Una grabación de ocho horas encontrada en el móvil de la mujer presuntamente asesinada en Ciutadella incriminó al marido

Europa Press PALMA DE MALLORCA

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El acusado del asesinato de su esposa en el 2018 en Ciutadella, hablando con su abogado al inicio del juicio este lunes.
El acusado del asesinato de su esposa en el 2018 en Ciutadella, hablando con su abogado al inicio del juicio este lunes.

La testigo clave, una amiga que se encontraba en el lugar de los hechos, no quiere declarar. Varios agentes de policía señalan que tenía «un miedo atroz» del acusado

22 nov 2022 . Actualizado a las 13:15 h.

La Policía Nacional halló en el teléfono de la mujer presuntamente asesinada en Ciutadella en el 2018 una grabación de ocho horas de duración del día de su muerte, que resultó clave para que la investigación diera un giro y se considerase al marido de la fallecida como sospechoso.

Así lo ha explicado, ante un Tribunal del Jurado en Palma, una funcionaria policial que intervino en la investigación. La Fiscalía y el Govern balear piden una condena de 25 años de cárcel para el marido de la fallecida, al que acusan de haber preparado a su esposa un cóctel con una dosis letal de MDMA y sangría y de haberle sumergido la cabeza en el agua para terminar de matarla.

El suceso tuvo lugar en una nave industrial de Ciutadella, en junio del 2018, si bien el hombre no fue detenido hasta un año más tarde, en noviembre del 2019.

Se desconocen los motivos por los que la víctima decidió grabar durante todo el día. La grabación comienza en la playa, donde ella y su marido se dedicaban a vender bebidas. Sin embargo, fue una prueba clave para dejar de considerar el caso como una muerte accidental.

Según ha explicado la Policía, en la última parte del audio se oyen «muchos vómitos, arcadas» e incluso se escucha a la víctima «decir 'me muero'», y «a él decir 'déjala que se muera'». La grabación íntegra es una de las pruebas que analizará el jurado.

La Policía consideró que «era evidente» que en tan mal estado la mujer «no se hubiera metido en un jacuzzi», como afirmó el marido, que sostiene que ambos entraron en la bañera en actitud cariñosa, que se quedó dormido y que encontró a su mujer inerte al despertarse, con la cabeza sumergida. El audio termina sobre las 4.20 horas de la madrugada, y el acusado no llamó al 112 hasta las 5.50 horas.

La testigo clave no declarará en el juicio

La noche de los hechos se encontraba en la nave una amiga de la infancia de la víctima. Los investigadores creen que el marido se estaría dirigiendo a ella al decir la frase «déjala que se muera» que se aprecia en el audio.

Los policías locales que acudieron al lugar la noche de los hechos han coincidido en señalar que la testigo se encontraba «aterrorizada» y que tenía «un miedo atroz» hacia el marido de su amiga. «Solo decía: 'no me acerquéis a él, han pasado cosas muy serias'. Decía que quería ir y que por favor no la dejáramos sola. No la sacábamos del bucle», ha explicado un agente.

La mujer había viajado a Menorca para pasar unos días con su amiga y dormía en una habitación de la nave industrial. Sin embargo, tras el incidente reservó un hotel, donde un agente de policía se entrevistó con ella. En esa conversación la mujer acusó al marido de su amiga de haberla intentado drogar días antes.En aquel momento el caso se investigaba como una muerte accidental, por lo que se comunicó a la mujer que podía irse y abandonó el país dos días más tarde.

Ya en Venezuela, un agente habló con ella desde España para intentar convencerla de que declarase: «Dijo que no, que de ninguna manera». La Fiscalía instó un procedimiento para tratar de forzar esta declaración, pero la Audiencia lo denegó. No se la podría extraditar en calidad de testigo.

Se da la paradoja de que Venezuela había solicitado en el 2015 la extradición del acusado como presunto autor de la muerte de una pareja anterior en el 2010. Dado que el hombre cuenta con nacionalidad española, España denegó la petición.