Jaime Puig, experto en recursos humanos: «Una persona que no ha ido a la universidad puede estar más motivada que otra que hizo la carrera»

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«Si le preguntas a un trabajador qué le hace feliz, la respuesta nunca es el sueldo», asegura este experto en reclutamiento, autor del libro «La batalla por el talento»
10 ago 2023 . Actualizado a las 12:17 h.Jaime Puig se define a sí mismo como un apasionado y entusiasta de los recursos humanos. Ha sido nombrado por el portal de búsqueda de empleo Linkedin como una de las personas más influyentes en el área de recursos humanos en España. También es uno de los mayores expertos en estrategias de márketing enfocadas en la atracción de talento. Charlamos con él sobre como ha evolucionado el campo del capital humano.
—¿Cómo ha evolucionado la búsqueda del talento?
—En los últimos años, con la digitalización, la pandemia y las necesidades de los trabajadores, el departamento de recursos humanos ha dejado de ser tan administrativo y ha pasado a ser más estratégico. Poco a poco se ha ido incrementando la dificultad para atraer y retener talento.
—¿Los nuevos trabajadores son más exigentes?
—Ahora las personas buscan conectar con las empresas y con el propósito de las mismas. Lo normal es que si les preguntan dónde quieren trabajar, tengan algunos nombres en la cabeza.
—¿Y tiene que ver más con el propósito que con el salario?
Las personas no trabajamos por dinero, sino para mejorar la calidad de vida. La calidad de vida viene dada por muchas cosas que no son solo el sueldo, sino la posibilidad de conciliar, de escalar en la empresa, sentir que se tiene un propósito…
—Pero hay gente que sí le da mucha importancia al tema económico…
Es como una pirámide de Maslow. Naturalmente es muy importante el salario, pero después hay muchos eslabones. Habrá compensaciones relacionadas con el día a día; la gente que hay en tu empresa y, por último, está el propósito: creer en el proyecto en el que trabajas. Dependiendo del trabajador, cambian las prioridades. Una persona que deba sacar adelante a su familia, se centrará más en el sueldo, pero a otras a lo mejor les interesa más el proyecto, los valores…
—A la hora de contratar, ¿las empresas pueden priorizar los valores sobre las habilidades?
Las habilidades y los conocimientos se aprenden, los valores vienen de casa. Si no, te va a costar mucho enseñarlos. Si yo priorizo los conocimientos por encima de los valores, a largo plazo esa persona puede crear fricción y va a hacer que otros miembros del equipo se vayan porque no cuadran entre ellos, o puede que el que acabe yéndose sea ese nuevo empleado.
—¿Es decir que le podemos enseñar cualquier cosa?
Hay que hacerse preguntas: ¿Esta persona va a aprender lo que hay que aprender? Y si sí, ¿tenemos el tiempo para enseñarle? Y si la respuesta es sí, entonces es la persona adecuada, porque va a ser gente mucho más comprometida con el proyecto.
—En ese sentido, ¿podemos decir que no es necesaria la cualificación universitaria?
No queda bien decirlo, pero los conocimientos hoy son gratis, están en internet. Aunque yo también pasé por la Universidad. Pero por eso es tan importante tener en cuenta aspectos como los valores, la cultura y el propósito de un candidato, porque el resto se aprende. Si la persona va orientada y tiene capacidad de aprendizaje y flexibilidad, le va a ser muy fácil acoplarse a la empresa. Yo ya he entrevistado a candidatos que han dejado la universidad y que únicamente se han dedicado a formarse en los cursos que más les apasionan, y lo que veía es que eran personas con muchas ganas; incluso más que otros que han pasado por la universidad y han hecho un máster, que tal vez ya llegan quemados a trabajar. Cuando no tienes la presión de que estás pagando por algo, te dedicas a aquello que realmente te mueve.