Bilbao prohíbe el paso a los peregrinos asturianos a caballo

Graciela M. Camporro REDACCIÓN

ASTURIAS

Benjamín Rodríguez con sus caballos en Vizcaya.Benjamín Rodríguez con sus caballos en Vizcaya
Benjamín Rodríguez con sus caballos en Vizcaya

Las autoridades no dejan cruzar la ciudad al padre y la hija que decidieron recorrer el itinerario del Norte a lomos de sus monturas

02 sep 2016 . Actualizado a las 15:35 h.

El Camino de Santiago se complica para el padre y la hija que decidieron hacer el itinerario del Norte a caballo. Ambos se encuentran retenidos en Vizcaya. ¿El motivo? La Policía Local de Bilbao no les deja cruzar la ciudad a lomos de sus equinos. Los agentes han advertido a los peregrinos que la Normativa del Estatuto Regional prohíbe el paso de este tipo de animales en la capital. Padre e hija han pedido una alternativa para poder continuar, pero desde la Policía Local señalan que no tienen competencia en ese aspecto. Tras ponerse en contacto con varios organismos, ha sido el departamento de circulación y transporte de la ciudad el que les ha facilitado una posible solución, aunque esta modificaría su hoja de ruta.

«Estamos retenidos, no nos dejan pasar. No nos dan una alternativa». Benjamín se muestra nervioso y alterado. Ya son varios días los que llevan recorriendo el Camino de Santiago a caballo. Su promesa ecuestre -prometieron que si su negocio salía adelante harían una ruta grande a caballo- se está viendo frustrada. Su hija se muestra más calmada, aunque preocupada. Asegura que antes de partir, se cercioró de llamar a todas las grandes ciudades para informarse de cómo habría que cruzarlas a caballo. «Llamé a la Policía Local de Bilbao pero me dijeron que tendría que hablar con el Ayuntamiento. Después de pasar por todos los departamentos me dijeron que llamase un día antes de llegar a la ciudad», comenta Jennifer.

Ese día ha llegado y ahora se encuentra a las puertas de la gran capital del norte de España. «Nada más levantarme llamé a la Policía Local para informarles que nos disponíamos a cruzar Bilbao. Nos respondieron que no era posible, que está prohibido por ley. Cuando les pedimos una alternativa nos dijeron que esa no era su competencia», apunta la joven. Su única oportunidad de continuar su expedición depende del Ayuntamiento de Bilbao. Tras realizar varias llamadas, la joven logra ponerse en contacto con el Departamento de Circulación y Transportes.

Tras varios intentos, uno de los encargados encuentra la que parece una solución: continuar el Camino por un Gran Recorrido. «La persona que nos atendió nos buscó un GR. Estos se identifican por un número, pero nos dice que no sabe cuál es el de éste. Ahora no nos queda otra que avanzar a la aventura. Al tratarse de un anillo circular no sabemos ni cuál es la salida», apunta Jennifer.

Las otras opciones barajadas son aún más dificultosas para realizar a caballo. Una de las rutas posibles consiste en un recorrido de 80 km por el Cinturón de Hierro de Bilbao. Este recorrido les bajaría a Álava para subir posteriormente a Portugalete, lo que les desviaría de su recorrido inicial. La otra opción propuesta por la administración les haría cruzar por unas escaleras de piedra de 300 peldaños, algo imposible si se va a lomos de un animal. «Lo importante ahora es no perdernos y buscar cómo salir de Vizcaya», apunta Jennifer.

Padre e hija insisten en que sus caballos, Nerón y Xana, no son simples animales, sino que tienen también el trato de peregrinos. Apuntan que desde el comienzo de su expedición han pasado por numerosas ciudades sin ningún tipo de problemas, entre ellas San Sebastián. De la capital donostiarra dicen incluso que llegaron a atravesar las tres playas a lomos de sus caballos. «Siempre nos han puesto facilidades. En San Sebastián cruzamos por mitad de la ciudad. Incluso aquí en Vizcaya hemos pasado por grandes zonas urbanas», apunta.  

La expedición de esta familia de Salas se trata de un hito en la historia del Camino de Santiago. Según la Asociación de Amigos del Camino del Norte, no existe constancia de que se haya realizado anteriormente a lomos de un caballo. «Ya es muy duro de por si realizar esta expedición a caballo. Es muy difícil encontrar un sitio donde puedan descansar o agua donde puedan beber. Por eso intentaremos solucionar este problema y buscar alguna medida que permita a los siguientes jinetes realizar esta ruta sin problema», apunta Jennifer.