«La principal motivación de Podemos es el rencor y la animadversión hacia los socialistas»

Luis Ordóñez
Luis Ordóñez REDACCIÓN

ASTURIAS

Vicente Álvarez Areces
Vicente Álvarez Areces

Vicente Álvarez Areces repite como cabeza de lista de la candidatura del PSOE al Senado por Asturias. El expresidente asegura que en esta campaña su partido se enfrenta a una «pinza» entre los conservadores y la coalición de Unidos Podemos

09 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

En la larga trayectoria política de Vicente Álvarez Areces están casi todos los niveles de la administración, ocupó diversos cargos en los primeros gobiernos socialistas, ha sido alcalde de Gijón, presidente del Principado, y senador. De nuevo, en estos comicios adelantados repite como cabeza de lista de la candidatura del PSOE por Asturias a la cámara alta. Aún es Tini para los que le paran por la calle para saludarle en Gijón; de cara a las nuevas elecciones asegura que su partido sufre un ataque en dos frentes, una «pinza» según dice, en la que participan PP y Podemos.

-Vivimos una situación inédita con el adelanto electoral

-Es una situación inédita, es la primera vez que sucede y ha creado una gran frustración en el electorado que esperaba que hubiese un acuerdo y también frustración en las propias personas que tienen un ámbito de representación parlamentaria. Muchos de nosotros estuvimos peleando hasta el último minuto para tratar alcanzar un acuerdo, otros no lo hicieron. Y es quizá el elemento más diferenciador para que el electorado pueda valorar lo qué ha significado las actitudes de unos y otros en este proceso. El inmovilismo de Rajoy ha sido una de las causas, hasta el punto de no aceptar, de no intentar la investidura. Y en segundo término, la actitud de Podemos que no ha querido apoyar una investidura en la que pudiese ser presidente Pedro Sánchez. Esto yo creo que el propio electorado lo va a valorar en términos negativos para esa formación política porque la realidad es que ha dado una nueva oportunidad a Rajoy y ha provocado mucho malestar entre personas que votaron a Podemos en la anterior situación.

-Si miramos las encuestas no parece que digan eso, más bien auguran un descenso del apoyo al PSOE

-Las encuestas yo creo tienen algunos elementos que deberíamos reflexionar sobre ellos; el primero que muy pocos días antes de las encuestas Podemos constataba un descenso notorio en la intención de voto de sus electores y basándose en eso cambia la estrategia y pasa de ser un partido transversal a ser un partido en la izquierda y en su extremo. Esto no puede ser gratuito, la suma matemática de los dos electorados no tiene su reflejo en los sondeos, con todo ello refleja un retroceso. Como se suele decir, en política dos y dos no son cuatro, pueden ser dos y medio, o tres, y en este caso concreto la suma va dar menos, eso con toda seguridad. Por otra parte, y era mi profesión, las encuestas no son representativas sino que son tendencias, por los tamaños muestrales, no es posible aproximarse a lo que va a suceder porque para ser representativas tendrían que serlo de cada circunscripción. Pero, por ejemplo en Asturias sabemos que hay un gran malestar en el electorado de Izquierda Unida por el modo en el que se ha producido esta alianza. En primer lugar hay numerosos puntos de discrepancia en los programas y en segundo lugar muchas personas de IU se consideran humillados por lo que ha sucedido porque difícilmente pueden aceptar que su líder esté en la quinta posición en Madrid y que en Asturias ni tengan ni una sola persona en condiciones de salir elegida, o con probabilidad de salir elegida. Esto más que una unión ha sido una absorción. Todo unido a los numerosos puntos de discrepancia programática que van a aflorar, como por ejemplo, lo estamos viendo en el carbón. Pero no sólo, es la actitud ante el AVE, que IU siempre defendió y que Podemos rechazó abiertamente o la actitud ante infraestructuras muy importantes para el futuro de Asturias como es el puerto de El Musel es que un factor de localización de empresas en Asturias, o cuestiones relacionadas también con la manera de enfocar el derecho a decidir en Cataluña. Esto no puede atraer en modo alguno al electorado de IU que en Asturias siempre ha sido una formación sólida que formó parte de gobiernos locales y autonómicos y que además no le van a obligar ahora a adoptar esa posición camaleonónica de considerarse socialdemócratas de toda la vida, cuando siempre han reivindicado su papel en la izquierda. Imagino que no les gustará nada que les llamen casta porque ellos siempre apoyaron la Transición y el gran pacto de reconciliación que hizo nuestro país en 1977. En fin, estas cosas cuando se va a los territorios se ve que al cocer mengua porque cuando hay grandes contradicciones terminan aflorando.

-En Asturias fue donde más reticiencias se presentaron a la coalición Unidos Podemos

-Es un acuerdo muy forzado porque han sido hasta ahora como el agua y el aceite y lo hemos visto desde que Podemos inicia su andadura y además han sido tremendamente críticos, incluso despectivos, con los líderes de IU. Con frases muy despectivas, sin valorarlos y ahora se abrazan a ellos porque necesitan ir juntos para disimular su fracaso. Hasta hace pocas semanas, personas representativas de IU decían que si se llegaba a un acuerdo no estaba en cuestión una fractura en IU sino que estaba en cuestión su desaparición y esto muchas personas no lo aceptan.

-¿Es imaginable se repita el mismo resultado de diciembre, que no se sume ninguna alternativa de gobierno?

-No podemos hacer previsiones porque los elementos nuevos que hay en esta situación respecto a la anterior es que han pasado cinco o seis meses en donde el electorado ha visto los comportamientos de los líderes de esas formaciones políticas y lo han juzgado. Y, en segundo lugar, la unión forzada de Podemos con IU hace que el escenario político se acorte pero al mismo tiempo llena de más incertidumbre la situación porque sus programas están más indefinidos.  Hay que tener en cuenta que, en estos momentos, Podemos agrupa a 16 formaciones políticas distintas, y son partidos que si uno mira los programas se da cuenta de que no tienen coincidencia ideológica ninguna. Y por tanto no son creíbles y no van a ser válidos para constituir un gobierno serio y responsable. Ahora muchos han optado por la política mediática, exclusivamente de los platós, siempre se había dicho que los programas eran la base de la credibilidad y también el elemento para que los electores exijan luego el cumplimiento del contrato; pero ahora resulta que todo es lo que se denomina ahora postureo, teatralización de la política, en definitiva, una representación bastante más banal de lo que el país exige en estos momentos tan difíciles. Yo creo que España necesita un partido socialista fuerte que pueda plantear un programa serio, en un espacio socialdemócrata real y no ficticio, para conseguir superar los tremendos recortes económicos y en derechos que ha hecho el PP en estos cuatro años, para producir un cambio real, y para negociar con credibilidad y altura de miras un nuevo gobierno para España. Asturias también lo necesita porque hemos visto que cuando el gobierno de España nos da la espalda las políticas sociales se resienten. A pesar de que Asturias hizo un gran esfuerzo para mantener los estándares de protección social y esto se puede comprobar; pero también hemos visto cómo muchas infraestructuras muy importantes para Asturias se han resentido también.

-En Asturias concurre también una coalición conservadora, la de PP y Foro.

-También es una ficción. Hemos visto cómo después de cuatro años de criticarse durísimamente a nivel público y a nivel parlamentario, las formaciones de Foro y PP se unían por puro oportunismo para sumar sus votos y luego de nuevo se separaban como si aquí no hubiese pasado nada. Hay que decirle a los electores con claridad que lo que van a votar ahora el 26 de junio es el programa del PP, cuyo candidato es Rajoy, eso es lo que van a votar los electores que supuestamente votaron a Foro. No hay un programa diferenciado de Foro aunque ellos quieran aparentar muchas cosas, y lo vimos en el acuerdo de la minería. En el que estaban ausente PP, Podemos, los líderes de IU pero no sus representantes municipales que sí estaban, y Foro acudía, pero realmente quien ha desmantelado la minería ha sido el PP con el que van a las elecciones. Aquí no valen discursos diferenciados porque el programa es el del PP. Y aquí en esta pinza, al más viejo estilo anguitiano, tiene que moverse el partido socialista y llamar a la responsabilidad a los electores que quieren un cambio real en España y decirles que el cambio que puede mejorar de forma notoria las condiciones de vida de la gente y además ser aceptado en Europa es el que ofrece el PSOE.

-Es candidato al Senado, una cámara que muchos quisieran suprimir y goza de mala fama en el electorado.

-El Senado fue una cámara que nació para jugar un gran papel en España, en la Constitución se recoge como cámara de representación de un país plural y diverso que tiene un modelo cuasifederal y que, en mi opinión, debería ser más avanzado todavía para dar solución los problemas que tenemos. Y el Senado es una cámara imprescindible en ese tipo de país como tenemos en España. No se desarrolló porque no hubo voluntad política, aunque sobre todo lo atribuyo a que los partidos nacionalistas que no eran soberanistas hasta épocas muy recientes, trataron de articular un bilateralismo exclusivo con el Gobierno central, que fue dando estabilidad cuando no había mayorías absolutas. Tanto PNV como CiU, ejercieron esa especia de bisagra para constituir gobiernos y todo ello impedía que aceptasen una cámara de igual a igual con el resto de las comunidades autónomas donde el diálogo y las soluciones fueran multilaterales, que es lo que necesita este país. Yo en el Senado, cuando acepté ser candidato en 2011 y salí elegido, estaba convencido de que, con esa mayoría absoluta del PP, podría ser una solución inteligente para articular allí esa reforma. Pero no, sucedió todo lo contrario, el PP abusó de esa mayoría, bloqueó todo tipo de reformas. Lo que nos hace ver esto es que lo que necesita este país para lograr una cohesión territorial es el modelo federal que es el que mejor responde para dar una salida política a Cataluña. Para eso hay que hacer una reforma del Senado, eso requiere tocar la Constitución, y, desde mi punto de vista, esto pasa por darle atribuciones prioritarias en determinadas leyes, posiblemente minorar el número de senadores y, en modo alguno debe aceptarse que los territorios estén representados por una sola persona. El Senado se necesita y tenemos que conseguir que en determinadas leyes tenga carácter prioritario por ejemplo las relativas a reformas de estatutos de autonomía, sistemas de financiación autonómica. Esa cámara es necesaria y útil todavía en nuestro país.

-¿Ha habido reticencias dentro del partido socialista a que repitiera como candidato al Senado?

-No, dentro del partido socialista nunca hubo ninguna duda porque sinceramente no hubo persona que lo manifestase, todo lo contrario, sinceramente. Llevo en el partido socialista casi toda mi vida política, desde que fui elegido director de Educación, que todavía no era afiliado al partido socialista, en el año 83, también jefe de Educación en el gobierno con Maravall en el primer gobierno de Felipe González, luego estuve de alcalde 12 años, de presidente otros 12, en el Senado llevo ya dos legislaturas. Siempre los ciudadanos y el partido socialista que me eligió como candidato, me respaldaron totalmente. Yo creo que eso obedece más bien al interés político de Podemos. Inexplicablemente, y hay gente a la que le parece un modo muy poco democrático de actuar, me convierte en su enemigo a batir por una sola razón. Y es que en las anteriores elecciones al Senado les saqué un número relevante de votos de diferencia y no sólo en el conjunto de Asturias sino también en lo que ellos llamaron sus feudos y que eran las zonas urbanas, en Gijón, Avilés, Mieres? En los principales núcleos urbanos de Asturias les saqué diferencia de votos cuando en el Congreso había sucedido otra cosa, se consideran muy molestos porque perdieron democráticamente. Y entonces piden ayuda y refuerzos para ver si consiguen sumando votantes de distintas formaciones políticas, desplazarme. Pero ellos creen que eso es un gran triunfo si lo consiguen y yo creo que lo único que indica es su poco sentido democrático y niega esa afirmación que dicen que su enemigo es la derecha y el PP cuando en realidad todos estamos viendo que su adversario principal, lo están convirtiendo ellos, es el PSOE. Y eso es una contradicción que la gente se da cuenta de ella y les deja en muy mal lugar, utilizando elementos difamatorios que en mi caso no tienen absolutamente ninguna motivación porque los únicos problemas judiciales que he tenido en mi vida han sido durante el franquismo, de lo que me siento muy orgulloso.

-Varios casos corrupción que están en la actualidad asturiana se remontan a su mandato como presidente.

-En la etapa en la que yo fui presidente no hay un solo caso que se haya producido en que los gobiernos que yo presidía no hubieran denunciado, cuando se descubrieron hechos que fuesen punibles. Y en esos casos hay que actuar con la presunción de inocencia y respetando el ámbito judicial. Ellos lo que quieren hacer son juicios paralelos en el parlamento. En Podemos tienen en su haber y no empezaron a gobernar, numerosos casos mucho más llamativos. Recuerdo en el reciente debate entre Albert Rivera y Pablo Iglesias, cuando le decía que habían sido financiados con 7 millones por el gobierno de Venezuela, Iglesias actuaba con una ira total y respondía que se habían archivado las denuncias de Manos Limpias. Lo que no se dan cuenta es que eso mismo podría alegarse cuando ellos acusan a los demás de hechos supuestamente punibles que fueron todos archivados. Desgraciadamente estos hechos cuando suceden son muy negativos para el país y para las administraciones donde se producen, pero creo que en Asturias no ha habido ningún hecho que haya puesto en cuestión nuestra gestión a lo largo de tantos años. El partido socialista puede sentirse orgulloso de una trayectoria en la democracia en la que las principales conquistas sociales son de gobiernos socialistas que han luchado por los derechos de los ciudadanos. Por ejemplo, pienso lo que ha supuesto en educación, con un sistema en el que España destaca en equidad, y en la Universidad exactamente lo mismo. En el año 65 había en España 100.000 universitarios, 12 universidades, y un nivel de analfabetismo semejante al de algunos de los países más atrasados de Europa. Bueno, pues hoy tenemos un sistema educativo, que hay que mejorar todavía, pero con unas conquistas que estamos en riesgo de perder si sigue gobernando el PP. En Asturias, tenemos unas tasas de titulación de las más altas del país, tenemos una ratio de alumnos de las más bajas del país, es la comunidad con la financiación más alta de España en sanidad, en protección social, y la tercera de España en educación después de País Vasco y Navarra. En los informes PISA, Asturias queda en estándares que superan el promedio europeo y de la OCDE. Este sistema educativo por el que tenemos que velar ha sido una conquista social que también podemos perder porque la demagogia es muy abundante. En Sanidad, un logro de Ernest Lluch, el PP ha roto su universalidad, ha impuesto copagos y ha intentado privatizar el sistema. En Asturias estamos orgullosísimos de haber sacado adelante la sanidad pública, en plena crisis se han hecho dos grandes hospitales, y hemos construido una red de atención primaria excepcional. Fue un gobierno socialista el que puso en marcha la Ley de Dependencia y uno del PP el que lo ha hecho retroceder a niveles escandalosos.  La gente que votó al PP en pasadas elecciones, después de constatar todo lo que he dicho con datos objetivos, ¿va a seguir votando a ese partido? Yo lo pongo en duda.

-Podemos le ha marcado como objetivo en la campaña.

-Podemos en Asturias tiene una de las actuaciones más radicales y negativas de sus organizaciones en España. Es una formación política cuya motivación principal está basada en el rencor y la animadversión hacia los socialistas y además algunas personas son las que antaño intentaban, en Gijón y en otras ciudades, echar abajo lo que otros hacíamos. Yo recuerdo perfectamente que mientras unos intentaban destruir todo lo que tenían a mano, otros construíamos el futuro de esta ciudad y me siento orgullosísimo de ello. Tanto en educación, como en el gobierno de Gijón, tanto por el trabajo que hice a favor de Asturias en la Unión Europea durante 17 años en el comité de las regiones, sacando recursos y actuaciones de progreso, como en el propio Principado durante 12 años, en el Senado como portavoz de Educación, me siento muy orgulloso de todo lo que hice. Y esa es la garantía también de los que cuando decimos que vamos a hacer algo, podemos enseñar lo que hemos hecho, y no todos pueden hacerlo. La vida no puede hacerse en base al rencor sino desde el respeto aunque tengamos ideas diferentes y no tengamos esa capacidad autodestructiva, eso no beneficia a la gente, al contrario, prometen cosas que no saben cómo hacerlas ni van a tener recursos para ello. Eso se llama populismo y demagogia.

-Es una constante de los candidatos socialistas reivindicar el legado de sus gobierno, pero lo cierto es que han perdido apoyo entre el electorado joven ¿a qué lo achaca?

-Es mucho más fácil de explicar a las generaciones que vivieron esos cambios que a los que no los vivieron, el propio Rivera cometió un día el error de decir que sólo podrían estar en democracia los nacidos en democracia. A mí me pilló en el Senado en una sesión y sobre la marcha hice un cálculo y había dejado fuera de la vida pública a 27 millones de personas. Luego lo rectificó. Pero esa percepción obedece también a no haber explicado con suficiente rigor cómo evoluciona un país, cómo tenemos que construir sobre lo que otros han hecho, y esta premisa hoy no existe en la vida política española, hoy aparece el adanismo, todo empieza en el momento en que una persona aparece, ignorando el pasado. Eso es un tremendo error y los pueblos que hacen política de esa forma están condenados a cometer muchos errores y a retroceder. Hay que tener en cuenta también que en la vida política no hay un determinismo de que todo va a mejor; puede ir a peor e incluso a mucho peor. Y si no estamos alerta ante estas situaciones podemos volver otra vez a las dos españas, que es lo que algunos quieren. Esa es la gran batalla que libramos en la Transición, tuvimos la inteligencia de reconciliarnos, y de plasmarlo en una Constitución que ha provocado uno de los mejores periodos de nuestra historia. Y eso, por mucho que digan, que la Transición fue un pacto de élites o que se desarrolló a través de una casta dirigentes, eso es una falsedad tan grande que ofende a las decenas de miles de personas que dieron su libertad o su vida en favor de esa gran reconciliación y de un país moderno que tiene que mirar al futuro con esperanza. Es muy ofensivo que esta gente, haciendo una política camaleónica de disfrazar sus verdaderas intenciones, intenten crear estados de ánimo emocionales en personas que no tuvieron la oportunidad de analizar el sacrificio que significó para este país el haber llegado donde llegamos. Es verdad que hay que mirar al futuro, el pasado está bien para saber de dónde venimos, si lo ignoramos mal nos irá, pero tenemos que ser muy constructivos con ese futuro y por eso hacemos una campaña muy positiva con propuestas. La campaña del sí, propositiva, para evitar los estragos que ha cometido en gobierno de Rajoy.

-¿Cuáles son sus propuestas?

-Nosotros somos conscientes de que la principal preocupación en España es el empleo, y cómo la crisis ha afectado a los sectores más vulnerables y cómo la falta de respuesta política ha creado desafección. Eso es lógico que suceda, pero hay que tener la inteligencia suficiente para objetivarlo. La crisis ha hecho estragos en muchas personas, y cuando muchas personas están damnificadas y el sistema no les ofrece solución hay que dar respuestas convincentes y creíbles. En la última encuesta del CIS el empleo era la principal preocupación para casi el 75% de los españoles, y por tanto tenemos que decir cómo actuamos ante ese tema. En primer lugar haciendo ver lo que nos ha llevado a esa situación que es la reforma de un mercado laboral que ha precarizado el empleo y que ha disminuido las prestaciones y también bajado las retribuciones salariales hasta extremos que ha surgido una nueva categoría que es la de trabajadores pobres que nunca había habido en nuestro país. Para eso tenemos que plantear unas políticas que mejoren el modelo productivo a largo plazo pero también propuestas de urgencia para atajar estas situaciones, porque hay sectores sociales que han quedado afectados por la pobreza y la exclusión social. España es el país de la OCDE en el que más ha aumentado la desigualdad y la consecuencia más evidente es la pobreza, la más sangrante la pobreza infantil. Tenemos 720.000 familias que no perciben ningún ingreso, uno de cada tres niños vive bajo el umbral de la pobreza. Una de nuestras medidas es el ingreso mínimo social para cubrir necesidades básicas, la prestación será de 426 euros al mes que puede llegar a 798 si hay tres o más personas a cargo; también extender la prestación por desempleo. La cobertura ha ido cayendo hasta llegar a la situación actual en la que el 47,2% de los parados no cobra nada del desempleo, esto es una situación límite que no puede esperar a que haya una nueva economía productiva, es urgente. Así que proponemos cambiar la ley para dar cobertura a todas las personas en desempleo que tengan responsabilidades familiares. Hablamos de subir el salario mínimo, nuestra propuesta es subirla ya en 2016 un 4% y de forma progresiva llegar a un salario mínimo que equivalga al menos al 60% del salario medio en España. Otros partidos parece que proponen que la economía crezca, nosotros llevamos propuestas para gravar a quienes más tienen y a las grandes fortunas, con un sistema finalista que vaya destinado a asegurar el futuro de las pensiones públicas. Queremos también un gobierno que sea participativo en Europa, que influya en el consejo y el parlamento, para buscar solidaridad y no la política del austericidio, que sea activo en la defensa de los derechos humanos y que dé ejemplo en el tema de los refugiados, una de las mayores crisis desde la Segunda Guerra Mundial y en el que varios países, entre ellos el nuestro, ha actuado con una cicatería que no debemos tolerar.