. «Están intentando apagar la Cañada Real poquito a poco y pisando el pacto regional que firmaron en el 2017», añade. A su juicio, el propósito de la Administración es «barrer la Cañada Real» con una «política cruel» que «pisotea a los pobres». «La Administración quiere que desalojemos nuestras viviendas de manera voluntaria para que sigan creciendo las grandes urbanizaciones y construcciones», denuncia Akrikez.

Sobre los realojos, la presidenta de la Asociación Tabadol considera que esto tiene que ser algo de lo que hablar solo después de solucionar la «situación de emergencia actual» y tras «sentarse a negociar con los vecinos cuál es la mejor solución para la Cañada Real». A ella y a sus vecinos les cambió la vida «radicalmente» tal día como este domingo de hace dos años.

«Teníamos una vida normal, como cualquier ciudadano», recuerda. No se imaginaban en aquel momento que iban a sufrir la cara más dura del frío, de la oscuridad y, sobre todo, del olvido. «Lo más grave es que la gente está normalizando algo que no es normal, porque no es normal que en la capital española, 7.000 personas estemos sin suministro eléctrico», remarca, y denuncia que «se ha jugado con la salud física y mental» de todos ellos y «con el futuro de los niños».