Bullock y el duque de Sussex contaron que el EMDR les funcionó para superar sus traumas. Así es la terapia de movimiento ocular que utilizan los famosos
24 nov 2022 . Actualizado a las 08:53 h.La salud mental dejó de ser un tabú. Dirigentes, personalidades de la farándula e influencers están dispuestos a contar en público los diferentes métodos que utilizan para trabajar en su bienestar, además de las conclusiones a las que llegan tras diferentes terapias.
El príncipe Harry lo llevó un paso más allá en la serie de Apple TV Lo que no ves de mí, donde además estuvo dispuesto a que las cámaras lo siguieran en una de sus sesiones para trabajar los recuerdos que hasta hace poco seguían afectándolo.
En cámara se observaba cómo debía alternar el tacto de un hombro a otro mientras iba pensando en recuerdos de su infancia. Se trata de EMDR o Desensibilización y Reprocesamiento por medio de Movimientos Oculares, por sus siglas en inglés.
También es la terapia de la que Sandra Bullock habló en Red Table Talk, el programa de entrevistas de Jada Prinkett Smith. En el caso de Bullock fue para superar el trauma después de que un acosador hubiera irrumpido en su casa en el 2014. El EMDR es una terapia avalada por la OMS desde el 2013 y cuyos resultados son confirmados por la evidencia científica.
«Aquí hablamos del trauma en el sentido amplio de la palabra. Es decir, cualquier situación del pasado que aunque no estemos pensando en ella, pueda seguir repercutiendo en nuestro día a día. Por ejemplo que alguien nos haya traicionado y eso implique que nos cueste más confiar en las personas», explica Anabel González, psiquiatra y presidenta de la asociación española de EMDR.
«Con este tratamiento se lleva al individuo a centrarse en las sensaciones que le provocan malestar actualmente y, a través de estimulación bilateral, el movimiento de los ojos o vibraciones, lograr relacionar esa sensación con el recuerdo que le ha producido el trauma y conseguir que el cerebro asocie ese momento de forma menos dolorosa» explica González. «No es que el recuerdo vaya a dejar de existir, sino que va a cambiar la relación que tenemos con él y va a dejar de afectar a nuestro día a día», continúa.
De igual forma explica que estas conexiones no siempre son evidentes. «Esta es la parte complicada, porque el cerebro no suele conectar las cosas de forma clara. Así, el malestar puede aparecer con cosas que no tienen nada que ver —aparentemente— con ese recuerdo. Así que el procedimiento consiste en coger uno por uno los recuerdos y a través del movimiento ocular, trabajar sobre las imágenes del pasado, las emociones, sensaciones y sobre lo que te hace pensar de ti mismo. Por ejemplo, volver a sentirte seguro después de que te hayan asaltado», apunta.
Actualmente, González utiliza la terapia con pacientes que no han respondido a otros tratamientos en la unidad de salud mental y resalta la del tratamiento. «Como es un poco misterioso pensar en el movimiento de los ojos, ha despertado el interés de muchos laboratorios e investigaciones que han confirmado su eficacia», explica.
También menciona que se puede emplear con niños que crecen en familias disfuncionales, o que crecen en el sistema de protección, para quienes el enfoque habitual solía ser solo conductual y no desde una perspectiva de trauma.
Sin embargo, advierte de la sobrecarga de información relacionada con la salud mental que tenemos en este momento. «Ahora todo es cuestión de modas, un día te dicen que es bueno A, al otro que es bueno B. Y por el hecho de que esta terapia funcione, no quiere decir que sea la única. Así como cada nutricionista te trata con lo que ha aprendido, en psiquiatría es igual. Además, es importante que nos tomemos en serio este tipo de terapias y que la gente sepa que esto es psicoterapia profunda y hay que manejarla bien, siempre con la ayuda de un profesional. No conviene que la gente se ponga a imitar al príncipe Harry por su cuenta», concluye.